Diálogo con el párroco de la catedral de Ciudad Juárez, México, en la frontera con Estados Unidos Padre Eduardo Hayen: “Los migrantes llegan bastante lastimados y aquí, se les recibe, acoge y orienta”

Padre Eduardo Hayen
Padre Eduardo Hayen

“Los migrantes se exponen al asalto de las mafias, del narcotráfico y de las redes de polleros que existen para cruzar la frontera”

“El desierto en el que vivimos aquí en el norte de México, muchas veces cobra la vida a los migrantes mismos”

“Gran cantidad de personas han acudido a mí para pedirme consuelo, fortaleza y liberación de la presencia del maligno en sus vidas”

“La Iglesia latinoamericana en las últimas décadas ha sido una Iglesia muy enfocada en la pastoral social, pero quizá nos hemos olvidado de lo principal que es el anuncio evangelizador”

“La Iglesia de Estados Unidos está profundamente dividida en dos facciones. Yo creo que es la unidad su reto principal”

El sacerdote mexicano Eduardo Hayen Cuarón, conoce de cerca la realidad de los migrantes que arriesgan sus vidas para cruzar ilegalmente la frontera con los Estados Unidos. En sus 25 años de ministerio sacerdotal en Ciudad Juárez ha visto en los rostros de los migrantes el sufrimiento y la esperanza. En la siguiente entrevista quiso compartir su experiencia con los lectores de Religión Digital.

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Padre Eduardo, cuéntenos brevemente sobre usted y sobre su apostolado actual.

Bueno, soy un sacerdote diocesano de la Diócesis de Ciudad Juárez en México, ordenado en el año 2000, párroco actual de la Catedral de Ciudad Juárez, llevo a cabo también la dirección del periódico diocesano Presencia, así se llama, Presencia, palabra y testimonio de la Iglesia Católica en Ciudad Juárez, también colaboro con la Pastoral de la Vida y también, bueno, pues me dedico un poco a la pastoral de la consolación y exorcismos aquí en la Diócesis de Juárez, eso es un poquito lo que estoy haciendo ahora.

Y pues mi trayectoria han sido mis estudios en Monterrey, México, en donde estudié la filosofía, la teología la hice en el Colegio Internacional María Mater Ecclesiae de Roma, de 1995 al año 2000.

Eduardo Hayen en sus años de estudio en Roma

En el 2000 recibí las órdenes sagradas y he sido párroco de dos parroquias más, o sea, esta es mi tercera parroquia, es un poquito de mi trayectoria.

Yo tuve también una carrera universitaria antes de entrar al seminario, soy licenciado en Comunicación por el Tecnológico de Monterrey en el año 1986, entonces pues ya traigo algún camino recorrido, tengo actualmente 62 años de edad y bueno, como párroco y como sacerdote, pues tratando de servir al Señor en lo que me corresponde.

Colegio Maria Mater Ecclesiae Roma 1997

Qué nos puede contar sobre la realidad geográfica y social de Ciudad Juárez

Sobre la realidad de Ciudad Juárez, te puedo decir que es una ciudad fronteriza, es una diócesis fronteriza. Está en la frontera con El Paso, Texas. Colindan tres estados en Ciudad Juárez, el estado de Chihuahua, al norte de México, el estado de Texas y el estado de Nuevo México, que son dos estados de Estados Unidos.

Es una diócesis fronteriza, pues muy particular porque ha sido una diócesis de cruce de migrantes hacia los Estados Unidos durante mucho tiempo de su historia. Así nació de hecho la ciudad como una ciudad de paso.

Se llamaba antiguamente Paso del Norte la ciudad, y después recibió el cambio de nombre a Ciudad Juárez en honor a Benito Juárez, que fue presidente de México y que tuvo parte de su vida en nuestra ciudad y desde donde gobernó la República en el siglo XIX.

Puedo decirte también que es una realidad compleja la de la ciudad. Por ser una diócesis fronteriza, pues tiene que estar luchando mucho por su identidad.

Somos una diócesis que está junto a la ciudad del Paso, Texas, y la ciudad del Paso, Texas, pertenece a la diócesis de El Paso (USA). Entonces son dos ciudades que han convivido juntas durante toda su historia y eso nos hace un poco vulnerables a perder identidad mexicana y también asumir ciertas características de la cultura norteamericana.

