Francisco llama a amigos y sacerdotes argentinos "Tenés un mensaje del Papa"
"Hola Gustavo. Soy Bergoglio, te llamo para saludarte y desearte un feliz cumpleaños. Un abrazo". Gustavo Vera, titular de la Fundación La Alameda, cumplió ayer 49 años. Y recibió, como siempre, el mensaje de su amigo. Sólo que hoy es Papa.
El teléfono móvil de Vera sonó tres veces ayer de 11 a 12, pero el titular de la ONG que se ocupa de la trata de personas no pudo atender porque, según contó, "el aparato no funciona muy bien y no escuché el llamado.A esa hora, además, iba a rumbo a la marcha a la Plaza de Mayo, y con el ruido de los bombos disminuyeron aún más mis posibilidades de oír el ringtone".
Lo cierto es que el Papa dejó grabado su mensaje de feliz cumpleaños. Vera contó a los medios que su estrecha relación con Bergoglio lleva cinco años "de trabajo intenso y contención a las víctimas".
El ahora papa Francisco siempre estuvo comprometido con el trabajo con la fundación, que lucha contra el trabajo esclavo, el trabajo infantil y la trata de personas con fines de explotación sexual.
No ha sido la única llamada personal del Pontífice, que ya telefoneó a su kioskero y a su dentista para anular una cita. "Hola, soy Jorge, ¿cómo estás?" fueron las primeras palabras de una breve conversación que el Papa Francisco mantuvo en la tarde de ayer con el cura Alejandro Pezet de la parroquia Santa Rita de Casia de Rosario de Lerma. "Su eminencia, como te va. Gracias por lo que estás haciendo", respondió del otro lado del celular el sacerdote, radicado en Salta desde hace algunos años.
Sin prejuicios y fiel a su insoslayable sencillez, el papa Francisco le contestó: "Yo no ¡Lo que me hicieron hacer! Mandá mis saludos a tu gente de Salta; deciles que el Papa los bendice, hacelos que recen por mí. No dejen de rezar".
Estas palabras surgen de la cálida comunicación mantenida ayer, poco después del mediodía, entre Pezet y el Santo Padre, que lo llamó desde el Vaticano, sin secretarios ni protocolo de por medio. Visiblemente emocionado, el cura se comunicó con los fieles rosarinos para informarles que el Papa les había dejado un mensaje.
"Fueron apenas dos minutos y medio" calculó el sacerdote, quien aseguró que "él tiene presente nuestro trabajo pastoral. Su corazón es tan grande que me contestó en menos de 24 horas una carta que le envié este domingo. No podía creerlo. Se me hizo un nudo en la garganta. Me sorprendió tanto la llamada, que no sabía si decirle Jorge o su santidad" explicó a El Tribuno.
La carta enviada a quien era arzobispo de Buenos Aires mientras Pezet era sacerdote de la parroquia Santa María, del porteño barrio de Caballito, fue respondida con inmediatez, lo que significa mucho para la comunidad y su sacerdote
"Me preguntó cómo estaba en Rosario de Lerma y mi trabajo en esta comunidad y en los cerros. Él tuvo que ver con la llegada del padre Chifri Moroder y la mía a Salta", contó.
Luego precisó que la llamada tuvo que ver "con una sugerencia personal que me atreví a decirle en la carta que le envíe. Por supuesto que no contaré la sugerencia. Pero al final pidió que recemos por él, mandó saludos y se despidió muy cordialmente, como siempre lo hizo", afirmó.
Pezet recordó que "yo conocí a Jorge Bergoglio en 1992, en la época en que me ordené sacerdote. Nosotros no lo conocíamos en Buenos Aires, hasta que el papa Juan Pablo II lo nombró obispo auxiliar de la capital. Antes, por ser jesuita, había estado en distintos lugares del país y de Sudamérica. Con el correr de los años, en el 2008, le pedí permiso para venir a Salta. Él me dijo ‘anda hacer experiencia, después de un mes vení y hablamos'. Y el 6 de mayo del 2009 llegue para establecerme definitivamente en Rosario de Lerma".
El Papa Francisco se comunicó este domingo con un sacerdote de la Iglesia San Javier de Resistencia para interiorizarse personalmente sobre el estado de salud de otro sacerdote jesuita, el padre Miguel, quien se encuentra enfermo desde hace tiempo.
Jorge Mario Bergoglio, hoy conocido como Francisco, se comunicó directamente al celular del padre Marcelo Larotonda en Resistencia y preguntó sin protocolos de por medio por el estado del padre Miguel. "Esta es una caricia para el alma de Miguel y nos demuestra cuantas caricias podemos regalar con pequeños gestos", dijo Larotonda.
El cura explicó que el llamado llegó la tarde del domingo y al contestar, del otro lado se escuchó: "Hola, soy Jorge" y la reacción del sacerdote de Resistencia tardó en llegar ante la sorpresa y la emoción.
En ese contexto, el sacerdote también resaltó que "es una alegría enorme ver que Francisco y Jorge son los mismos y que no se cambia por un cargo, se puede llevar la responsabilidad con la sencillez de siempre".