La Iglesia no tiene porqué tomar medidas contra la gripe.


Parece que hay que ser valientes para pedir que basta ya de tantas estupideces con la gripe. Si los colegios, teatros, cines, el metro, el autobús, etc, no se cierran, ¿por qué las Iglesias deben cerrarse? Es más, si damos besos en la cara o estrechamos la mano a todo amigo o familiar, ¿para qué no darnos la paz en la Iglesia?

Esta gripe no es nada, es una ridiculez. Y los de la OMS deberían dimitir por seguir dando la voz de alarma por una enfermedad que causa menos víctimas que una gripe común. Si fuera la gripe aviar, que causa muchísimos muertos, se deberían tomar medidas muy enérgicas. Por una estúpida gripe insignificante se está montando un pollo tremendo.

Pues estoy a favor de seguir la rutina religiosa de siempre, y decirle claramente al Ministerio de Sanidad que ponga fin a esta estúpida campaña de pánico. Un día vendrá una gripe seria y nadie se va a creer nada. Pues a toda esta gripe la engloba una atención exagerada.
Volver arriba