Cuando el obispo de Juli se enteró de la elección de Prevost como papa Ciro Quispe: "Mientras me echaban esas rosas sentía el cariño de ustedes"
Testigo de excepción en la consagración del obispo de Juli fue el obispo de Chiclayo, el agustino Robert Francis Prevost
"Ha sido nombrado de manera inimaginable un obispo peruano como sucesor de san Pedro"
"Con Prevost como presidente de la Comisión de migrantes hemos trabajado juntos"
"Con Prevost como presidente de la Comisión de migrantes hemos trabajado juntos"
“Mientras me echaban esas rosas sentía el cariño de ustedes. Cada pétalo lo he sentido con ese cariño y ese cariño debo devolverles a ustedes, que es el cariño de Jesucristo”. Fueron las palabras del recién consagrado obispo de la prelatura de Juli en el Perú, el 15 de diciembre de 2018[1], el obispo Ciro Quispe López a quien el papa León XIV aceptó su renuncia el pasado 24 de septiembre de 2025, luego del mediático caso de la disputa con la comunidad aymara por la administración de dos de los cuatro templos de la llamada “Roma de América”. Un caso legal que encontró en las denuncias de presuntos comportamientos indebidos del obispo con mujeres, el mejor argumento de los demandantes para ganarlo.
Testigo de excepción en la consagración del nuevo obispo de Juli fue el obispo de Chiclayo, el agustino Robert Francis Prevost, quien seguramente pasó desapercibido para la asamblea entre todos los obispos, pues en su momento era sólo el pastor de una pequeña diócesis de los andes peruanos. Sorprende ahora ver al obispo de Chiclayo en los videos de la ceremonia de ordenación, con los mismos gestos de su primera aparición como papa en el balcón de las bendiciones de la basílica de san Pedro retomando la postura y levantando sus hombros, mientras comenta sonriente con otros obispos algún detalle durante la unción de la cabeza del nuevo obispo.
Y es que la consagración episcopal en Juli tuvo ritos que muestran la inculturación de la liturgia en un territorio de misión. Con pétalos de rosas blancas, personas de la comunidad cubrieron el cuerpo del nuevo obispo postrado en tierra mientras se cantaban las letanías de los santos y con pétalos rojos y blancos a su paso bendiciente del final del ritual de ordenación de obispos.
“Muchísimas gracias en el Señor por venir hasta aquí. Valoro sinceramente el esfuerzo de cada uno. Se (de) todo su esfuerzo. Muchas personas veo que me quieren; les agradezco. Quiero retribuirles vuestro cariño. Sólo les pido que recen por mí, y continúen haciéndolo para que me encarne en este pueblo querido según la voluntad del Señor. Y ojalá sí, en la próxima navidad, lo espero y lo deseo tanto, quisiera estar celebrando la misa en aymara, en quechua, con todos ustedes. Así que este año me tengo que esforzar en aprender vuestro idioma”.[2] Así concluyó el nuevo obispo de Juli agradeciendo al final de su ordenación episcopal.
Lamentablemente, la relación del obispo con la comunidad nativa de Juli se fue deteriorando y las muestras de cariño se cambiaron por denuncias, insultos y amenazas que motivaron su renuncia y su salida de la prelatura de Juli. De este modo, el papa León XIV, luego del informe que le presentaría el visitador apostólico enviado por el papa Francisco en julio 2024, monseñor Marco Antonio Cortez Lara, Obispo de Tacna y Moquegua[3], aceptó una de las primeras renuncias de obispos durante su pontificado. Renuncia para nada sumaria pues compartieron juntos más de cuatro años en la Conferencia de obispos del Perú antes del nombramiento de Prevost como prefecto del dicasterio para los obispos y presidente de la Comisión para América latina.
En los últimos meses del gobierno pastoral de la prelatura de Juli de monseñor Quispe López, sucedió el acontecimiento de la elección del cardenal Prevost, como sucesor del apóstol Pedro en la cátedra de Roma, tras la muerte del inolvidable y amado papa Francisco.
