Exito o triunfo





Por Esther López

Todos tenemos metas en la vida, pero para conseguirlas es necesario que creamos en nosotros mismos y en nuestro triunfo, para ello analizaremos las situaciones y oportunidades que se nos presentan, reconociéndolas y aprovechándolas, sin embargo, hay otras personas que no lo hacen y piensan “ya vendrán otras”, no se dan cuenta de que alcanzar el éxito dependerá de como aprovechamos esas oportunidades que nos brinda la vida todos los días.

Podemos dejarlas pasar por varios motivos: comodidad, miedo a los cambios, dejar a los amigos y familiares, o también hay veces que no podemos o no queremos verlas porque estamos cegados con el afán de pensar solo en lo que nos parece “esencial” (comida poco saludable, ropa de moda, el qué dirán…), no anhelamos cosas mas allá, porque somos conformistas y nuestras aspiraciones no sobrepasan los limites por miedo a fracasar.



Para triunfar en la vida no basta querer, hay que creer. Dios nos envió al mundo a cada uno con una misión positiva a cumplir, pero tenemos que intentar descubrir cuál es la nuestra y desarrollarla. Cuando nos suceden cosas buenas o malas siempre nos preguntamos ¿por qué? y la pregunta correcta sería ¿para qué? Aprendamos a vivir triunfantes.







No hay nada fácil en la vida. Recordemos el dicho: primero es el sufrimiento y luego el placer, podemos ilustrarlo con el ejemplo siguiente: un estudiante que en vez de estar de fiesta, está horas y horas estudiando (sufriendo) en su casa, pero mas tarde le llega la recompensa (el placer) y la satisfacción del aprobado conseguido con constancia, o la lucha diaria por lo que quieres conseguir, para lograr tus metas… el esfuerzo es muy grande pero merece la pena si te gusta depender de ti mismo.



Podría decirse que triunfar es tener éxito, pero no es fácil, requiere: esfuerzo, disciplina, constancia, perseverancia y optimismo, riesgo, estar dispuestos a fracasar y volver a intentarlo, pues ello nos permitirá no desmayar antes de llegar a la meta trazada.



Algunos ejemplos de personas de éxito son:

Albert Einstein (no habló hasta los cuatro años y no aprendió a leer hasta los siete. Su maestro lo describía como «mentalmente lento, asocial, está siempre navegando a la deriva por sus estúpidos sueños». Lo expulsaron del colegio y le negaron el ingreso en la Escuela Politécnica de Zurich).

Henry Ford (fracasó y fue a la quiebra en cinco ocasiones antes de conseguir, finalmente, el éxito).

Winston Churchill (no aprobó el sexto grado. No llegó a ser primer ministro de Inglaterra hasta los sesenta y dos años, después de toda una vida de derrotas y reveses. Sus mayores logros los consiguió cuando ya había cumplido los sesenta y cinco años).



Pero… ¿qué es el éxito?



El éxito no existe en sí mismo, si no estamos satisfechos con nosotros mismos Si entendemos el éxito como un sinónimo de felicidad, es imposible conseguirlo al cien por cien, porque el ser humano por naturaleza, se siente insatisfecho, y más en esta época de consumismo egoísta e insaciable. Hay personas que cuando han conseguido lo que desean, en vez de disfrutarlo piensan ¿y ahora qué? Porque, una vez conseguido, ya no les satisface y se plantean otra nueva meta u objetivo y así sucesivamente, al final lo único que nos queda es una larga lista con nuestros “logros” para que, de cara a la sociedad, los vean los demás. Pero mucha gente, lejos de valorarnos y respetarnos, lo que hacen es envidiarnos e ignorarnos, entonces no podemos sentirnos felices, porque el ser humano busca y necesita el respeto y la admiración de los demás. También habrá personas que expresen alegría por los resultados que obtuvimos y realmente se alegraran por nosotros, nos daremos cuenta de qué personas merecen la pena que estén a nuestro lado y cuales no. La clave más sencilla para triunfar en la vida es ser tal y como eres día a día, sin tener que demostrar nada a nadie.

¿No es suficiente con disfrutar de lo que tienes y luchar por mejorar cada día?



El éxito puede tener distintos significados, todos válidos pues cada persona lucha para buscar y conseguir lo que desea:

· Para unas personas es una ambición espiritual (tener una vida tranquila, armoniosa con los demás y con el universo),

· Para otros es una ambición positiva que uno se traza, mientras busca hacer realidad sus sueños.

· También puede ser una ambición material, pero no hay que olvidar que el dinero no siempre significa éxito, a veces por buscarlo se dejan cosas mucho más importantes que tal vez nunca se recuperen. Una escala de valores podría ser: salud, amor, armonía familiar y después iría lo material.

El éxito se consigue con disciplina, paciencia, constancia, perseverancia, coraje, deseo, libertad interior, responsabilidad (para asumir su propia carrera y definir el éxito), integridad y honestidad (para adoptar las decisiones necesarias)…



¿Dónde está el éxito?



