Hypatia de Alejandría.

Hypatia no era enemiga del cristianismo, ni el cristianismo era enemigo de Hypatia. Entre los alumnos de Hypatia se contaba un obispo, Sinesio de Cirene, obispo de Ptolemaida, con el cual tenía un intercambio de cartas y unas excelentes relaciones personales. Que Hypatia no adoptase la nueva Fe, no era inconveniente alguno para su amistad, y tampoco que fuese cristiano Sinesio era un inconveniente para Hypatia. Tal vez si Sinesio hubiese sobrevivido unos años, hubiéramos podido saber más acerca de las circunstancias de la muerte de Hypatia, que sin duda habría afectado a Silesio y lo habría dejado por escrito.
Hypatia tenía un alumno cristiano enfrentado directamente con Cirilo de Alejandría, Orestes, prefecto de Alejandría. Hypatia competía en autoridad e influencia con Cirilo, y este que se caracterizó en vida por ser tan inflexible e intolerante como su tío, Teófilo, no dudó seguramente a la mínima oportunidad de librarse de Hypatia. Lo que históricamente se duda es si fue su sequito de sus 500 guardaespaldas conocidos como los monjes, o bien se trataba de una muchedumbre fanática del pueblo que escuchó los aires incendiarios de Cirilo.
El crimen de Hypatia sirvió para restar poder al patriarcado Alejandrino, pues venía dando problemas al poder imperial y al patriarcado de Constantinopla, que aspiraba desde San Juan Crisóstomo a ser el patriarcado más importante de oriente.
A pesar de ser santo, no venero a San Cirilo de Alejandría, es más, creo que por su falta de virtudes debiera revisarse la posibilidad de retirarle el título de santidad, pues no constituye ningún ejemplo de buen cristiano. Todo lo contrario. No dudó en perseguir a judíos, paganos y a otros cristianos hasta la muerte en su patriarcado. Contra ellos agitó a su séquito de los 500 monjes y al pueblo de Alejandría.
En mi opinión el asesinato de Hypatia de Alejandría no debiera ser la historia de una persecución orquestada por el cristianismo, pues no se corresponde con lo que fue. La historia de este y el de otros muchos crímenes es la historia que debemos aprender en nuestra lucha diaria contra los delirios mentales de personas concretas, que creyéndose poseedoras de la Verdad, creyendo que su grito y sus palabras son lo que Dios quiere, se dedican con ahínco a la destrucción sistemática de otras personas que no compartes ni sus ideas ni su opinión.
La historia de Hypatia se repitió en la guerra civil, con los crímenes contra las monjas y los sacerdotes. También durante la represión Franquista. La historia de Hypatia se repitió en la Alemania Nazi, en la China comunista, en el castrismo, en la Unión Soviética, etc. Pero aun hoy, si abrimos bien los ojos, veremos que historias similares se siguen repitiendo, por iluminados que creen que todos sus actos se justifican por su Fe. A mi los críticos no me preocupan, me preocupan los iluminados, y me parece que muchas cosas no se pueden ni se deben justificar por la Fe.
Y respecto al caballero que lleva Humanismos sin Credos, solo decirle que tenga un poco más de compasión por los cristrianos. Los hay buenos y malos de corazón. No se convierta usted en el Cirilo que quiso combatir, sea usted como su heroina Hypatia, heroína mía no lo es pero tiene ganados mis respetos, pues ni los que escribieron la historia, que eran cristianos, no fueron capaces más que de acusarla de brujería. Otros historiadores, también cristianos, hablaron muy bien de ella. Sea pues un poco más compasivo.