Una gran película: La Lista de Schindler

Telemadrid nos ha ofrecido esta noche una película que me hubiera gustado ver en el cine. Lamentablemente cometí el error de dejar pasar tal ocasión y terminar por verla un día en Canal +. Pero a pesar de todo, sigue conservando la misma esa humanidad que me deja embobado, esa capacidad expresiva de un drama terrible, esa crueldad nada gratuita ni exagerada, sino real. Estoy hablando de La Lista de Schindler.

Steven Spielberg hizo tal vez su mejor película relatando la honorable historia de Oscar Schindler, un industrial ambicioso, lujurioso y sin escrúpulos, que hizo negocios aprovechándose de la mala situación en que quedaban los judíos en Polonia. Poco a poco este hombre se dio cuenta de algo que no conseguía tragar en su conciencia, la muerte de unos inocentes como los judíos. Entonces sacrificó sus ambiciones, dilapido su fortuna y se enfrentó a un destino en el que sabía que hiciera lo que hiciera, ponía en juego su vida, lo único que le importó fueron los judíos que salvó.

En mi opinión el holocausto si tuvo algo positivo, fue despertar la humanidad de tanta gente que se envalentonó por evitar una de las mayores injusticias que han golpeado a la humanidad. El exterminio del pueblo judío es sin embargo uno de los mayores errores de la historia. ¿Pero cuantas veces se repitió esto en nuestra historia? Demasiadas veces se ha masacrado a los judíos, demasiadas veces se los ha condenado. Es en las caras de esas gentes que nos muestra Spielberg donde podemos sobrecogernos de algo es muy cercano a nosotros en el tiempo.

Pues viendo tan gran película como La Lista de Schindler, tanta humanidad como desarrolla el protagonista entre las risas y complacencia de los asesinos, siento muchísima emoción por la humanidad mostrada por Oscar Schindler. Su transformación a lo largo de la película, su llanto al final por los que pudo haber salvado si no hubiera derrochado esto o aquello es muy conmovedor. Me hubiera gustado haberla visto en el cine para llorar como solo sabe hacerme llorar el cine.

Una de las cosas con las que sabe jugar astutamente Spielberg es con el cine en blanco y negro, usando tan solo un color para que el público se fije en el cruel destino al que desgraciadamente llega una inocente niña a la que se la pierde durante un tiempo el rastro en la película, para verla después muerta mientras se la llevan para reducirla a cenizas.

Merecidos tuvo en su día los 7 Oscar de la Academia del Cine en los EEUU. Ojalá veamos más humanidad en películas como esta.
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