Entonces es una diócesis o una ciudad bastante influida por Estados Unidos, así como también nosotros tenemos bastante influencia mexicana en el otro lado de la frontera, en El Paso.

Es una diócesis que está en el desierto chihuahuense, el desierto de Chihuahua. Una diócesis que es trabajadora y pujante.

catedral de Ciudad Juarez

Bueno, la ciudad, estoy hablando de la ciudad trabajadora y pujante, porque en el desierto pues hay que trabajar como un poquito más o el doble para poder sacar el sustento. El desierto es una tierra árida, es una tierra que tiene que ser trabajada para poder sacar el sustento para vivir.

También es interesante ver cómo es una diócesis fronteriza y como tal ha tenido un influjo muy grande de parte de la industria maquiladora. La industria maquiladora son fábricas norteamericanas que se han instalado en nuestra ciudad para darles empleo a las personas. Entonces ya tenemos desde los años 70 del siglo pasado un auge muy grande económico gracias a la industria maquiladora, lo que ha traído también muchas personas del interior de la República Mexicana a emigrar a Ciudad Juárez.

Migran, porque aquí hay una gran oferta de trabajo por la industria maquiladora, aunque ahora la situación se ha complicado un poco por el presidente Trump y sus políticas económicas que han tendido como a quitar la maquiladora y llevarla nuevamente a los Estados Unidos.

Pero es una diócesis, por lo tanto, que ha tenido mucha gente de fuera, que no es local y que han venido de otras partes de México a trabajar aquí.

Esta es nuestra realidad económica, geográfica y también pues quiero decir que es una diócesis compleja, por la situación migratoria. Esto ha traído también a muchos emigrantes del extranjero que se abren paso a través de América Latina para llegar hasta la frontera de México con Estados Unidos y cruzar al otro lado.

Entonces es una diócesis que ha recibido a muchísimos migrantes. En los últimos años hemos estado recibiendo miles de personas que han cruzado al otro lado de la frontera de manera ilegal, hay que decirlo, era una inmigración que el gobierno norteamericano con el gobierno de Joe Biden, pues permitió la inmigración ilegal y cruzaron muchas personas por esta frontera.

Entonces, con todo esto tiene su complejidad la diócesis. Y bueno, es un poquito de la realidad de la ciudad.

Francisco en la frontera Mexico USA

Cómo se vive la inmigración hacia los EEUU, en su ciudad. Cómo ha cambiado ese fenómeno durante las administraciones de Biden y de Trump.

Con Joe Biden, hubo una gran inmigración ilegal a Estados Unidos; dejaron pasar muchas personas con la complicidad también del gobierno de México y bueno, pues esto se acabó con el nuevo gobierno de Donald Trump y ahora se ha cerrado ya la frontera, hay muchas restricciones para pasar y de hecho ya estamos recibiendo muy poca emigración o inmigración de otras partes del mundo.

Ya el gobierno mexicano ha tenido que obedecer y colaborar con el gobierno de Donald Trump para cerrar el paso a la inmigración y nosotros hemos visto reducidas las cantidades de personas que vienen de otras partes del país. De modo que, sí ha habido un cambio muy importante.

migrantes en la frontera con USA

Qué hace la comunidad católica por los inmigrantes

Dentro de las cosas que realizamos aquí en la Catedral, tenemos un servicio a migrantes por parte de una comunidad religiosa que está con nosotros.

Cuando estaba Joe Biden, en su gobierno y que pasaban por aquí tantos migrantes, venían en el tren, bajaban aquí en el centro de la ciudad del tren y venían a la Catedral como un punto de referencia para buscar refugio, acogida, orientación y llegamos a servir más o menos entre 500 y hasta 700 comidas diarias, se servían aquí en la Catedral gracias a la misión Columbana que daba el servicio. -La Sociedad Misionera de San Columbano es una organización de sacerdotes y laicos dedicada a anunciar el Evangelio, promover la justicia y cuidar de la creación, trabajando con comunidades de migrantes y vulnerables en diversas partes del mundo-.

