Preces de los fieles (Asunción de la Virgen María. 15.08.2015)

Cualquier fiesta cristiana es una alegría. Especialmente las fiestas de María, la madre de Jesús. Su visita a Isabel hace que Juan salte de alegría en el seno de su madre (cf. Lc 1,41). En su canto María proclama: “Mi espíritu se estremece de alegría en Dios, mi salvador” (Lc 1,47). Pidamos hoy vivir la alegría de María diciendo: Dichosa tú que has creído”.

Por la paz del mundo:
- que se respeten los derechos humanos en las mujeres, media humanidad;
- que acabe la violencia de género.
Roguemos al Señor: “Dichosa tú que has creído”.

Por la Iglesia:
- que considere a la mujer como “uno en Cristo Jesús” (Gál 3,28);
- que, por tanto, pueda desempeñar las mismas funciones que el varón.
Roguemos al Señor: “Dichosa tú que has creído”.

Por las fiestas de nuestro pueblo:
- que el respeto y el amor lleguen a todos los rincones;
- que la alegría multiplique las mesas compartidas.
Roguemos al Señor: “Dichosa tú que has creído”.

Por quienes nos visitan:
- que compartan nuestro pan y nuestra paz;
- que sientan el amor que habita en nuestra comunidad.
Roguemos al Señor: “Dichosa tú que has creído”.

Por los más débiles:
- que les atendamos como María atendió a su prima Isabel;
- que sientan nuestra compañía y afecto para siempre.
Roguemos al Señor: “Dichosa tú que has creído”.

Por esta celebración:
- que nos haga compartir la alegría que tiene ya María en el cielo;
- que el Espíritu de María nos anime a vivir el amor de Jesús.
Roguemos al Señor: “Dichosa tú que has creído”.

“Señora de la Esperanza, porque diste a la luz la Vida.
Señora de la Esperanza, porque viviste la Muerte.
Señora de la Esperanza, porque creíste en la Pascua” (Poema de Pedro Casaldáliga).
Llénanos de tu alegría y de tu amor a los necesitados.
Tú, María de Nazaret, que vives por los siglos de los siglos.

Amén.

Rufo González
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