"Ante esta realidad no caben ideologías ni límites territoriales" David López Royo: "¿Qué futuro? tener esperanza"

Emergencia sanitaria por coronavirus
Emergencia sanitaria por coronavirus

"Solidaridad es avanzar de manera conjunta ante una enfermedad que ha trastocado los planes que todos nos habíamos marcado"

"Precisamos de responsables políticos que sean sencillamente responsables"

"También la sociedad ha perdido el sentido económico de una economía que tenía que buscar el bien común"

En dos semanas todo ha cambiado. En unos meses todo habrá que recomponerlo y todo será diferente. Creo que los políticos están descolocados o más bien no quieren abordar una realidad que les supera; pero no solamente a ellos, también al resto de la población. Existe la corresponsabilidad.

El momento que estamos viendo tiene que ser un espacio para la solidaridad y para el trabajo en equipo, es misión de quienes formamos este país, España, el avanzar de manera conjunta ante una enfermedad que ha trastocado los planes que todos nos habíamos marcado.

El sufrimiento que miles de personas están teniendo en primera persona es de gran magnitud. Ante esta realidad no caben ideologías ni límites territoriales. Todos, sin excepción, formamos parte de un país, de España. No puede haber un hueco para quien se empeñe en marcar diferencias. No estamos para escuchar una historia interesada y llena de falsedades. La historia, la realidad de la historia, es la que están pasando y estamos sufriendo miles de personas que formamos parte del día a día de un país que está siendo atacado por un virus, al menos por ahora, difícil de controlar.

Precisamos de responsables políticos que sean sencillamente responsables. Llevamos una semana de estar confinados, decisión valiente y necesaria tomada por el Gobierno de España; nos quedan, de momento, tres semanas más, hasta el 11 de abril, fíjense coincide con el Domingo de Resurrección... ¡La fe puede mover montañas!

Afecto en tiempos de epidemia
Afecto en tiempos de epidemia

Serán tres semanas muy duras, sí, durísimas. Serán 20 días en donde las personas vamos a saber calibrar con más rigor a nuestros gobernantes. Tantos días en casa va a hacer posible que descubramos los verdaderos límites que tienen los servidores públicos, también a ellos se les terminará acabando el argumentario ideológico; menos mal, y aparecerá la necesidad de ser más comprensivos con los que no piensan de la misma manera; estarán aprendiendo a empezar a trabar en equipo. Sigo echando en falta, en los políticos, lo que escribía en mi último artículo titulado "la foto que todos esperamos".

Las personas están falleciendo solas, es cruel, y desde luego pone en crisis todo el discurso del Estado del Bienestar; y lo hace porque el Estado del Bienestar que los políticos han ido marcando en estos últimos años, ha sido la quimera de lo externo, destruyendo lo esencial que es, ni más ni menos, la dimensión humana y espiritual de cada ser humano. Esta perspectiva no interesaba y había que anularla. La única religión posible tenía que ser la de la ideología política. Pero ¡ojo! también la sociedad ha perdido el sentido económico de una economía que tenía que buscar el bien común y el logro de la generación de la riqueza social. La economía tan solo ha estado mirando al puro beneficio económico, que no es malo y que es necesario; pero éste siempre debería de estar orientado hacia el logro de la dignificación de las personas. ¿Cuánto, de verdad, importan las personas a la economía?. ¿Queremos una economía que busca la dignificación o preferimos la ganancias que solo enriquecen a unos pocos?. ¿Queremos emprendedores que dignifican o emprendedores que clasifican?.

"También a ellos se les terminará acabando el argumentario ideológico; menos mal, y aparecerá la necesidad de ser más comprensivos con los que no piensan de la misma manera"

Nos quedan semanas, me atrevo a decir que dos o tres meses, todavía muy críticos en lo que respecta a la emergencia sanitaria, y después qué.

Quiero trasladar a mis lectores algunas ideas. Lo voy a hacer a modo de decálogo. El eje que vertebrará los diez puntos es la Esperanza.

