Parece se que la presidencia Laporta dejó las arcas del Barça desfondadas, con una deuda de unos 77 millones de euros. Dicen los entendidos: “El Barça alcanzó su mejor época deportiva en tiempos del peor presidente de toda su historia”. Laporta aprovechando su popularidad como presidente para entrar en política. Dicen que llamó a varias puertas pero le dijeron en todas partes: “Para tocar poder tienes que ponerte a la cola”. Las prisas lo empujaron a intentar fundar un partido pero la cosa no funcionó. Como solución final parece que está en tramites para entrar a engrosar las listas de un partido hasta hoy ilustre entre sus socios: “cuatro gatos”. Sus incondicionales sepan que "la causante de todas sus desventuras es la caverna mediática españolista".