Ahorita seguimos teniendo servicio de orientación para migrantes, pero ya no tanto en las comidas ni en el hospedaje, sino se hace para orientación sobre su estatus migratorio, cómo cruzar, qué es lo que está permitido, qué es lo que no está permitido, cómo hacerle para tramitar el ingreso a los Estados Unidos. En todo eso se da una orientación, aunque te repito, ya es muy poca la gente que viene y ahora pues estamos diversificando el servicio a los migrantes y hemos abierto una clínica también aquí para atenderlos porque vienen muy lastimados físicamente, psicológicamente, emocionalmente y por supuesto espiritualmente.

Entonces vienen bastante lastimados y aquí se les atiende en la Catedral, se les recibe, se les acoge, se les orienta y bueno, eso es un poquito el servicio que tenemos.

Ciudad Juárez tiene una casa para migrantes. Es parte del servicio que prestamos como diócesis. Es una casa donde se brinda hospedaje más o menos a 500 personas que vienen de otras partes de la república y de fuera, del extranjero y se hospedan allí en la casa del migrante.

La catedral es un punto de referencia importante porque llegan aquí y pues piden orientación y aquí se les conduce a albergues o a la misma casa de inmigrantes que tiene la diócesis para darles hospedaje, comida, alimentación, baño y también orientación para su para su travesía.

celebracion pascual en la catedral de Ciudad Juarez

Qué han aprendido de los inmigrantes

Yo creo que muchas cosas. Primero, pues es una realidad muy dramática porque, reitero, los migrantes llegan muy lastimados. Es una periferia existencial de la que nos hablaba el Papa Francisco, una pastoral de periferia, es una de las periferias la migración, porque son personas que vienen dejándolo todo: sus hogares, sus tierras, sus países; se embarcan en una aventura muy riesgosa para ellos, en donde se exponen sobre todo, y me da pena y vergüenza decirlo, sobre todo en México, pues al asalto de las mafias, del narcotráfico y de las redes de polleros que existen para que las personas puedan cruzar. -En México, los polleros (o coyotes) son personas que facilitan el cruce ilegal de migrantes hacia Estados Unidos, operando como traficantes de personas-.

Entonces los migrantes son muchas veces asaltados hasta por la misma policía, las mafias los secuestran, muchas veces piden rescate por ellos, los polleros les quitan su dinero, les piden miles de dólares para poder cruzar al otro lado.

Creo que esta vulnerabilidad nos enseña a nosotros a ser solidarios en lo más que podamos para con ellos, porque recordamos el Evangelio cuando nos habla de que Cristo fue emigrante, emigró a Egipto, y si el Señor fue migrante, también tenemos que tratar de ver al migrante con ojos de Dios y descubrir la presencia de Jesús en estas personas.

Por supuesto que muchos de ellos tienen fe porque llegan al confesionario, se confiesan, expresan su fe, se encomiendan a Dios, piden la bendición porque van a una aventura muy riesgosa.

Recordemos cómo el desierto en el que vivimos aquí en el norte de México, muchas veces cobra la vida a los migrantes mismos, porque es un desierto que pasan a pie y las temperaturas son muy altas, las condiciones son inhóspitas y de esa manera pues arriesgan ellos sus vidas.

Pero son testimonios muy bonitos de fe que nos dan muchos de ellos y otros tantos que no tienen fe o que ni siquiera han podido experimentar la presencia de Dios porque no lo conocen y vienen, sin embargo, abiertos también a la pregunta de quién es Dios. No creen en algo y muchas veces ahí en el templo los recibimos y ellos llegan solamente, bueno pues como a descansar y a encontrarse con Dios de alguna manera en el silencio del templo y hacerse la pregunta de quién es Dios.

De manera que hay migrantes de todo tipo, migrantes con fe, migrantes que no tienen fe, pero a todos tratamos de darles siempre una orientación y de tratarlos como hermanos. Ellos mismos se sienten muy acogidos y confiados en el trato que les da la Iglesia Católica.

padre Eduardo Hayen celebra la eucaristia

¿Podría compartirnos alguna experiencia que, a este respecto, haya marcado su vida y su ministerio sacerdotal?

Una de las experiencias que ha marcado mi vida sacerdotal ha sido la gran cantidad de personas que han acudido a mí para pedirme consuelo, fortaleza y liberación de la presencia del maligno en sus vidas. Personas que han sentido que de alguna manera el maligno, el demonio, estaba acechándolos de una manera extraordinaria y pedían que la Iglesia les hiciera una oración de liberación para darles paz y consuelo.

