"Ha muerto con las botas puestas" La muerte de Francisco, una mala noticia para los pobres y el medio ambiente

La muerte del Papa Francisco, sin duda era una noticia esperada por su edad, pero también por su historial médico. Nos deja a todos muy abatidos, y que sólo este tiempo de Pascua nos lleva a asumir en estos momentos esta noticia con esperanza.
Y, al final, ha muerto con las botas puestas. Con un hilo de voz, muy mermada, nos felicitaba la Pascua. La impresión es que hasta el último aliento ha estado al servicio de la Iglesia, particularmente de los más pobres.
La muerte del Papa Francisco, sin duda era una noticia esperada por su edad, pero también por su historial médico. Nos deja a todos muy abatidos, y que sólo este tiempo de Pascua nos lleva a asumir en estos momentos esta noticia con esperanza.
El Papa Francisco, lo hemos repetido reiteradamente, ha supuesto para la Iglesia un aire nuevo, no sin polémicas por parte de sus enemigos, pero con firmeza ha tomado decisiones necesarias para hacer creíble el evangelio. Y su sucesor esperemos que continúe en esa línea...
Pero lo más importante es su mensaje, particularmente sus últimas palabras, clamando contra las guerras, Ucrania y Gaza. Pero sobre todo contra las políticas de inmigración por parte de muchos gobiernos. Una palabra siempre fuerte y libre sin concesiones, dado el sufrimiento que supone para muchos hombres y mujeres.

En todo su pontificado, Francisco, con todas las limitaciones de la curia vaticana, ha intentado llevar una vida sencilla y lo menos sofisticada posible. Le ha dado la vuelta a muchas cosas, dado que el deseaba vivir lo más cercano posible a los pobres. Y es donde más a gusto se encontraba. Las imágenes de la cárcel “Regina Coeli” hace unos días son muy significativas. Por eso los pobres, marginados, descartados, todos desheredados de la Tierra, se sentirán huérfanos. La voz de los pobres por excelencia en nuestro mundo, sin concesiones diplomáticas de ningún tipo cuando lo que estaba en juego era la defensa de su dignidad. Testimonio de esto son no sólo sus discursos, sino también sus gestos, cuyas imágenes han dado la vuelta al mundo. Sus viajes a lugares conflictivos (Lesbos, Centroafrica, Sudán…) y ese paseo, en soledad en Auswitz, así como el beso al muro de Belén son actos de un gran significado.
También la Tierra, nuestra casa común, se resentirá notablemente. El Papa publicó el 18 de junio de 2015 la encíclica Laudato Si´. “Laudato Si” es la frase inicial del Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís. “Alabado seas, mi Señor”, cantaba San Francisco, por nuestra madre tierra, esa casa común que todos debemos cuidar. Esa sensibilización, por medio de la Encíclica, tendría que ser decisiva en las decisiones de muchos gobernantes. La Tierra se esta rebelando contra el hombre por su acción depredadora. A nadie se le escapa cuánto ha clamado Francisco contra aquellos que destruyen el medio ambiente, contaminando nuestros mares, ríos y cielos, así como destruyendo las selvas. No se cansaba de denunciar estas acciones humanas, que vinculaba a movimientos de poblaciones inmigrantes ante las sequías o falta de recursos. En una palabra, generaba pobreza total y absoluta. La ecuación es destrucción del Planeta y pobreza.
Y, al final, ha muerto con las botas puestas. Con un hilo de voz, muy mermada, nos felicitaba la Pascua. La impresión es que hasta el último aliento ha estado al servicio de la Iglesia, particularmente de los más pobres.
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