Los cardenales de Madrid y Barcelona cierra, unidos, el congreso sobre Bergoglio Osoro y Omella: "El Papa recupera las intuiciones de años atrás, como las del obispo Romero, en un segundo postconcilio"

Omella y Osoro clausuraron el congreso sobre el Papa Francisco
Omella y Osoro clausuraron el congreso sobre el Papa Francisco JM Vidal

"No temamos ser más pobres, porque seremos más libres", subrayó el arzobispo de Madrid

Son los dos hombres del Papa Francisco en España. Se llevan bien, y se llevan mejor con el Pontífice. Nadie mejor que los cardenales de Madrid y Barcelona, Carlos Osoro y Juan José Omella, para cerrar el magnífico congreso que, a lo largo de tres días, ha reunido en la Ciudad Condal a expertos internacionales en la figura del Papa Francisco

Omella: “La invitación es que no nos encerremos, sino que salgamos”

Son los dos hombres del Papa Francisco en España. Se llevan bien, y se llevan mejor con el Pontífice. Nadie mejor que los cardenales de Madrid y Barcelona, Carlos Osoro y Juan José Omella, para cerrar el magnífico congreso que, a lo largo de tres días, ha reunido en la Ciudad Condal a expertos internacionales en la figura del Papa Francisco.

La conferencia de clausura corrió a cargo de Osoro, quien recalcó que "construir una Iglesia del pueblo desde las periferias urbanas y existenciales". Por ello, "la Iglesia es sacramento de salvación, incluso cuando nos acercamos al pecado”.

Para Osoro, “en Madrid y Barcelona podemos encontrar excelentes testigo del Evangelio: los de la puerta de al lado”. San Antón y Santa Anna son dos ejemplos vivos de ello. Y muchos más.

Iglesia en salida

Sobre el pensamiento teológico del Papa, el cardenal de Madrid destacó cómo "la Evangelii Gaudium denuncia a la Iglesia acomodaticia”, mientras que "la comunión misionera nos identifica con la Iglesia en salida, que tanto proclama el Papa Francisco”.

Conferencia del cardenal Osoro
Conferencia del cardenal Osoro

“Cuando nos dejamos guiar por el enfrentamiento y no por la reconciliación y el encuentro, nos estamos dejando robar la esperanza. Nunca dejemos que nos roben la esperanza”, clamó Osoro ante el auditorio. “Cuando hablamos de renovación, estamos hablando del Evangelio sine glosa”.

“El rebaño tiene olfato para encontrar nuevos caminos, como dice el Papa”, sintonizó Osoro, quien apostó por una auténtica sinodalidad para el futuro de la Iglesia católica. "La sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia en el tercer milenio”.

“La sinodalidad es la herramienta para dejarnos 'hacer' Iglesia por Dios y modo de 'echarle una mano'”, señaló el purpurado, recalcando cómo "se fundamenta en el diálogo, que supone no sólo oír, sino escuchar”.

De este modo, "el camino sinodal puede generar incertidumbre en los que piensan en lo del 'siempre se hizo así'”.

“Una Iglesia que practica la sinodalidad goza de buena salud; por el contrario, sin sinodalidad, la Iglesia se ahoga y cae en la rutina”

“La sinodalidad es imprescindible para un nuevo resurgir misionero de la Iglesia”, añadió, sosteniendo que "la sinodalidad es la forma de superar el clericalismo, como suele decir Carlos Galli”, el teólogo de cabecera del Papa, presente en el auditorio.

Hacia las periferias

Junto a ello, Osoro clamó por una Iglesia en camino hacia las periferias urbanas y existenciales, que tenga claro que "evangelizar es la vocación propia de la Iglesia”.

Por ello, "el Papa repite incesantemente que, desde las periferias se contempla la realidad de una forma más completa”, insistió el cardenal de Madrid, quien abundó que "desde el centro no se ve a la gente que llama a nuestra puertas, huyendo de la precariedad”.

“Tenemos que poner en el centro la persona”, concluyó el cardenal de Madrid, insistiendo en que "el cristianismo debe dirigirse sobre todo a los pecadores, a los alejados, al hijo pródigo, a los que están alejados del centro”.

