El obispo argentino, tras el triple feminicidio a manos del narco Monseñor Eduardo García: "Si el Estado se corre, entra el narcotráfico"

Monseñor Eduardo García, obispo de San Justo
Monseñor Eduardo García, obispo de San Justo

La Iglesia argentina denuncia "grandes zonas a merced de mafias narcos" y falta de prevención

En un comunicado, el obispo de San Justo Eduardo García, en cuya jurisdicción viven las víctimas, advierte por "la ausencia del Estado en sus distintos niveles" y señala que "la falta de políticas públicas se convierte, en la práctica, en complicidad"

(Valores Religiosos).- La Iglesia católica en el gran Buenos Aires denunció que “grandes zonas han quedado liberadas a merced de mafias narcos”, advirtió que “la constante ausencia del Estado en sus distintos niveles permite que esta cultura de la destrucción y de la muerte crezca y avance sin freno” y señaló que “la falta reiterada de políticas públicas se convierte, en la práctica, en complicidad”.

Los severos cuestionamientos están contenidos en un comunicado del obispo de San Justo, Eduardo García, tras el crimen narco de tres jóvenes que pertenecían a su diócesis y que retoma una antigua preocupación de la Iglesia católica por la falta de una acción estatal multidisciplinaria preventiva.

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De hecho, el 26 de junio pasado, con motivo del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, la Conferencia Episcopal Argentina -que agrupa al centenario de obispos del país- anunció en una declaración que “si el Estado se corre, entra el narcotráfico”.

“Con profundo dolor, queremos acompañar a las familias y amigos en el duelo por la muerte de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez”, dice monseñor García en el comunicado y agrega que “este episodio se suma a la larga lista de hechos de violencia y muerte que golpean a nuestros barrios desde hace tiempo”.

Denuncia que “somos testigos de que grandes zonas han quedado liberadas a merced de mafias narcos -a pequeña y gran escala- que se infiltraron y terminaron dominando la vida y la conciencia de nuestra gente, especialmente de los chicos y jóvenes, instalando una verdadera cultura de delincuencia y criminalidad”.

"Reafirmamos nuestro compromiso de seguir trabajando por nuestros niños y jóvenes desde las tres 'C' de la vida: colegio, club y capilla, en contraposición a las tres 'C' de la muerte: calle, cárcel y cementerio"

"La constante ausencia del Estado en sus distintos niveles permite que esta cultura de la destrucción y la muerte crezca y avance sin freno. La falta reiterada de políticas públicas se convierte, en la práctica, en complicidad", advierte el obispo.

Señala que “ante tanto desamparo, como Iglesia en San Justo reafirmamos nuestro compromiso de seguir trabajando por nuestros niños y jóvenes desde las tres "C" de la vida: colegio, club y capilla, en contraposición a las tres "C" de la muerte: calle, cárcel y cementerio”.

"Necesitamos barrios, y una patria donde no sea la barbarie pagada la que eduque, sino donde se garantizan la comida, la salud, la seguridad y un verdadero proyecto de vida para nuestros niños, jóvenes y familias”, dice y concluye:.”rezamos por estas familias y por todas las que, en nuestra patria, sufren bajo el flagelo del narcotráfico institucionalizado.

Por su parte el obispo de la diócesis Quilmes -en cuya jurisdicción fueron encontrados los cuerpos-, Carlos Tissera, y su auxiliar, Eduardo Redondo, también expresaron su dolor por los asesinatos, se suman al reclamo de justicia y demandan "acciones prontas y efectivas de cuidado y promoción de niños, niñas, adolescentes,jóvenes y personas vulnerables”.

Tras recordar el mensaje de la Iglesia de junio pasado, lamentan que cerca del Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de mujeres, niñas y niños, que se cumple este miércoles, se deba despedir a estas jóvenes "víctimas de muchos de estos flagelos".

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