Me he topado con muchas personas a lo largo de mi vida sacerdotal que me han pedido esto, me han expuesto sus casos, personas que han sido víctimas de brujería, de maleficios, de la acción extraordinaria del maligno y esto me fue llevando poco a poco a introducirme a esta pastoral que gracias a la Arquidiócesis de la Ciudad de México y a la Asociación Internacional de Exorcistas se ha podido ir desarrollando de una manera seria y sistemática. Se llama Pastoral de la Consolación.

Entonces pues doy ese servicio en la diócesis como exorcista nombrado por el obispo para los casos que se presentan y dar ayuda a mis hermanos que sufren de alguna opresión o de algún tormento.

Esto me ha marcado mucho, doy este servicio en la diócesis y también doy gracias a Dios porque también a través del Seminario diocesano ya se está impartiendo esta materia de la Pastoral de la Liberación o del exorcismo. Con esta clase en el seminario ahora me siento contento porque pues se está abriendo una posibilidad de que haya más personas que den ese servicio, ya que es un problema pastoral muy serio.

América Latina sufre mucho de este tipo de males, digámoslo así, como son el curanderismo, la brujería, la hechicería.

Hoy que la violencia está tan exacerbada en nuestros países latinoamericanos y que tanto se recurre a la brujería, esto exige una respuesta pastoral de la Iglesia y qué bueno que ya se está organizando o se ha organizado ya una Pastoral de la Consolación y los exorcismos, en la cual participo y esto pues sí ha marcado mi sacerdocio.

homilia en la catedral de Ciudad Juarez

Actualmente, ¿qué retos tiene la Iglesia en Ciudad Juárez?

La Iglesia aquí en Ciudad Juárez es una Iglesia muy trabajadora, gracias a Dios, tiene un laicado que es muy comprometido con sus parroquias, con sus sacerdotes, con sus apostolados y comunidades. La verdad es que la Iglesia en el norte de México es diferente a la Iglesia del centro y del sur. Aquí el laicado es súper comprometido con su párroco, con sus parroquias y hay un gran trabajo que se realiza por medio de los laicos; es un trabajo muy bonito que se hace.

Sin embargo, uno de los retos son las vocaciones sacerdotales. Tenemos nosotros parroquias en donde hay un sacerdote o dos sacerdotes que atienden territorios enormes de personas, son parroquias que tienen mil niños para la primera comunión, 800 jóvenes de confirmaciones cada año, es decir, muy, muy rebasada la capacidad que tienen los padres para atender a tantas personas.

El seminario de Ciudad Juárez tiene aproximadamente entre 60 y 70 seminaristas; es lo que tenemos ahorita como vocaciones.

Hay que pedirle a Dios que nos mande más vocaciones y hay que dar testimonio para que otros jóvenes se entusiasmen por la vida sacerdotal.

Entonces son retos que voy descubriendo, pero sí es una diócesis pujante, trabajadora al mismo tiempo y por otra parte, bueno, pues con los problemas para atender a tantas personas.

Cuáles podrían ser, también, los principales retos para la Iglesia en Latinoamérica y EEUU.

Creo que nuestra Iglesia latinoamericana debería tener un gran impulso evangelizador y anunciar a Jesucristo como camino, verdad y vida. Yo sé que esto parece obvio, pero no lo es tanto por el camino que ha tomado la Iglesia latinoamericana en las últimas décadas, que ha sido una Iglesia muy enfocada en la pastoral social, en atender a los pobres, atender la migración, estos retos de las situaciones sociales vulnerables que son importantes, pero quizá nos hemos olvidado de lo principal que es el anuncio evangelizador, la catequesis y formar comunidades cristianas o pequeñas comunidades también evangelizadas y evangelizadoras. Una Iglesia pues más centrada en el anuncio y no tanto en la pastoral social.

Creo yo que es un reto interesante, no se puede descuidar la pastoral social, pero creo que sí se ha descuidado la pastoral de la evangelización y por eso tenemos tanta gente que recurre a la brujería, a la magia, a la hechicería, a este tipo de prácticas. Esto es muy común en América Latina porque buscan solucionar sus problemas.

Entonces la Iglesia latinoamericana tiene el reto de atraer personas a Cristo porque también tenemos un desafío que son las sectas y mucha gente que abandona la Iglesia para irse a grupos evangélicos pentecostales. Es un gran reto que tenemos.