“Las periferias nos ponen en crisis y constituyen la gran novedad de nuestro tiempo, como sostiene Andrea Riccardi en uno de sus libros”, añadió Osoro, quien recalcó que "necesitamos una teología de las periferias”.

Sobre Bergoglio, Osoro fue claro: “El Papa Francisco recupera las intuiciones de años atrás, como las del obispo Romero, en un segundo postconcilio” ¿Cuáles? “La opción preferencial por los pobres, forma excelsa de la fraternidad”, una opción que "es prioritaria, para no traicionar la credibilidad de la Iglesia”

Por último, “hay que cultivar una espiritualidad de la escucha de todos, pero especialmente de los más pobres”

“La Iglesia en salida es la que va al encuentro de las periferias existenciales, superando la burocratización de la vida eclesial”

“Los pobres nos pueden sacar de nuestro letargo”, finalizó el purpurado, quien pidió "no temamos apostar por los perdedores. No temamos ser más pobres, porque seremos más libres”.

“El Papa nos invita a no acomodarnos a las zonas de confort pastorales. Salir de la propia comodidad y llegar a las periferias. Superar el siempre se ha hecho así y evitar las aduanas pastorales del rigor y del legalismo”, incidió el purpurado, quien advirtió que "es preciso, de vez en cuando, detenerse, para poder avanzar. ¿No llevaremos demasiado tiempo haciendo lo mismo? ¿Lo podremos seguir haciendo en el futuro?”.

Clausura del Congreso sobre el Papa Francisco
Clausura del Congreso sobre el Papa Francisco

La misericordia, viga maestra

“La misericordia es la viga maestra que sostiene a la Iglesia”, sostuvo. "Una Iglesia dispuesta a perdonar. Dios es perdón y quiere que la Iglesia lo haga presente”

“Salirse del carril precisa por encima de todo vivir la centralidad de Cristo y su Evangelio. Es la vuelta al Evangelio sine glosa”, apuntó, como coda. "Defender esta actitud supone protagonizar, entrar en la lógica del Evangelio”. O, lo que es lo mismo: “Servir la alegría del Evangelio y mostrársela a todos

Tras la ponencia de Osoro, Omella concluyó que en estos días se ha vivido "un congreso muy exitoso"; en el que "se ha hablado mucho de una Iglesia en salida, que es una Iglesia en camino. ¿Cómo no evocar el Camino de Santiago, que nos es tan cercano, donde cada día se da un saludo: Ultreya, más allá, seguimos. Y respuesta: Más arriba”

“Ésta es la experiencia de los cristianos: más allá y más arriba”, recordó Omella, que volviendo a la metáfora de la peregrinación, insistió en que "en el camino hay albergues, donde se reponen fuerzas. Estamos en camino y tenemos que seguir en camino. Este Congreso ha sido un momento y un lugar, un albergue, para reponer fuerzas”.

“Hay una mochila siempre en el camino. La mochila es lo importante que se lleva a la espalda. Nos llevamos de este Congreso muchas cosas: tantas cosas que se han dicho en las intervenciones. Gracias por este alimento que nos habéis dado. Gracias a los participantes”

“¿Qué nos llevamos? Primero, un gran amor a Dios, fuente de nuestra existencia, y amor al pueblo fiel ad intra y ad extra. Las periferias y a los que están dentro. Gran amor al pueblo, especialmente a los pobres”, resumió Omella.

“Y necesitamos para ese camino una gran misericordia, para acompañar, discernir e integrar. Sabiendo que todo esto tiene un proceso. Aceptar ese camino y ese proceso, que siempre exige acompañamiento”. Y todo esto, "siempre bañado en la alegría, que quizás habíamos olvidado y el Papa lo subraya tanto. Cristo ha resucitado y vive”.

“La invitación es que no nos encerremos, sino que salgamos”, finalizó el cardenal de Barcelona.

“Y termino leyéndoos la letra de esta canción: “Peregrino, ¿adónde vas? Si no sabes a donde ir...Sólo El mi Dios que me dio al libertad...peregrino que vas cansado de tanto andar...Peregrino sin un porqué...por el camino...Dios camina en tu soledad...Sólo Él mi Dios me guiará”

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