La emisora Poderosa noticias en el Perú entrevistó al entonces obispo de Juli. Esto comentó monseñor Ciro Quispe sobre la designación del nuevo papa: “Para nosotros es una gran alegría saber que ha sido nombrado de manera inimaginable un obispo peruano como santo padre, como sucesor de san Pedro. Exactamente en diciembre de 2018 el actual papa León XIV, monseñor Roberto Prevost vino a la prelatura de Juli; celebró una santa misa en la catedral de Juli, el día en que también me consagraron como obispo de Juli, y tuvimos esa dicha. Voy a tratar en estos días de buscar las fotografías para mostrar cómo el santo padre ha pisado nuestra tierra en Juli en la catedral el día de –mi- consagración episcopal; esa es una alegría también para el pueblo aymara: que el papa conoce Juli, conoce el pueblo aymara, y creo que es una bendición; de la misma manera que el papa Francisco era muy devoto de un jesuita que trabajó en Juli, Alonso de Barzana que en 1500 ya predicaba en aymara. Para nosotros también es un orgullo ver cómo la iglesia del pueblo aymara, la iglesia de Juli ha tenido esas bendiciones, también ahora con la presencia ahora del papa León XIV que ha visitado nuestra tierra”. [4]
“El nuevo papa fue durante 10 años obispo de Chiclayo, ha trabajado como vicepresidente de la Conferencia episcopal peruana y también como presidente de la Comisión de migrantes. Por esta comisión hemos tenido varios tipos de trabajo. Porque la prelatura de Juli tiene un trabajo muy fuerte con la cuestión de los migrantes. En la frontera, sobretodo de Desaguadero hemos atendido gran cantidad de migrantes durante la etapa del Covid, de la pandemia y después del Covid. Hemos atendido cientos y cientos de hermanos venezolanos, haitianos, argentinos, colombianos, etc., que pasan por la frontera, incluso europeos, hemos atendido a franceses, a italianos, a holandeses que muchas veces quedan varados y no saben y no tienen acogida. La pandemia ha sido un tiempo duro, en el cual por el cierre de frontera mucha gente ha quedado varada y no sabían qué comer o dónde dormir. Por eso la prelatura de Juli activó un trabajo para este tipo de gente que es la pastoral de migrantes. Y en ese tiempo de la pandemia quien era presidente precisamente de la pastoral de migrantes era el actual santo padre. Entonces hemos tenido bastantes reuniones, bastantes trabajos de coordinación y siempre hemos contado con su apoyo. Conocía y se interesaba mucho por el trabajo con los migrantes. Él también es de una familia de migrantes… por eso su sensibilidad hacia los temas de migrantes es grande y para nosotros una alegría porque ha apoyado mucho la pastoral de migrantes en la prelatura de Juli frontera de Perú con Bolivia”.[5]
Interrogado sobre las líneas que tendrá el pontificado de León XIV, el entonces obispo de Juli comentó que la elección del nombre León muestra que atenderá especialmente la cuestión social como lo hiciera León XIII con la encíclica Rerum Novarum. Además señaló otras problemáticas que deberá afrontar el nuevo papa en su difícil misión.
“Necesitamos levantar la bandera de la justicia. Vemos cómo la injusticia a veces prevalece; cuántos procesos injustos, juicios injustos que tenemos. He conocido de cerca en este tiempo la injusticia que ronda en nuestra sociedad, a jueces que se corrompen, autoridades que por un poco de dinero se cubren. Entonces, creo que la bandera de la justicia que es la doctrina social de la Iglesia se necesita. Hay gente que no sabe cómo defenderse de sus acusaciones, de sus problemas, de sus atropellos”.[6] Señaló el obispo.
[1] https://www.youtube.com/watch?v=obdvv5hHNJk
[2] Ibíd.
[3] https://www.aciprensa.com/noticias/105399/vaticano-nombra-investigador-sobre-acusaciones-contra-obispo-ciro-quispe-de-juli-en-peru
[4] https://www.facebook.com/PrelaturadeJuli/videos/juli-para-el-mundoentrevista-a-mons-ciro-quispe-sobre-la-figura-del-papa-leon-xi/616291464792700/
[5] Ibíd.
[6] Ibíd.