¿Cómo hacer que se queden estas personas en nuestra Iglesia?

No es sino a través del anuncio y la predicación del Evangelio de Jesucristo vibrante y entusiasta. Eso es lo principal que tenemos que hacer, poner a la gente en contacto con Jesús y de ahí todo lo demás se derivará: la pastoral social y otro tipo de pastorales.

Lo central es lo que nos está diciendo el Papa León XIV: es poner toda nuestra atención y nuestro corazón en Jesucristo el Señor.

Sobre los retos que veo para la Iglesia de Estados Unidos. Yo creo que es la unidad el principal reto. Ahí veo una Iglesia que está profundamente dividida en dos facciones:

Una facción que es muy liberal, que busca por ejemplo, una apertura de la Iglesia hacia la comunidad LGBT. Una Iglesia que trabaja mucho también con la pastoral social y todo lo que es la doctrina tradicional, la moral tradicional de la Iglesia, lo desprecia un poco, lo hace a un lado más bien para enfocarse a una pastoral de inclusión y una pastoral que viene a romper muchas veces con la enseñanza moral de la Iglesia en su tradición, sobre todo una moral sexual muy liberal que se propone por una parte en la Iglesia de Estados Unidos.

Pero por otra parte está también una Iglesia muy conservadora, una Iglesia que quiere la misa en latín, que quiere regresar al rito antiguo para celebrar la Eucaristía. Y esto es pues profundamente divisorio de la realidad eclesial en Estados Unidos.

Entonces el gran reto para el Papa es unir a la Iglesia de Estados Unidos. Hay obispos ahí que son muy liberales, otros que son conservadores y el gran desafío pues es buscar siempre la unidad.

Tiene muchas cosas muy bonitas la Iglesia de Estados Unidos. Es una comunidad también católica pues muy formada. Está muy bien formada en sus cursos para recibir sacramentos, por ejemplo, son cursos muy bien preparados. Los institutos de teología para laicos son buenísimos.

Pero, creo que es una Iglesia que necesita básicamente la unidad.

Francisco en la frontera Ciudad Juarez el Paso

En 2016 el papa Francisco visitó Ciudad Juárez. Cuáles fueron los hechos más memorables de esa visita apostólica

En 2016, en el mes de febrero, el Papa Francisco visitó nuestra diócesis de Ciudad Juárez con motivo de su visita a México. Fue aquí en Juárez, el último punto de su visita. De aquí regresó a Roma y el Papa pues nos dejó grandes lecciones, principalmente nos dejó yo diría cuatro lecciones.

La primera fue con la realidad migratoria. El Papa sabía que Ciudad Juárez es una ciudad de muchos migrantes y la realidad migratoria bueno fue tocada por el Papa; nos invitó a seguir acogiendo al migrante, acompañándolo, tratarlo como a Cristo Jesús y bueno pues fue uno de los puntos principales de la visita del Papa a la ciudad.

Segundo punto importante fue la cuestión laboral, la pastoral laboral. Juárez es una ciudad de muchas maquiladoras, tenemos casi 400 maquiladoras extranjeras que han puesto sus fábricas aquí y es una realidad laboral compleja. Ante esta situación, el Papá exhortó a la armonía entre los trabajadores y los que dirigen las empresas, cómo hacer que haya una armonía y una colaboración de ambos, respetando derechos y deberes de unos y de otros.

En tercer lugar, otro punto importante que trató el Papa fue la realidad de los presos; estuvo en el Cerezo, que es el centro de readaptación social que tiene la ciudad y también dio un mensaje a los presos.

Existe una situación compleja en la ciudad porque ha habido mucha violencia y somos una ciudad que ha padecido los efectos del narcotráfico, de las mafias, por ser ciudad de frontera, ha sido una ciudad violenta en México, como hay otras también, pues Ciudad Juárez ha sido una que ha padecido esta violencia y muchos presos están pagando sus penas.

En ese sentido, el último punto, en la visita del papa Francisco, fue el de las víctimas de la violencia y sí nos alentó mucho a nosotros los juarenses a seguir adelante, a hacer una ciudad que se levante, que se ponga de pie, que no sea como Nínive que iba a ser destruida.

