Rouco también apuesta contra Rajoy


Lo cuenta, con detalle, Enric Juliana en La Vanguardia. Algunas de las tesis mantenidas en el artículo han sido reseñadas con anterioridad en esta bitácora, pero lo cierto es que el trabajo de Juliana -que tendrá continuidad próximamente, probablemente contando quién y por qué filtró la noticia de la renovación precisamente al término de la visita al Papa- es acertado, preciso e incisivo. Nos cuenta, nada más y nada menos, que el cardenal Rouco fue quien apostó decididamente por la renovación de Losantos, contra el criterio mayoritario del Comité Ejecutivo, incluyendo en el mismo -y esta es la gran novedad- al cardenal de Toledo, Antonio Cañizares.

Tras el encuentro con Benedicto XVI producido el pasado lunes, y mientras la cúpula episcopal departía amigablemente con el embajador de España en la Santa Sede, Francisco Vázquez, el gerente del Episcopado -y consejero de Cope- Fernando Giménez Barriocanal, colgaba el teléfono y anunciaba: "Eminencias, me informan desde Madrid que en la página web de la Cope se acaba de anunciar la renovación del contrato de Federico Jiménez Losantos".

El único que rompe el silencio es el cardenal Cañizares. "Me parece una muy mala noticia. Es una lamentable decisión", exclama en voz alta, mientras el resto de comensales, más discretos, no abundan en el debate. Sólo Antonio María Rouco sabe en realidad qué es lo que ha pasado. Y lo que pasó se fraguó, como anunciamos en exclusiva, durante la reunión del Comité Ejecutivo del Episcopado, celebrada el pasado 8 de mayo (no el 15, como se afirma en La Vanguardia. Un error menor, ciertamente).

En el mismo, como bien cuenta Juliana, la cúpula del Episcopado estuvo a punto de despedir a Federico Jiménez Losantos, quien desde la derrota electoral del PP está desarrollando una feroz campaña contra Mariano Rajoy, apoyado por el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez. El cardenal Cañizares, ausente de Madrid, hizo llegar por escrito su opinión, nítidamente contraria a la renovación del contrato de Jiménez Losantos. El primado considera que, en estos momentos, el propagandismo de la Cope ha rebasado unos límites aceptables, en detrimento del prestigio de la Iglesia. Es, en sustancia, la misma opinión que el nuncio de la Santa Sede en España, Manuel Monteiro de Castro, ha transmitido a la Secretaría de Estado del Vaticano. Como se recordará, tanto el Nuncio -a quien se le ha llamado masón- como la FERE son dos de los muñecos de pim-pam-pum preferidos por Losantos.

Según La Vanguardia, cuatro de los siete miembros del comité ejecutivo episcopal - el vicepresidente Ricardo Blázquez (Bilbao), Antonio Cañizares (Toledo), Lluís Martínez Sistach (Barcelona) y Carlos Amigo (Sevilla) son, en estos momentos, críticos con la Cope. En una posición intermedia se halla el obispo de Oviedo, Carlos Ossoro. Los únicos valedores del hombre que con mayor ahínco quiere derrotar a Rajoy son Rouco Varela y el secretario portavoz de la Conferencia, Juan Antonio Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid. Pero no hubo votación.

La reunión transcurrió en términos ambiguos. "La voz más clara fue la de Cañizares", relata una fuente que la conoce al detalle. "Martínez Sistach y Amigo se movieron con prudencia; no fueron muy beligerantes", añade. La contención del cardenal de Barcelona está siendo especialmente comentada en círculos eclesiales de Madrid. Con suma habilidad, el cardenal Rouco llevó la indeterminación a su terreno y propuso trasladar la decisión final a Alfonso Coronel de Palma, presidente de la emisora. El domingo por la tarde, Jiménez Losantos obtenía la renovación por un año, prorrogable (el radiofonista pedía tres).

El día anterior, Rouco Varela había compartido manteles - una cena- con Rajoy, quien le pidió neutralidad en el convulso periodo que atraviesa el PP. "El encuentro -finaliza Juliana-, correcto en las formas, acabo instalado en la frialdad. Cada vez más partidario de la beligerancia de los católicos en el espacio público, el presidente de los obispos españoles ya sabía cuál era su apuesta".

Mala apuesta, muy mala apuesta, que a buen seguro el cardenal de Madrid ya haya comenzado a lamentar, después de la visita del Papa y las propuestas de diálogo del Gobierno. Aunque al Ejecutivo socialista le convienen los ataques contra Rajoy, porque entretanto, no hay oposición. Y corremos el riesgo que, de nuevo, la Iglesia le haga el juego al PSOE, para después quejarse por lo mal que el Ejecutivo trata a la Iglesia. Cosas veredes, amigo Sancho. Mis felicitaciones a Juliana por su información -que, ya se lo adelanto, es cierta prácticamente en su totalidad- y, sobre todo, por la valentía de contarla en un diario de tirada nacional.

baronrampante@hotmail.es
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