Hay que admitir que el grueso de los manifestantes piden cosas razonables y, a mismo tiempo, que hay que tomar mdidas para corregir el rumbo actual de las cosas. También hay que admitir que la policía tiene que tomar las medidas necesarias para impedir la violencia de algunos manifestantes. Y aún hay que admitir la existencia de grupos que están al acecho de cualquier ocasión para sembrar el desconcierto y crear conflictos. Estos, además, piden configurar el mundo de acuerdo a su ideología que, por supuesto, no es la de la mayoría. Hay que hacerse una pregunta: ¿los Estados de la CE toman estas medidas pensando en el bien común o lo bajo los criterios de las 51 multinacionales que olvidan por completo la función social de la riqueza? De las 100 entidades más poderosas económicamente del mundo, 51 son multinacionales según declaraciones de un ministro del Gobierno de España.