23ª Etapa – III Jueves de Cuaresma 

Texto bíblico 

“Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros, pero, cuando otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte su botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama” (Lc 11, 21-23). 

Comentario 

La gran revelación de Dios es Jesucristo, su persona y su obra, que constituyen el testimonio histórico del amor de Dios, y conducen a la transformación del mundo y de la humanidad. El mayor regalo que podemos tener es la fe, haber conocido a Jesucristo, y sabernos en Él. Pues no es alguien que existió en el pasado: “Jesús es el mismo ayer, hoy y siempre”, y “en Él vivimos, nos movemos y existimos”. 

Imagen – Icono de Cristo 

Jesucristo es el alfa y la omega de la historia, el primero y el último, el principio y el fin, Él lo llena todo, lo invade todo, lo colma todo. Sin Él se pierde la perspectiva de la historia y el sentido de la realidad. Él está en nosotros, y nosotros en Él. Gracias a Jesucristo, la creación recupera su belleza y su bondad. 

El don de la fe 

El cristiano ha recibido el don de la fe, por el que se hace consciente de ser hijo de Dios, hermano de Jesús y coheredero suyo. Se le concede saberse en su naturaleza humana una misma cosa con Cristo. La fe es el regalo que nos permite vivir sabiéndonos amados de Dios, destinados al cielo, y capaces de descubrir su presencia en todo lo creado. 

Propuesta 

¿Agradeces el don de la fe? ¿Tratas con Jesús?