Un Bautismo Feminista. ¿Dios Madre/Padre, Jesús y la Santa Ruah?
Comentario de X. Pikaza
1. Tradición de la Iglesia desde mediados del siglo II.
La fórmula del bautismo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo constituye un elemento muy importante dentro de la Iglesia antigua. Ella se ha introducido en las comunidades de Siria (en el entorno de Antioquía, entre los años 70 y 90 d. C.), tal como aparece en dos documentos básicos de aquellas iglesia, el evangelio de Mateo –Mt 28, 19– , que se ha hecho pronto normativo, y el libro de la Didajé, que ha surgido en aquel mismo espacio, pero que después quedó olvidado hasta que se “descubrió” en el siglo XIX.
Recordemos que esa tradición del bautismo trinitario (en forma masculina) no se ha extendido al conjunto de las iglesias hasta mediados del siglo II, con la constitución del canon y la unificación de la Gran Iglesia. Es, desde entonces, una costumbre venerable, aceptada por la mayoría de las comunidades cristianas, un vínculo de unión entre las iglesias.
2. La primera experiencia cristiana
La Iglesia de los cien primeros años ha bautizado también de otras formas, especialmente en nombre de Jesús, para distinguir de esa manera el bautismo cristiano del bautismo de Juan.
Ni Marcos, en su evangelio
ni San Pablo, en sus cartas,
ni Lucas en su evangelio y en el libro de los Hechos (cf. Hech 2, 41; 8, 38; 9, 18, 10, 48 etc.)
ni el evangelio de Juan…
ni ningún otro texto del Nuevo Testamento
conocen un bautismo con la fórmula trinitaria.
Eso significa que los primeros cristianos, en conjunto, bautizaban en nombre de Jesús, alabando a Dios (sin duda) e invocando la presencia/acción del Espíritu Santo, pero sin emplear expresamente la fórmula trinitaria. Por eso, en principio, no parece que bíblicamente se puedan poner dificultades a un bautismo en nombre de Jesús (sin invocación expresa de la Trinidad, aunque, evidentemente, sin negación de la misma Trinidad). Ni tampoco podrían ponerse dificultades a un bautismo en el que Dios aparezca como madre/Padre (no sólo como Padre) y el Espíritu aparezco en su sentido extenso, no necesariamente masculino. Recordemos que Espíritu (en castellano masculino) se dice en griego Pneuma (neutro) y en hebreo Ruah (que es en principio femenino)
3. El problema de las nuevas fórmulas
a. Variantes “neutras”. Las fórmulas que se proponen y rechazan son “neutras”, de manera que Dios no aparece como masculino ni femenino:
Yo te bautizo en el nombre del of the Creator, and of the Redeemer, and of the Sanctifier” (Creador, y del Redentor y del Santificador)
Yo te bautizo en el nombre del of the Creator, and of the Liberator, and of the Sustainer (del Creador, Liberador y Sostenedor)…
b. Objeción a las variantes neutras. Son fórmulas valiosas, que recogen la experiencia del Dios cristiano, pero en forma impersonal. No sé si Padre puede sustituirse por Creador (¿no es mejor Padre/Madre). No sé si se puede prescindir del nombre de Jesús…, Ni sé si en vez de Espíritu se puede decir Liberador y/ Sostenedor (aunque esto último me da menos problemas. Sobre todo, me falta el nombre de Jesús. En ese sentido, me siento también “inquieto” ante la fórmula tradicional (yo te bautizo en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu); creo que los cristianos de Mateo no bautizaban con esa fórmula, sino que incluían el nombre de Jesús… Pero con esto me salgo ya del tema.
4. ¿Nuevas posibilidades?
No tengo una propuesta clara, por eso mido a los lectores del blog que piensen sobre el tema y se pronuncien, si tienen tiempo para ello y sin les importe.
a. Una propuesta: ¿Podría decirse: yo te bautizo en el nombre del Dios Padre/Madre, de Jesús, el Hijo, y de la Santa Ruah o Espíritu Divino? Quizá podría bautizarse en nombre de Jesús, aludiendo a Dios Padre/Madre y al Espíritu. En vez del bautismo en la Trinidad tendríamos un bautismo básicamente cristológico que dijera: Yo te bautiza en el nombre de Jesús, que viene del Padre/Madre y nos da su Aliento/Espíritu. Se trataría de recuperar la forma normal de la oración: Por Jesús al Padre/Madre en el Espíritu.
b. Otras propuestas. ¿Podría utilizarse otra fórmula donde no quedara latente la impresión de que lo divino es radicalmente masculino? ¿O no hay remedio y el cristianismo tendrá que ser por siempre masculino, en la raíz de su fe? ¿O se podría volver a bautizar en el nombre de Jesús, dejando latente el tema-género de Dios Padre/Madre y del Espíritu Santo masculino/femenino?
c. Tema de lo Masculino-Femenino. Es un tema importante y no se resuelve quizá con fórmulas bautismales. ¿Dónde os parece que podría estar la respuesta de un feminismo cristiano o, mejor dicho, de un cristianismo respetuoso con el feminismo?
d. ¿Qué sentido tiene la intervención de la Congregación de la Doctrina de la Fe? ¿Es vinculante para todos los cristianos? ¿Es oportuna? He llamado a tres amigos/as de tendencia feminista… y me han dicho que están encantados con la Declaración, pues antes no se habían fijado en el problema, mientras que ahora son millones y millones los que han visto que aquí hay un problema. Así lo quiero dejar, para reflexión de los lectores.
e. El problema de fondo está expuesto en mi Enquiridion Trinitatis, Secretariado Trinitario, Salamanca 2005, donde estudio las diversas fórmulas trintiarias de la fe.
