La Iglesia chilena en tiempos de Francisco Obispos en Chile: “Al Papa hay que apoyarlo porque el daño que han hecho los abusos a las víctimas, a la comunidad y a todo el tejido eclesial ha sido devastador”

Obispos chilenos Chomalí, Pérez de Arce, Morales, Castro, Covili y Chordi
Obispos chilenos Chomalí, Pérez de Arce, Morales, Castro, Covili y Chordi

“Francisco nos ha hecho ver que la manera como estamos llevando adelante la misión no es la que corresponde a los tiempos que corren”

“El Papa nos invita una y otra vez a volver a la fuente del cristianismo lo que implica según sus palabras una Iglesia pobre para los pobres. A nosotros, obispos y sacerdotes, nos pide tener más olor a oveja”

“Falta aún para seguir avanzando en la construcción de la cultura del cuidado, no obstante, los importantes pasos dados para entendernos en una eclesiología donde el servicio y no el poder sea el eje de nuestro anuncio, donde las relaciones entre los discípulos y discípulas de Jesús, sean entendidas en la lógica del servicio”

En los 10 años de pontificado del Papa Francisco, el viaje apostólico que realizó a Chile, en enero de 2018, marcó un hito gigante en la crisis de la Iglesia chilena. Fue, probablemente, un viaje de rotundo fracaso, el de menor incidencia, el de audiencias prácticamente vacías, y lo que más quedó en la retina de quienes lo vieron por televisión, es que en los actos públicos el obispo de Osorno, Juan Barros, no se despegó del lado del Papa. En la calle, los laicos exigían la salida de dicho obispo por ser encubridor de abusos. Esto, junto a la frase: “en Chile se encarcela la pobreza”, de la hermana Nelly León en su discurso al Papa en este viaje, formulada en el corazón de la cárcel de mujeres de Santiago, fueron los signos que quedaron para la historia.

Luego la crisis fue tocando fondo. El Papa pidió perdón por la mala información que recibió del episcopado. Escribió una memorable Carta al Pueblo de Dios que peregrina en Chile, y muy pronto sacó al obispo Barros de Osorno y no le dio nueva destinación.

Obispos chilenos renuncian ante el Papa
Obispos chilenos renuncian ante el Papa

Francisco, también llamó a todos los obispos chilenos a Roma. Ahí renunciaron aunque jamás se supo qué pasó con esas renuncias. Entre tanto, el laicado crecía a la intemperie y se organizó en un Sínodo Autoconvocado que también hizo historia, solidarizó  con las víctimas de abusos y marcó la agenda respecto del protagonismo de las mujeres en la iglesia, el rechazo al clericalismo, y dio testimonio poniéndose del lado de quienes eran víctimas de violaciones a los derechos humanos en el estallido social de 2019. Luego se comunicó directamente con el Papa. Incluso algunos fueron a Roma y le dijeron a Francisco que era más fácil reunirse con él que con los obispos chilenos.

El Papa nombró algunos administradores apostólicos para resolver problemas en diócesis clave, y poco a poco empezó a realizar cambios. Primero el nuncio y luego algunos obispos. Nombró a un discreto capuchino como arzobispo de Santiago, Celestino Aós, que después lo creó cardenal para sorpresa de muchos. También los obispos renovaron su directiva en la Conferencia Episcopal.

El ciclo inicia su cierre con la participación de cerca de 700 personas líderes, de las 27 diócesis, en la Tercera Asamblea Eclesial Nacional realizada a fines del año pasado y donde por primera vez en más de 10 años, laicos, laicas, sacerdotes, diáconos, religiosas y religiosos, más todos los obispos chilenos, empezaron a mirarse a los ojos para reconstruir las confianzas.

Proyecto de Francisco

Algunos de estos obispos evaluaron para Religión Digital, este decenio del pontificado de Francisco y su impacto en la iglesia sinodal que impulsan.

De iz a der: F. Chomalí, S. Pérez de Arce, R. Morales, C. Castro, I. Covili, y A. Chordi.
De iz a der: F. Chomalí, S. Pérez de Arce, R. Morales, C. Castro, I. Covili, y A. Chordi.

