Bermejo anuncia "modificaciones profundas" en la Ley de Libertad Religiosa

No obstante, Bermejo insistió en que todas las modificaciones se llevarán a cabo "desde un punto de vista constructivo y en una posición de neutralidad de un Gobierno que practica la laicidad". La futura ley "se basará en el principio de igualdad, para asegurar que nadie sea discriminado por profesar credos minoritarios", y "ajustar la legislación a la realidad actual". Por otro lado, aunque fuera del ámbito de esta reforma, el ministro aludió a la posibilidad de incluir otras confesiones -los evangélicos serán los primeros- en las casillas de la declaración de la Renta.
Durante la presentación de la Memoria 2007 de la Fundación Pluralismo y Convivencia, el ministro incidió en que el Ejecutivo socialista pretende establecer "relaciones constructivas con todas las religiones", tal y como señala la Constitución. "Cuando hablamos de ir avanzando en un sistema igualitario, pienso sobre todo en las personas, que nadie se crea discriminado por pertenecer a un credo u otro", ha apuntado el ministro que ha añadido que los acuerdos del Estado con las diferentes religiones estableces un marco que puede ser revisable "en la medida que no es inmutable". No obstante, Bermejo calificó de "muy buena" la relación con la Iglesia católica".
Junto al titular de Justicia, se encontraba el recientemente designado Director General de Asuntos Religiosos, José María Contreras. Por cierto, que el cargo de Contreras pasará a denominarse, en un alarde de corrección política, "Dirección General de Relaciones con las Confesiones".
Del mismo modo, Bermejo anunció la creación de un Observatorio del Pluralismo Cultural y Religioso para mejorar el conocimiento y la toma de decisiones en estas cuestiones. Este Observatorio estará enmarcado en el Plan Nacional para la Alianza de Civilizaciones.
En cuanto a la polémica del velo islámico, reavivada por la ministra Bibiana Aído, Fernández Bermejo lanzó un dardo envenenado a su compañera de cartera: "Donde no hay un problema, no conviene crearlo. En este país el velo no es un problema, y creo que, como símbolo, es perfectamente legítimo". "Si en algún momento el velo, pero no sólo el velo, significara una imposición coactiva, nuestra leyes son muy claras al respecto; no hace falta ni siquiera cambiarlas", recalcó el ministro, quien remachó, con una comparación muy poco afortunada, que España es un país de "larga tradición" de velos. "Piense por ejemplo en las monjas, que lo llevan voluntariamente".
baronrampante@hotmail.es