A Chencho.

Y respecto a la diferencia de pagar el alquiler de un local y una hipoteca hay muchísima diferencia. Con un banco puedes negociar puntualmente el retraso de un pago, incluso negociar el pago del prestamo si a 10 años o a 20. Y al final cuando has pagado, como bien afirmas el local es tuyo. Y si no puedes pagar el préstamo pones a la venta el local con o sin el negocio y ya está, pero cierta parte del dinero pagado por la compra del local y prestado por el banco podrías tener la posibilidad de recuperarlo.
Mire usted, dese un paseo por la calle y observe bien los negocios que quiebran. El comerciante que tiene su local pagado y en propiedad, en tiempos de crisis sobrevive bien con su negocio. El que paga un alquiler es el primero en cerrar su negocio, salvo que el alquiler no sea caro.
Y respecto a si conozco a empresarios, tengo a mi jefa de la academia en la que trabajo, conozco el caso de las jefas que tuve en las otras academias que trabajé. También de mi tía Cristina que cerró su negocio por el alquiler. O del dueño del gimnasio al que voy cuando puedo a hacer ejercicio. También conozco por un conocido lo que es cerrar tu librería. Y también conozco a bastante gente que vio frustradas sus tiendas con esta crisis, y todas ellas incapaces de soportar el alquiler. Por más impuestos que se les baje no se logrará nada, ni aunque hagas la absurda idea esa de Carmen Chacón de subvencionar con 200 € el alquiler.
Y respecto al precio de los alquileres, llevo años viendo locales por mi barrio que permanecen vacíos con el cartel de se alquila o se vende. Y por más tiempo que pasa ni se alquilan ni se venden, y no por no estar en una calle comercial, sino por la especulación atroz con los mismos. Si se rigieran por oferta y demanda, debieran haber devaluado su valor y tal cosa no la he observado.
De lo que no te has enterado y no quieres enterarte es que con mi propuesta persigo locales más baratos en alquiler y venta. Si un alquiler de 1500 € pasase a 1200 € supone un ahorro de 3600 € anuales a un empresario, mayor que una de esas ayudas públicas.
Pues entérate bien, mi propuesta tiene una clara intención y es beneficiar al pequeño empresario sin que por ello salga dinero de nuestros impuestos. ¿Qué más quieres? Y repetiré mi propuesta cuantas veces crea y lo considere oportuno, porque estoy convencido que funcionaría. Y tú como siempre llevarás la contraria, por tocar las narices.