El Secretario General de la Conferencia Episcopal, Sergio Pérez de Arce Arriagada (59 años), nombrado obispo de Chillán en febrero de 2020, señala que en muchos temas el Papa Francisco va más adelante que muchos, incluido obispos. Dice: “Cuando hablamos del proyecto del Papa creo que hay que entender especialmente lo que él plantea en la Evangelii Gaudium. Aquí nos invita a una renovación eclesial impostergable, a una conversión pastoral y misionera de la Iglesia que no deja las cosas como están, a una iglesia en salida que llega a las periferias, y a una iglesia de corazón abierto. A esto se ha agregado en los últimos años el desafío de la sinodalidad. Y ante eso, que mucho nos motiva, todos quedamos en deuda. No creo que a los obispos chilenos nos cueste asumir este proyecto más que a otros, a todos nos cuesta, porque creo que el Papa finalmente va más adelante que la mayoría de la Iglesia”.

Por ello, es que “en estos diez años de pontificado, Francisco está dejando una huella muy profunda en toda la comunidad eclesial”, señala el arzobispo de Concepción, Fernando Chomalí Garib (66 años), vicepresidente de la Conferencia Episcopal y nombrado obispo por Benedicto XVI en 2006. Añade que “con claridad y sin ambigüedades, Francisco nos ha hecho ver que la manera como estamos llevando adelante la misión no es la que corresponde a los tiempos que corren. Para él, hoy más que nunca, urge un testimonio más nítido de vida evangélica, la que está íntimamente asociada al servicio a los más pobres, a una vida espiritual centrada en la Palabra de Dios y lejos de la mundanidad espiritual”.

Señala, también, que “el Papa se da cuenta que los aires de clericalismo que abundan por doquier a todo nivel impiden promover la misión y el concepto teológico de Pueblo de Dios que tanto ama y repite. El Papa nos invita una y otra vez a volver a la fuente del cristianismo lo que implica según sus palabras una Iglesia pobre para los pobres. A nosotros, obispos y sacerdotes, nos pide tener más olor a oveja”.

“En el caso de la iglesia en Chile”, comenta Sergio Pérez de Arce, “hay una historia de búsquedas y de renovación, de participación comunitaria, de compromiso del laicado, sería injusto no reconocerlo, pero en el 2018, con su carta al pueblo de Dios, el Papa nos hizo ver con crudeza los problemas en nuestras relaciones, el mal manejo del poder, la configuración de una cultura del abuso que tanto daño ha hecho”, afirma el secretario general de la Conferencia Episcopal.

Protestas de laicos
Protestas de laicos

Abusos Eclesiásticos

El obispo de Copiapó,Ricardo Morales Galindo (50 años), mercedario que antes fue enviado a Puerto Montt como administrador apostólico para esclarecer los abusos ocurridos en tiempos del arzobispo Cristián Caro, y que actualmente integra el Comité Permanente del Episcopado, contextualiza el tema de abusos en Chile en la situación global de la iglesia.  “Considero que la gestión del papa Francisco para erradicar los abusos sexuales en la Iglesia, ha tenido un capítulo importante con la situación que hemos vivido en Chile respecto a los casos de abusos. Con vergüenza y horror Chile aparece como ejemplo en estos casos, no obstante, ser una realidad que afecta a toda la Iglesia en el mundo”, explica.

Morales, quien fue nombrado obispo en junio de 2020, continúa: “lo que hemos vivido, ha puesto en evidencia, con dolor y sufrimiento para las víctimas y sobrevivientes, lo que nunca debió pasar. Por eso, las medidas que el Papa ha ido tomando han tenido una evidente repercusión en Chile”.

El arzobispo Fernando Chomalí complementa “al Papa le ha tocado seguir haciéndose cargo de los abusos en la Iglesia. Lamentablemente es un fenómeno mundial que también estaba instalado en Chile. Su no a los abusos de conciencia, de poder y sexuales lo llevó a tomar medidas a corto, mediano y largo plazo que aún se están implementando tanto en Chile como en muchas otras partes del mundo”. Y luego remata con claridad: “al Papa hay que apoyarlo porque el daño que han hecho los abusos a las víctimas, a la comunidad y a todo el tejido eclesial ha sido devastador”.

