No es una metedura de pata de Rouco, es una estupidez.

Insisto no lo es, es simplemente que el Cardenal no sabiendo que decir sobre el botellón del fin de semana, acaba de demostrar públicamente lo poco que es capaz de revisar y repensar las cosas que dice. La oración no podrá protegerte que un chucho callejero se mee y se cague todos los días en la puerta de tu casa, pero para el Cardenal, parece que así es.

Lo de Pozuelo no es por falta de rezar el rosario. En algunos casos es por falta de educación de los chavales, en otros por pura corrupción de ciertas amistades. Tal vez el Cardenal pensó que los chavales debieran haberse quedadazo rezando el Rosario en casa, como tiene tantos misterios, seguro que hasta se les habría ido la tarde y no habrían hecho botellón. O tal vez con rezar el Rosario, habría surgido en ese lugar una manifestación de la Virgen que habría hecho abandonar a más de uno los tripis.

El Rosario y la oración no lo arreglan todo, y quienes así lo creen no saben rezar. Es como aquel vago que viendo comida, no se levanta de la silla sino que reza para que le venga derechita a su boca. Pues Rouco parece no dar más de si y parece creer que Dios lo arregla todo y todo. Pues hasta que no vea que Dios baja a arreglarle el motor al coche del Cardenal, incrédulo de mi.

Claro que el Cardenal acostumbra a encargarle a la Virgen que traiga a misa a los más alejados, en lugar de hacerlo él con buenas pastorales o grandes gestos. Y si en España se aprueban leyes en las cortes que no le gustan a él, le encarga a la Virgen que se desaprueben dichas leyes, ni que ella fuera el presidente del congreso o tuviera allí un escaño. Y por lo visto la Virgen de la Almudena hace mucho que le dijo tararí que te vi, pues harta debe de estar que la encarguen a ella hacer lo que uno no quiere hacer. ¿Es que acaso sin esfuerzo personal esperas que Dios te ayude?

Déjese de milongas señor Cardenal. Por más que rece usted, el botellón seguirá ocurriendo, y España seguirá moviéndose en la misma dirección. Ponga usted su granito de arena por mejorar las cosas, que Dios no da nada gratis a quien nada hace.
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