Advierte de los "negocios turbios" en torno a las víctimas Maradiaga pide adoptar niños y seminaristas de Haití
(Patricio Downes).- El cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa, recomendó adoptar niños y seminaristas haitianos que resultaron afectados por el sismo que produjo miles de muertos y heridos en ese país, durante el Primer Congreso Nacional de Sacerdotes que se realiza en Acapulco, México.
Rodríguez Maradiaga, en Acapulco desde comienzos de esta semana, anticipó que pedirá a los obispos de Latinoamérica que reciban a los seminaristas que no podrán seguir sus estudios en Haití, según publicaron El Heraldo de México y la página de la Diócesis de Celaya, en México. El cardenal de Honduras reclamó un control estricto para evitar "negocios turbios" en tales adopciones.
"Fidelidad y Fraternidad Sacerdotal" es el tema del Congreso
inaugurado por Maradiaga, al que asisten más de 600 sacerdotes. "Deberemos movernos para que también esos niños puedan encontrar un futuro y sé que hay personas que quisieran hacerlo", señaló el cardenal hondureño al referirse a los huérfanos que dejó la catástrofe.
Rodríguez Maradiaga advirtió sin embargo que se debe cuidar que "negocios turbios" intervengan en los mecanismos de adopción, la declaración del cardenal también fue reproducida por la página de Cáritas de Honduras. La Pastoral Social Cáritas Arquidiocesana, con la orientación de monseñor Juan José Pineda, obispo auxiliar de Tegucigalpa, emprendió una campaña para recaudar comida enlatada, agua, frazadas, ropa, candelas, fósforos, alimentos de fácil preparación y dinero en efectivo, que serán enviados a las víctimas del terremoto.
"La situación es dramática, faltan agua, alimentos, después no se sabe qué hacer con tantos cadáveres, algunos incinerados. La tragedia es que no se va a poder identificar a todos por el clima que hace más rápida la descomposición y por el peligro de que haya epidemias o puedan seguir muriendo personas. Hay hospitales muy dañados, hay pacientes que necesitan cirugías urgentes, esperamos que se puedan salvar el mayor número de vidas", dijo el cardenal Rodríguez Maradiaga.
"Deberíamos pensar de qué manera se podría organizar una especie de hermandad donde se pudiese ayudar a reconstruir templos y seminarios; no sabemos cuántos seminaristas quedarán vivos pero a lo mejor no se va a poder que sigan ahí. El futuro es amplísimo para la caridad y las iniciativas pero yo creo que es también un momento especial en que podamos mostrar lo que significa la hermandad entre los pueblos",
concluyó.
La ayuda de Cáritas de Honduras se canalizará a través del Comité Permanente de Contingencias (COPECO) y la Arquidiócesis de Tegucigalpa, que realizó en sus parroquias una colecta con los feligreses que asistan a misa.