En eso versó la homilía del Papa Francisco, comparando la ciudad con Nínive, que por la desobediencia a Dios podría ser destruida, pero que sin embargo, por el anuncio del Evangelio es una ciudad que tiene la posibilidad de salir adelante, de levantarse, de ponerse en estado de conversión y de salir adelante de sus problemas.

Fue una homilía, un mensaje muy alentador el que nos dejó el Papá Francisco y que esperamos que dé sus frutos a lo largo del tiempo.

visita del papa Francisco a Ciudad Juarez

Con cuáles expectativas sigue el pontificado de León XIV, su magisterio, estilo y prioridades pastorales.

Con respecto al Papa León, creo yo que hay una gran esperanza en el corazón de muchos de nosotros.

Primero pues porque es un Papa que entiende muy bien la realidad de la Iglesia universal. Ha sido Prefecto del Dicasterio para los Obispos y esto le da una gran proyección; él sabe cómo está la situación de la Iglesia en todo el mundo.

Al mismo tiempo conoce muy bien el derecho canónico; conoce muy bien América Latina, estuvo en Perú, es estadounidense y tiene también la nacionalidad peruana.

Entonces esto nos da una gran esperanza a la Iglesia de América Latina y a la Iglesia en general.

Siento que es un Papa muy reflexivo, un Papa que no improvisa, un Papa que trata de unir a la Iglesia porque pues la Iglesia está dividida; lo sabemos, dejaron los años anteriores una división muy marcada.

Para León XIV, una de sus preocupaciones y prioridades es buscar la unidad de toda la Iglesia.

Eso es algo pues que tenemos que escuchar y tenemos que ponerle atención porque nos invita a buscar el centro de la unidad que es Jesús, que es Jesucristo.

Es un enorme desafío para el Papa, ¿Cómo le va a hacer para lograr una unidad con una Iglesia tan polarizada?

Pues hay que pedir por el Papa, estamos con él, hay que orar por él, no dejarlo solito y ser dóciles y obedientes.

León XIV ha dado signos muy bonitos para ambas facciones, digámoslo así, de la Iglesia polarizada. Para el lado conservador ha tenido gestos simbólicos muy bellos y también para el otro lado, el lado que es un poquito más liberal, el Papa también ha tenido gestos de cercanía con todos ellos, reconociéndoles todas las cosas buenas que ellos tienen.

Entonces vamos a ver también cómo entiende la sinodalidad el Papa León. El tema sinodal ha sido un tema polémico dentro de la Iglesia y el Papa va a continuar por esa línea de la sinodalidad, pero vamos a ver cómo la entiende la sinodalidad. Si ésta se entiende como reunirnos, escucharnos, conocernos, expresarnos, pues es algo muy positivo, es lo que la Iglesia ha hecho en toda su historia. La Iglesia es sinodal por naturaleza. Ya los concilios de los primeros años del cristianismo nos hablan de la escucha, de las reuniones, de las tomas de decisiones, los concilios mismos, o sea, todo es sinodal en realidad en la Iglesia.

Pero si entendemos sinodalidad como democratizar, la iglesia, quitarles autoridad a los pastores, hacerla un régimen democrático de votaciones, un parlamento, pues eso sería destruir la misma esencia de la iglesia de Jesús. La iglesia es jerárquica en su naturaleza y hay que respetar esa estructura, ¿No?

Pero siempre escucharnos unos a otros, obispos a sus laicos y laicos a sus obispos, pero siempre la decisión pues estará en aquellos a los que Cristo les dio la autoridad, que son los pastores de la iglesia, obispos y sacerdotes.

Entonces, pues veamos como una gran esperanza que el Papa León esté al frente de la sede de Pedro y pidamos por la unidad de toda la iglesia para que el Señor nos conceda la gracia de ser una iglesia creíble y unida.

padre Eduardo Hayen y Dumar Espinosa en Bogota

Padre Eduardo, gracias por regalar este espacio a Religión Digital. En qué redes sociales es posible seguirlo.

Gracias a ustedes por permitirme el espacio. Las redes sociales en las que participo son principalmente la red social X con la cuenta @padrehayen. También tengo cuenta en Facebook, ahí me pueden encontrar como padre Eduardo Hayen Cuarón o Eduardo Hayen Cuarón.

Bendiciones, querido Dumar.

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