Primer punto

Somos un país, no una nación de naciones. Si en estos días tan trágicos se apela, desde el Gobierno de España, a que somos una única realidad, esto tiene que quedar para siempre y quien se olvide de ello debería quedar inhabilitado como político.

Enseñanza: La Esperanza es un sentimiento personal que se construye colectivamente.

Segundo punto

Tenemos una historia, no historias diferentes. Es una historia basada en la solidaridad. Ésta no entiende de diferencias ni de clases ni de ideologías. Nuestros antepasados, nuestros cercanos, abuelos y padres, nos enseñaron que el odio no conduce a ninguna parte, en todo caso a la autodestrucción. Lo particular se respeta desde el mismo momento que reconocemos que somos parte una país; un gran país que siempre ha estado volcado a los demás, y que aunque se han vivido momentos tristes ha reinado más la fraternidad.

Enseñanza: La Esperanza es apostar por la solidaridad y alejarse de aquello que solo fomenta odio.

La solidaridad en tiempos de coronavirus
La solidaridad en tiempos de coronavirus

Tercer punto

Vivimos para construir. Tenemos un proyecto común que realizar. Todos debemos de formar parte del mismo. Es el Proyecto de España. Esa España nuestra, como reza una preciosa letra musical.

Enseñanza: La Esperanza nos hace sentir a todos partícipes de un proyecto.

Cuarto punto

Nos empeñamos en hacer que nuestro país sea nuestro. Se trata de que quienes lo configuramos podamos tener los mismos derechos. No hay privilegios, lo que existen son prestaciones y servicios para el conjunto de la población, sin diferencias.

Enseñanza: La Esperanza nos sitúa en el mismo lugar ofreciéndonos las mismas condiciones.

Quinto punto

Decidimos que no queremos fomentar la división. Es esencial este punto por cuanto será el motor que podrá generar un verdadero cambio económico, en donde no haya espacio para zonas o regiones empobrecidas.

Enseñanza: La Esperanza es, precisamente, llevar la confianza a las zonas más deprimidas y olvidadas.

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez

Sexto punto

Queremos emprendedores que buscan la generación de la riqueza social. La economía y el emprendimiento empresarial son dos ejes fundamentales para lograr que la economía sea un verdadero motor; de ahí que sean necesarias personas que crean profundamente en la riqueza social. Su perfil es básico para lograr reorientar las equivocaciones que se hayan podido cometer en el mundo empresarial y en la economía.

Enseñanza: La Esperanza es lograr una cambio de parámetros en la manera de entender la economía.

Séptimo punto

Somos personas que creen en la fraternidad. Queremos, ante todo, ser hermanos. Nos hemos cansado de políticos que solamente piensan en dividirnos levantando muros entre nosotros.

Enseñanza: La Esperanza es anteponer el afecto y el cariño.

Octavo punto

Después de la crisis sanitaria habrá que convocar elecciones. Estamos ante un nuevo escenario socioeconómico. Es preciso un gobierno que salga de unas elecciones generales.

Enseñanza: La Esperanza hay que potenciarla con unos responsables políticos que sean validados electoralmente.

Francisco, preocupado por el coronavirus
Francisco, preocupado por el coronavirus

Noveno punto

Planificar una economía que tenga como objetivo la dignificación de las personas. Tenemos una gran oportunidad para hacer que la economía pueda ser un eje esencial en la nueva etapa que habrá que inaugurar después de la emergencia sanitaria. Será el eje que fomentará unas relaciones comerciales y económicas más coherentes y más justas.

Enseñanza: La Esperanza es lograr que cada persona sea tratada con dignidad.

Décimo punto

Sentirnos corresponsables y no dejar de seguir cumpliendo con lo que las autoridades nos están pidiendo. Tenemos que ser conscientes que, todavía, nos queda un trecho importante que recorrer y no podemos olvidarnos de que tenemos una gran responsabilidad.

Enseñanza: La Esperanza es sentirnos corresponsables para que no se destruya lo que con tanto esfuerzo hemos construido.

Para concluir recordar que nuestro futuro, no puede ser otro que el de tener Esperanza ¡Ante todo Esperanza!

Coronavirus en Italia
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