"Transformar la sociedad en una comunidad de hermanos es imposible para nuestras fuerzas" Cardenal Aguiar: "La Eucaristía es el centro y culmen de nuestra fe y de nuestro caminar como comunidad de discípulos"

La Eucaristía es el centro y culmen de nuestra fe y de nuestro caminar como comunidad de discípulos, como Iglesia: Cardenal Aguiar
La Eucaristía es el centro y culmen de nuestra fe y de nuestro caminar como comunidad de discípulos, como Iglesia: Cardenal Aguiar

Durante la celebración por la Solemnidad de Corpus Christi en la Catedral Metropolitana, el Arzobispo de la Ciudad de México, Carlos Aguiar Retes  afirmó que la presencia constante y continua de Jesús en el Pan Eucarístico es el centro y sustento de la fe cristiana.

En México, la festividad  de Corpus Christi se celebra con una tradición particular, ya que reúne el sincretismo religioso con la tradición. El origen se remonta a la llegada de los misioneros a tierras mexicanas, en el siglo XVI

El Cardenal Carlos Aguiar Retes que preside la Arquidiócesis de la Ciudad de México, expresó durante la celebración Eucarística de Corpus Christi como de manera ordinaria puede verse reducida la Eucaristía a la celebración litúrgica, siendo que que ésta tiene una visión y consideración más amplia.

“Al unirnos a Jesucristo en la Eucaristía, nos unimos a todos los cristianos que participan de ella, y expresamos así, como Cuerpo Místico de Cristo la presencia del Misterio de Dios Encarnado, es decir la presencia viva y actual del Reino de Dios entre nosotros y a través de nosotros”, enfatizó. 

Hizo una amplia reflexión sobre como la expresión de la limitación en la condición humana para resolver las necesidades materiales, humanas, y espirituales , permite descubrir en la solidaridad de la comunidad  el “poner nuestros 5 panes y dos peces”, permitiendo la acción del Espíritu Santo para proveer de lo necesario.

Por lo que expresa que “es de suma importancia mantenernos fieles, confiando en la mano providente de Dios.” Sin embargo, reconociendo la fragilidad humana que puede caer en desánimo ante las adversidades, y apagar con ello la fuego encendido en los corazones, es que la Eucaristía fortalece al Espíritu al recibir a Jesucristo como pan de vida. 

Por eso, concluye el Cardenal Aguiar, es necesaria la participación en la Eucaristía, al menos de manera dominical, ya que así “será posible dar un testimonio atractivo y convincente en la vida social, de la presencia del Reino de Dios en las relaciones con todo tipo de personas.”

Por último, agradeció en el marco de ésta solemnidad de Corpus Christi por el presbiterio, remarcando su papel necesario y vital para llevar la Eucaristía a las comunidades así como  las nuevas vocaciones juveniles sacerdotales al servicio de la Iglesia 

El día de de las “mulas”: jueves de Corpus Christi

Durante el siglo XVI, la celebración de Corpus Christi hizo tradición  ir a la Catedral Metropolitana de México cada Jueves de Corpus Christi, donde los aristócratas de la época lucieran sus mejores galas y monturas, en cambio la gente del pueblo estrenaban calzón de manta y sombrero, los niños y niñas se visten con mantas y huaraches para ir a la celebración mientras que las mujeres lucían sus blusa bordadas perfectamente arregladas.  

Mulas artesanales en Corpus Christi. Fotos: María Langarica / Alfredo Márquez

Viajaban de diferentes comunidades trayendo burros o mulas cargados con huacales, que llevaban las ofrendas del diezmo y los alimentos necesarios para el viaje. Las ofrendas, hechas al Santísimo Sacramento y aportando sus primicias a la Iglesia, eran cargadas por las mulas desde diferentes lugares como el Estado de México, Morelos, Puebla, Tlaxcala, y luego de Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí y Zacatecas. Es la presencia de estos burritos , que hizo llamaran a la fiesta de Corpus como el “Día de las Mulas”.

Las familias asisten al Jueves de Corpus Christi en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México

Hoy en día el festejo del Día de las Mulas  muestra una extensa vendimia alrededor de los templos con figuritas de mulas hechas de hoja de maíz, ataviadas con coloridas flores y artículos de barro como cazuelas y jarros.  Son los propios indígenas quienes mantienen la tradición

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