Sinodalidad

El obispo Pérez de Arce, añade que “hemos dado pasos. En estos últimos años se ha dado un proceso de discernimiento eclesial que todavía tiene que dar muchos frutos. Las diócesis en Chile hemos participado activamente en el proceso sinodal, la realidad de los abusos ha sido enfrentada con políticas de prevención y acciones de reparación que han involucrado a toda la Iglesia. Por supuesto que falta mucho, y también hay resistencias a los cambios, pero el camino de la sinodalidad y de la renovación eclesial debe ser un camino permanente”.

Tercera Asamblea Eclesial de Chile
Tercera Asamblea Eclesial de Chile

Morales prosigue: “los procesos eclesiales de discernimiento como la III Asamblea Eclesial Nacional, nos han ido permitiendo no sin dificultad, ‘llegar a las raíces que permitieron que tales atrocidades se produjeran y perpetuasen, y así encontrar soluciones al escándalo de los abusos no con estrategias meramente de contención ―imprescindibles pero insuficientes― sino con todas las medidas necesarias para poder asumir el problema en su complejidad’”.

Y añade, “las víctimas y sobrevivientes, han sido una voz profética, que muchas veces desde fuera de la orgánica eclesial, han sido valientes y perseverantes en no callar y denunciar, en vencer el miedo, para que como Iglesia asumamos la necesaria reparación”.

Chomalí, indica: “El episcopado chileno ha sido fiel al Pontífice por ser el sucesor de Pedro y vicario de Cristo. Y lo ha hecho implementando una serie de medidas a nivel de la Conferencia Episcopal y las diócesis para promover lugares sanos de convivencia, para prevenir abusos de cualquier tipo y para investigar de manera diligente las denuncias que pudiesen existir. Los frutos de estas acciones están a la vista porque son varios los sacerdotes que han sido expulsados y otros tantos que están alejados del ministerio”, declara el arzobispo de Concepción.

Formación de Sacerdotes

Con ello, la formación de los presbíteros es clave.  Cristian Castro Toovey   (53 años), nombrado obispo Auxiliar de Santiago también en junio de 2021, con experiencia en formación sacerdotal porque fue rector del Seminario Pontificio de la arquidiócesis, explica que “tenemos una excelente carta de navegación entregada por el Papa Francisco para procurar una adecuada formación sacerdotal, acorde a los desafiantes tiempos actuales”, refiriéndose al documento de 2016 del Dicasterio del Clero: El don de la vocación presbiterial, llamado comúnmente, Ratio Fundametalis Institutionis sacerdotalis, y que el obispo explica con detalles. “Hacemos esfuerzos importantes para crear y formar equipos de formadores entregados a esta sensible e importante misión”, sostiene y dice confiar en “el laicado que tiene una misión fundamental con su participación activa, orante, madura y consciente para apoyar la formación de los futuros pastores para la Iglesia de hoy y mañana”.

Complementa señalando que “se pretende ser más conscientes de un llamado y envío por parte de cada formando hacia el sacerdocio en vistas a enriquecer la vida de la Iglesia en su conjunto” pero enfatiza que, según él, “falta una toma de conciencia de la corresponsabilidad de toda la Iglesia en vistas a generar una cultura vocacional. La baja numérica de los candidatos al sacerdocio no es sólo problema y desafío del clero, sino de toda la Iglesia en su conjunto”, afirma.

En la línea de la esa formación sacerdotal, el vicepresidente del Episcopado, Fernando Chomalí, enfatiza: “ha sido sanador para todos el repetirnos una y otra vez: no hay espacio para el sacerdocio para quienes abusen y que desde el testimonio diáfano de la buena noticia que nos trae el evangelio podremos emprender la misión en la verdad, con más hondura espiritual y ser creíbles. En esto la Conferencia Episcopal de Chile muestra coherencia y unidad”.