Apéndice 1. Congregación para la Doctrina de la Fe
Se ha publicado hoy la respuesta de la Congregación para la Doctrina de la Fe a dos cuestiones relativas a la validez del Bautismo conferido con fórmulas diversas de la establecida.
La primera es: ¿Es válido el Bautismo conferido con las fórmulas “I baptize you in the name of the Creator, and of the Redeemer, and of the Sanctifier” y “I baptize you in the name of the Creator, and of the Liberator, and of the Sustainer”?(Yo te bautizo en el nombre del Creador, y del Redentor y del Santificador”; “Yo te bautizo en el nombre del Creador, del Liberador, del Sostenedor”).
La Segunda: ¿Deben ser bautizadas en forma absoluta las personas que han sido bautizadas con estas fórmulas?
Las respuestas son: A la primera: Negativo. A la segunda: Afirmativo.
S.S. Benedicto XVI durante la última Audiencia concedida al Cardenal Joseph Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, aprobó esta respuesta decidida en la sesión ordinaria de ese dicasterio y ordenó la publicación. La respuesta lleva la firma del Cardenal Levada y del Arzobispo Angelo Amato, Secretario del mismo Dicasterio
En una nota explicativa, se aclara que la “presente respuesta se refiere a la duda sobre la validez del Bautismo conferido con dos fórmulas en lengua inglesa en el ámbito de la Iglesia católica. (...) La duda, obviamente, no concierne al inglés, sino a la fórmula en sí misma, que podría expresarse en otra lengua”.
“El Bautismo conferido en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo -prosigue la nota- obedece al mandato de Jesús, referido al final del Evangelio según San Mateo” y “la "fórmula bautismal debe expresar adecuadamente la fe trinitaria: no valen formas aproximadas”.
“Las variaciones de la fórmula bautismal, según designaciones de las Personas Divinas, diversas de las bíblicas, consideradas en las Respuestas, proceden de la llamada teología feminista para evitar decir Padre e Hijo, consideradas palabras masculinas, sustituyéndolas con otros nombres. Pero esas variaciones trastocan la fe en la Trinidad”.
“La respuesta de la Congregación para la Doctrina de la Fe constituye una declaración doctrinal auténtica, que tiene efectos canónicos y pastorales muy amplios. La respuesta, efectivamente, afirma implícitamente que las personas que han sido bautizadas o serán bautizadas en el futuro con las fórmulas en cuestión, en realidad no están bautizadas. Por lo tanto deben ser tratadas a todos los efectos canónicos y pastorales con los mismos criterios jurídicos de las personas que el Código de Derecho Canónico considera en la categoría general de “no bautizados”.
William Cardenal Levada, Prefecto
+ Angelo Amato, S.D.B, Arzobispo titular de Sila,Secretario
http://www.ssbenedictoxvi.org/noticias/noticias.php?id=6450
y http://212.77.1.245/news_services/bulletin/news/21756.
php?index=21756&lang=it
Apéndice 2. Comentario de la Agencia Zenit
Viernes, 27 febrero 2008 (ZENIT.org).- Ante las preguntas de pastores y fieles, la Santa Sede ha respondido este viernes que es inválido el Bautismo que se confiere utilizando dos fórmulas feministas en las que no se menciona con claridad a las tres personas de la Santísima Trinidad: el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo.
La Congregación para la Doctrina de la Fe ha emitido un documento con el que se confirma la invalidez de estas dos fórmulas de conferir el sacramento de la iniciación: «Yo te bautizo en el nombre del Creador, y del Redentor y del Santificador», y «Yo te bautizo en el nombre del Creador, y del Liberador y del Sustentador».
Se trata de fórmulas que se utilizan en inglés entre grupos militantes feministas. Su invalidez no se debe al idioma, sino a sus contenidos. Este «lenguaje inclusivo» que quiere dar a las Personas Divinas el género masculino.
El documento se publica con la aprobación de Benedicto XVI y está firmado por el cardenal William Levada, y por el arzobispo Angelo Amato, S.D.B., respectivamente presidente y secretario de esa Congregación vaticana.
Una nota aclaratoria publicada por la Oficina de Información de la Santa Sede, firmada por monseñor Antonio Miralles, profesor de Teología Dogmática, Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma), explica los motivos por los que la Iglesia no reconoce la fórmula.
Obedeciendo al mandamiento explícito de Cristo en el Evangelio de Mateo, aclara el teólogo, «El Magisterio de la Iglesia siempre ha enseñado a través de los siglos que el Bautismo cristiano se administra en nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo».
«La fórmula bautismal tiene que expresar adecuadamente la fe en la Trinidad: no valen fórmulas aproximativas», subraya.
«Las variaciones a la fórmula bautismal, según designaciones de las Personas Divinas diferentes a las bíblicas, consideradas en la "Respuesta" proceden de la así llamada teología feminista para evitar decir Padre e Hijo, consideradas palabras machistas, sustituyéndolas pro otros nombres. Estas variaciones, sin embargo, trastocan la fe en la Trinidad».
Por su parte el cardenal Urbano Navarrete, S.I., antiguo rector de la Pontificia Universidad Gregoriana, ha publicado un comentario de carácter canónico en el que aclara que, según esta «Respuesta», «las personas que han sido bautizadas o que serán bautizadas en el futuro con estas fórmulas en realidad no están bautizadas».
«Por tanto, tienen que ser tratadas a todos los efectos canónicos y pastorales con los mismos criterios jurídicos de las personas que el Código de Derecho Canónico considera en la categoría general de los "no bautizados"».
Esto implica que, si han recibido otros sacramentos, éstos también son inválidos y tienen que ser recibidos. En el caso del matrimonio, pueden surgir problemas muy delicados, según los posibles casos de uno o de ambos cónyuges.
http://www.zenit.org/article-26513?l=spanish