Para conocer el principio: Así empezó el cristianismo (Verbo Divino, Estella 2010)

Este libro, elaborado bajo la dirección de Rafael Aguirre, ofrece el mejor compendio actual, escrito en castellano, sobre el origen y sentido del Cristianismo.

He venido ofreciendo estos días unas reflexiones sobre la actualidad del cristianismo, entendido en un sentido espiritual y estructural, fijándome de un modo detallado, en el sentido de su poder teológico (Espíritu Santo) y en la problemática de sus instituciones (entre las que he puesto de relieve la mediación del Papa, con los valores que ofrece y las problemas que implica).

Volveré nuevamente al tema, si Dios quiere. Pero ha llegado el momento en que debo detenerme: Para afinar el fin (la meta) hay que saber bien el principio, y así he querido hacerlo leyendo este libro. Por eso invito a mis lectores a que hagan lo mismo, pues se trata de un libro escrito de un modo riguroso, prácticamente completo, bien organizado, bajo la dirección de R. Aguirre, de la Universidad de Deusto.

Ciertamente, sobre el cristianismo como experiencia de fe se puede opinar; también se puede opinar sobre sus aportaciones actuales. Pero hay tenas, como éste del principio cristiano, sobre el que no se puede empezar opinando, sino que hay que saber, acudiendo a las ciencias sociales y literarias, históricas y religiosas. Eso es lo que han hecho los autores de este libro que hoy me limito a presentar.

Mañana o pasado ofreceré algunas líneas de interpretación más concreta de su contenido, hoy me limito a presentarlo, de un modo telegráfico. Sólo me queda felicitar a todos y cada uno de sus autores, empezando por R. Aguirre, por el trabajo realizado y por la forma en que lo han presentado. También felicito a la editorial Verbo Divino, Estella, por la edición del libro. Y hasta mañana, en que volveré a precisar mejor su contenido.

Contenido

Éste es un científico y actual sobre los orígenes del Cristianismo, entendido como fenómeno literario, social, cultural y religioso. Consta de doce capítulos y ha sido escrito bajo la dirección de R. Aguirre, conforme al siguiente contenido:


1. Rafael Aguirre, “Introducción” y cap. 1: “El proceso de surgimiento del cristianismo” (7-48).

Éste libro quiere reconstruir los orígenes del cristianismo, en un momento en que el mismo cristianismo está bajo sospecha. Para conocer lo que ha sido y lo que es, resulta conveniente volver a los orígenes, desde una perspectiva histórica y creyente. Así lo ha mostrado R. Aguirre en el primer capítulo de la obra, que resulta esencial para conocer su desarrollo ulterio.

2. Esther Miquel: “El contexto histórico y sociocultural” (49-110).

El cristianismo ha surgido en un marco histórico concreto (el judaísmo palestino y helenista), en un contexto definido por el Imperio Romano, como sociedad agraria muy desarrollada, casi en claves de capitalismo comercial. En ese fondo son significativos los temas antropológicos: relaciones sociales básicas, familia patriarcal, honor y vergüenza como criterio de comportamiento. La autora define también otros rasgos del contexto humano en el que se ha desarrollado el cristianismo primitivo, en perspectiva de moral, de religión y de pensamiento.

3. Santiago Guijarro Oporto: “La primera generación en Judea y Galilea” (del año 30 hasta el 70) ( 101-138).

La primera generación está formada por aquellos que han conocido directamente a Jesús o han seguido a los que le conocieron: (a) la comunidad de Jerusalén, formada por discípulos de Galilea y por parientes del mismo Jesús; (b) el movimiento de Jesús en Galilea, formado por aquellos que le siguieron cuando anunciaba y preparaba la llegada del Reino; (c) los helenistas en el entorno de Judea y Galilea, desde un sentido religioso, social y cultural.

4. Carlos Gil Arbiol: “La primera generación fuera de Palestina” (139-195)

En este contexto es preciso aludir a judíos helenistas y a los que vivían en la diáspora romana, fijándonos de un modo especial en la comunidad de Antioquía, donde los seguidores de Jesús formaron la primera comunidad autónoma, separa del judaísmo, de manera que recibieron el nombre especial de “christianoi”. Desde ese fondo, el Prof. Gil Arbiol ha estudiado el conflicto de Antioquía (entre Pedro y Pablo), con el sentido especial del carisma de Pablo (su fariseísmo, su experiencia de Damasco, su primera misión árabe etc.). Son importantes las aportaciones sobre el sentido de la “ekklesia”, es decir, de las comunidad cristiana.

