Un buen número de Vida Nueva

Muy completo el número de esta semana de Vida Nueva. Sin exclusivas de alto alcance, pero con muchas pildoritas, para pensar, tranquilamente, durante un fin de semana que se nos antoja pasado por agua. Desde el artículo de Juan Rubio, en el que, a cuenta del 40 aniversario de Mayo del 68, reinvidica la tarea de soñar, también en nuestra Iglesia, hasta la jugosa entrevista a Juan del Río, en la que responsable de Medios de Comunicación del Episcopado amaga sin terminar de dar sobre los problemas de comunicación de la Iglesia. Un buen número. Adelante.
Comienza el director de la revista editada por los marianistas haciendo referencia a "la reinvidicación de un estado de ánimo. Había ganas de soñar". Hoy, lamentablemente, al menos en nuestra Iglesia, cada vez nos cuesta más conciliar el sueño, no siempre exento de pesadillas, molestos ronquidos o, lo que es peor, desvelos. Pero siempre llega el amanecer.
"Los aledaños de La Sorbonne -recuerda Juan Rubio- se convirtieron en un símbolo de la libertad y las barricadas parisinas acuñaron un optimismo del que no se puede dimitir". La Iglesia, la misma que en esa época "tomó la Gaudiun et spes y se puso a entender y a escuchar". Como dijo el obispo de Dijon, "no debemos refugiarnos en actitudes de condena o pasividad, sino actuar con los que tratan de construir un mundo mejor”. Y, como concluye el artículo, "la Iglesia se puso a escuchar y no a condenar. Ganó en credibilidad, aunque perdiera cantidad". ¿Similitudes con la situación actual?
El editorial, por su parte, tampoco tiene desperdicio. Abundando en la cuestión de los dineros de la Iglesia y, con motivo de la Campaña de la Renta, Vida Nueva resalta que "el sostenimiento económico de la Iglesia católica en España depende, única y exclusivamente, de los católicos y de quienes valoran la labor que la Iglesia desarrolla. Buscar otros caminos confesionales es mirar atrás con nostalgia. Eliminar toda colaboración de cara al futuro es abiertamente injusto en una sociedad que no es laica, aunque el Estado sea aconfesional". Un justo medio del que en demasiadas ocasiones dimitimos los cristianos (también los políticos), lanzándonos a unas trincheras que no deberían ser nuestras.
"Esta situación nueva -afirma el editorial, y nosotros con él- pone a la Iglesia en el camino de un nuevo enfoque, teniendo que, en primer lugar, crear una conciencia de solidaridad desde la comunión de bienes y, por otro lado, asumir una claridad en la gestión de esos fondos que no induzca ni a la más mínima duda. Para muchos cristianos será un momento de purificación y, de cara a la sociedad, servirá igualmente de testimonio de coherencia. Una imagen de Iglesia fraterna, apegada a los pobres y necesitados, y administradora de unos bienes que ponen a esos pobres en primer lugar, será una Iglesia más creíble socialmente y más fuerte evangélicamente. Desde la ingente labor que realiza, y poniendo de manifiesto sus múltiples tareas en bien de los hombres y mujeres de esta sociedad, la Iglesia tiene que presentarse como pobre para con los pobres, y con una gran riqueza que es su acervo cultural y su capital de obras sociales. Desde esta clave de comunión de bienes, testimonio de pobreza y servicio a todos, se entiende mucho mejor la tarea".
Por otro lado, la entrevista a Juan del Río. En la misma, el prelado reconoce, entre otras cosas, que "la comunicación desde la Iglesia tiene que ser más viva, menos encorsetada, con un lenguaje que entienda la gente, abierta y sin sectarismos". Sobre la Cope, sin mojarse mucho, sí resalta que “ningún comunicador está exento del ideario de COPE". Y añade una frase reveladora de un estado de ánimo: "No se defiende a la Iglesia con ‘soflama’, sino mostrándonos sin complejos lo que verdaderamente somos".
Finalmente (porque no creo que al amigo Juan Rubio le agrade que le destripemos toda la revista) resaltar el Pliego, que incluye la conferencia pronunciada por el cardenal Sistach en el Club Siglo XXI. Una buena hoja de ruta para algunas cuestiones. Como este número de Vida Nueva. Enhorabuena.
baronrampante@hotmail.es