Tomando café, un hombre que venía de la peluquería contó: “Hemos hablado de política, de cuernos. Por cierto, había allí un señor que debía de ser cura y dijo que la mayor oposición que estaba encontrando Francisco es y será dentro de la misma Iglesia de parte de grupos ultramontanos que no quieren cambiar nada. “La verdad es que Francisco ha despertado unas expectativas enormes. Uno lee cualquier diario, hasta los más recalcitrantes con la religión y el clero y dan noticias positivas sobre el Papa. Nuestro amigo, con el pelo muy bien cortado siguió diciendo: “La peluquería es como un confesionario. La gente lo cuenta todo porque el peluquero no va a decir nada y los otro, salvo raras excepciones, no se conocen”