5. Rafael Aguirre: “La segunda generación y la conservación de la memoria de Jesús: el surgimiento de los evangelios” (195-254)

La segunda generación cristiana está formada por aquellos que ya no conocieron directamente a Jesús, sino que han recibido la “nueva fe mesiánica” a partir de sus anteriores discípulos. (a) En este contexto es fundamental la experiencia de la guerra judía (66-70), con lo que ha significado tanto para el judaísmo rabínico posterior como para el cristianismo. (b) En ese fondo, por exigencia del mismo despliegue cristiano, se entiende el surgimiento de los evangelios sinópticos, como narraciones creyentes sobre Jesús: Mc, Mt y Lc-Hch. Todo el cristianismo posterior está determinado por la “recepción” y reinterpretación de esos evangelios, partiendo de la teología de Pablo y/o de la misma vida de las comunidades.

6. Carlos Gil Arbiol: "El desarrollo de la tradición paulina" (255-292).

Éste capítulo nos sitúa ante el proceso de institucionalización de la Iglesia, que se hace de un modo especial partiendo de la recepción y recreación de Pablo, a partir del 70 d.C. En ese contexto resultan esenciales varios temas. (a) Los códigos domésticos de Col 3,18–4,1 y de de Ef 5,21–6,9, donde el movimiento cristiano se inscribe el la moral social del mundo greco-romano. En esa línea avanzan las cartas pastorales, que marcan la actitud de los cristianos ante el mundo. (b) Los modos de liderazgo, es decir, la formas de organización de las comunidades, en línea sinagogal o en línea helenista. (c) Finalmente, hay que tener en cuenta las grandes cuestiones cristológicas y rituales: Los cristianos tienen que fijar el sentido de su fe en Cristo como enviado escatológico de Dios, precisando las formas “religiosas” de su vida (en el sentido de los sacramentos posteriores).

7. Carmen Bernabé Ubieta: “Las comunidades joánicas: un largo recorrido en dos generaciones" (293-430).

El “corpus” del Discípulo amado nos sitúa antes unos problemas cronológicos, sociales y teológicos muy significativos. (a) La autora supone que en el comienzo de la tradición hay unas experiencias básicas de seguimiento de Jesús, se sitúan y nos sitúan en un contexto palestino. (b) Pero en un segundo momento los portadores de esa tradición han tenido que salir de Palestino, respondiendo de una forma creadora a unas crisis internas (de rupturas eclesiales) y externas (necesidad de formular la experiencia de Jesús en un contexto religioso y social distinto. En ese contexto ha sido esencial la necesidad de fijar el sentido de Jesús, en su relación con Dios y con los creyentes.

8. Varios: Otras líneas cristianas de la segunda generación (341-378).

En este capítulo, compuesto por trabajos de menor extensión, se abordan algunos de los temas fundamentales del despliegue cristiano en la tercera generación, dentro y fuera del NT:

(a) El sentido de la Didajé en la formación ritual y estructural del cristianismo (David A. Cineira);
(b) Sentido y aportación del Apocalipsis, como resistencia cristiana ante el Imperio (C. Bernabé U.);
(c) Primera de Clemente a los Corintios, con su problemática literaria y estructural (F. Rivas R.);
(d) Ignacio de Antioquía, el género literario y la aportación de sus cartas (F. Rivas)-

9. D. Álvarez Cineira: El cristianismo en el imperio romano (379-427)

Estudia la relación de los judíos y especialmente de los cristianos con el Imperio Romano en los siglos I-II, desde la perspectiva de los romanos y de los cristianos. Insiste de un modo especial en el surgimiento de la apologética cristiana como respuesta a las acusaciones que se elevan contra la nueva fe y vida social (mesiánica) del cristianismo.

10. F. Rivas R.: “El nacimiento de la Gran iglesia” (427-480)

Recoge las líneas anteriores y ofrece una visión de conjunto del despliegue cristiano, en el plano sacramental (ritual), en el nivel de las creencias y en el plano estructural, precisando el surgimiento y sentido de las diversas redes eclesiales, en su unidad y en su diversidad.

11. Elisa Estévez: “Las mujeres en los orígenes cristianos” (481-448)

Ofrece una visión general de las mujeres cristianas, fijándose de un modo más preciso en la primera generación, tanto en la comunidad de Jerusalén, como en las comunidades paulinas. Analiza después la presencia de las mujeres en la segunda y en la tercera generación y ofrece una visión de conjunto del tema.

12. F. Ribas R.: “Elenco de literatura cristiana primitiva” (549-584)

Ofrece un compendio muy útil de los textos básicos del cristianismo primitivo, teniendo en cuenta los autores, el género, la fecha y zona de su composición y el contenido básicos.
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