Jóvenes universitarios extremeños del movimiento de JEC La tropa solidaria con el Papa Francisco
(José Moreno).- Por una ecología integral. En el día de san Francisco, cuatro de octubre, se ha clausurado en todas las partes del mundo la campaña del tiempo de la Creación que comenzó el papa Francisco solemnemente el día uno de Septiembre y que se presentó con un carácter universal y ecuménico.
A lo largo de estos meses se ha ido creando una red mundial de todos los creyentes cristianos, a favor del cuidado de la casa común, de la naturaleza con un sentido de ecología integral a la luz del documento papal "Laudato si".
En ese proceso han participado, acompañados por la delegación de ecumenismo, jóvenes universitarios extremeños del movimiento de JEC, que trabajaron el tema de la ecología integral en unas jornadas en Losar de la Vera, profesionales cristianos de la universidad que han seguido online un curso de formación como agentes del cuidado de la creación y que están trabajando en conexión con la amazonía -ahora se desplazarán a Puyo (Ecuador) implicados en el sínodo que va a celebrarse con tal motivo.
Y ahora se han sumado los pequeños de la parroquia de Guadalupe que forman lo que ellos han autodenominado "La tropa solidaria". Tras una reflexión sobre la naturaleza, la figura de san Francisco, y una oración agradecida a Dios con textos franciscanos adaptados a su edad, recibieron los consejos del Papa y firmaron de su propio puño aquellos compromisos que asumían para vivir este año al hilo de las indicaciones papales.
Tras el compromiso pasaron a la acción simbólica, acompañados de sus padres y amigos, que fue sembrar dos robles extremeños de Ahigal, que sembrados en bellota habían nacido y crecido durante unos años en casas particulares de algunos de ellos. Ayer los ofrecieron a la parroquia para ser plantados por todos en el patio comunitario junto a la imagen de la Patrona de Extremadura, la virgen de Guadalupe. Ahí crecerán y acompañarán a una encina sembrada al comenzar de la parroquia hace 12 años y que ya nos da sombra y alegría.
La intención es ir poblando de árboles propios de nuestra tierra este patio de Guadalupe. La siembra de los robles fue acompañada por el cántico alegre de las criaturas de san Francisco: "Laudato si, oh mi signore". El influjo del Papa va llegando hasta estas capas sencillas y anónimas, nunca una encíclica había llegado de esta forma a los pequeños de la Iglesia.