El obispo Ricardo Morales, desde el norte del país, y donde le ha tocado enfrentar duros casos de justicia en materia de abusos, señala que “falta aún para seguir avanzando en la construcción de la cultura del cuidado, no obstante, los importantes pasos dados para entendernos en una eclesiología donde el servicio y no el poder sea el eje de nuestro anuncio, donde las relaciones entre los discípulos y discípulas de Jesús, sean entendidas en la lógica del servicio, porque es lavando los pies a los discípulos es como Cristo nos muestra el rostro de Dios. Nunca es por coacción ni obligación sino por servicio. Finalmente, confío en Dios, que todo el proceso sinodal que estamos viviendo nos deberá llevar a nuevas maneras de entender nuestras respectivas vocaciones y ministerios, donde no se dé lugar al abuso, la manipulación o la arbitrariedad”, concluye.

Migrantes llenan las iglesias

Obispo Covili recibiendo migrantes en Iquique
Obispo Covili recibiendo migrantes en Iquique

Mas, otro de los fenómenos clave que Francisco ha insistido majaderamente, son las migraciones. “Chile tiene una larga historia con el aporte de los migrantes y ciertamente hoy es un tema mayor y complejo”, más en el último tiempo donde se ha generado “una avalancha de miles de personas que cruzan la frontera”, señala Isauro Covili Linfanti (62 años), nombrado obispo en abril de 2022.

“Puedo señalar —dice el religioso que era vicario general de la Orden de los Franciscanos cuando fue nombrado obispo de Iquique, una diócesis marcada por las migraciones— que la Iglesia de acá del norte de Chile ha estado en esta crisis migratoria desde el inicio porque el Estado llega más tarde. Pero en la iglesia falta formación para entender y acompañar el proceso migratorio, que como indica el Papa es un complejo fenómeno universal. Debemos entender que el país se construye hoy con los migrantes y que no podemos desconocer este fenómeno ni solucionarlos solos, sino que en el conjunto de la comunidad internacional” indica.

Luego destaca que “en el norte y en otros lugares del país, las comunidades se han despertado con quienes llegan al país y se han vuelto muy activas. Por ejemplo, la Iglesia de los Sacramentinos de Santiago, se ha abierto a los migrantes y particularmente a los venezolanos. Esta y otras iglesias se llenan con comunidades migratorias que necesitan ser acompañadas en su fe. De este modo vamos generando una iglesia en salida como quiere el Papa Francisco”.

Pastores que acaricien el rebaño

La renovación de los pastores es muy relevante para este proyecto. Álvaro Chordi Miranda (55 años, de Pamplona y País Vasco), nombrado recién en octubre de 2022, obispo auxiliar de Santiago, dice que “lo que más valoro del pontificado del Papa Francisco es su humanidad ante un mundo tan deshumanizado. Hay muchos gestos que ha realizado durante esta década en que los más frágiles y humildes son el centro de la Iglesia. Incluso me atrevería a decir que Francisco ha desplazado el horizonte de la Iglesia -signo e instrumento- al Reino de Dios. Él ha hecho ingentes esfuerzos para ayudarnos a salir de nuestra autorreferencialidad y transitar hacia las periferias existenciales y geográficas. En definitiva, creo que está impulsando la renovación evangélica en toda la Iglesia, generando un clima más evangélico y humano”.

Obispo Álvaro Chordi camina con su parroquia hacia la Catedral donde fue consagrado
Obispo Álvaro Chordi camina con su parroquia hacia la Catedral donde fue consagrado

Luego de concluir en estos días un peregrinaje por sus orígenes y fuentes de la fe, en España, Álvaro Chordi, quien también tiene un gran compromiso con los migrantes, seguirá siendo párroco y tendrá a su cargo la parte céntrica del territorio arquidiocesano de Santiago. Desde su nueva realidad afirma que “el cambio que está solicitando el Papa a los pastores lo manifestó recientemente en su viaje apostólico a Sudán del Sur: que seamos dóciles a la iniciativa de Dios, que descendamos para ponernos en medio del pueblo, haciendo puentes que lo unen con Dios, que caminemos en medio de sus sufrimientos, sus lágrimas, sus hambres de Dios y su sed de amor de los hermanos y hermanas. En definitiva, que seamos hermanos humildes y compasivos que acariciemos el rebaño de Dios y nos ensuciemos las manos por la gente”, concluye.

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