Nos pasamos la vida persiguiendo las metas marcadas por la sociedad: estudios, trabajo, piso, casarse, hijos, comprar una segunda residencia…. y por supuesto un buen coche…. tener, tener y tener… ¿para qué? ¿Somos más felices así? ¿No creéis que la felicidad se alcanza siendo menos ambicioso y aprendiendo a desear menos cosas? En mi experiencia personal, os diré que al recordar los momentos mas felices de mi vida, éstos no estaban rodeados de cosas, dinero…etc. sino de personas, logros personales, sentimientos, etc.



Muchas veces escuchamos decir a la gente “que suerte” o “las personas que logran triunfar en la vida son aquellas que han nacido con estrella y el resto que no logran nada, han nacido estrellados”, esto no es así, la gente exitosa, son aquellas que luchan por lo que piensan y por conseguir sus metas trazándose objetivos en su vida, en lo personal, familiar, espiritual y profesional... la suerte no existe, es necesario conjugar varias cosa: audacia, decisión, fe (creer que lo puedes lograr aunque no lo puedas ver), esperanza, estar en el momento oportuno, todos tenemos oportunidades solo hay que buscar el mejor momento para hacer las cosas y creer en uno mismo.



Yo solo creo que el día que nos podamos parar y mirar a alguien a los ojos sin importarnos que o quien es, si tiene o no riquezas, que su color no cuenta porque la sangre solo es roja.

Entendamos que la humildad es el regalo mas grande que tenemos que nos hace únic@s, ese día ya seré una mujer exitosa porque solo luchare por lo que me gusta y me hace feliz.





¡¡Lucha por todo aquello que soñaste!!







Ilustramos el tema con el power “LA PARÁBOLA DEL CABALLO” subido a youtube por Bemalue, de autor desconocido y música de la Caballeria Rusticana Intermezzo,



http://www.youtube.com/watch?v=BN0dba5Ol04&feature=related

o

http://youtu.be/BN0dba5Ol04



Es un power que nos muestra como salir de una situación difícil en nuestra propia vida, actuando sin rendirse, como el caballo.







Antes de terminar desearía que leyerais la historia del Dr. Pedro Cavadas, también llamado “Doctor Milagro”. Hace tiempo que llegó a mis manos, pero por azar del destino una persona muy especial me lo envió hoy desde Guatemala y la comparto con tod@s ustedes, espero que les guste.

El Dr. Cavadas es un médico muy reconocido, que ha cosechado grandes éxitos, por lo que podía muy bien ser una persona orgullosa y vanidosa, pero lejos de ello, destaca por su altruismo y humildad, además de por ser una persona comprometida con los demás, dando no solo su tiempo sino también su dinero personal, ya que como él muy bien dice “La felicidad está en reconstruir por fuera y por dentro la vida de los demás”





Pedro Cavadas



Pedro Cavadas (43), el 'doctor milagro' responsable de llevar a cabo el primer transplante de cara en España y el octavo en todo el mundo en el Hospital La Fe en Valencia, no es un trabajador más, como a él le gusta definirse. No puede ser normal quien tiene en su haber diagnósticos imposibles, intervenciones a vida o muerte y soluciones innovadoras, como cuando logró reimplantar el brazo amputado a un hombre de 63 años tras mantenerlo nueve días unido a las arterias de una de sus piernas. Su estilo étnico y desenfadado también resulta poco convencional. El médico valenciano asegura que no le gusta vestirse con bata, traje o cualquier prenda que se parezca a "un disfraz de médico".

Pese a sus éxitos, el médico valenciano no se ha dado ningún baño de vanidad. Al contrario, pues ha evolucionado desde el lujo y la ostentación a la humildad y el altruismo. El punto de inflexión fue su descubrimiento de África. Se plantó en Kenia para tantear el terreno, atender a algunos de sus habitantes y volverse a casa sin ser del todo consciente de la cantidad de problemas que había en esos países, según reconoció en una entrevista.



De ese viaje volvió otro Pedro Cavadas. Uno más consciente y comprometido. La muerte de uno de sus hermanos en un accidente de tráfico fue la desgracia que terminó de “abrirle los ojos” y le ayudó a ver más allá de sus cuentas bancarias. “Nadie ha pagado una entrada más cara por nacer en el hemisferio Norte”, ha dicho alguna vez el doctor.



A raíz de estos acontecimientos fue incapaz de volver a conducir su Porsche, ni ninguno de sus otros vehículos de coleccionista. Tanto él como el resto de su familia vendieron sus coches de lujo y se metieron de lleno en un proyecto de ayuda para África. De ahí nació la fundación Pedro Cavadas , que se nutre económicamente en un 99 % de las operaciones privadas del doctor y del estudio de los arquitectos Virginia y Eduardo Cavadas; tan sólo el uno por ciento restante corresponde a donativos.



A pesar de que para Cavadas, licenciado en Medicina en 1989, los reconocimientos son un “masaje de vanidad”, en este caso se convierten en algo positivo, pues es lo que le permite no sólo desplegar misiones quirúrgicas en África, sino también traer grupos de niños enfermos aquí. Los opera y los mete en su propia casa para seguir su recuperación. Monta verdaderos hospitales de campaña en su propia vivienda, pues ha llegado a tener hasta 10 niños a la vez con sus respectivos familiares. Parece ser que su felicidad está en la de reconstruir por fuera (y por dentro) la vida de los demás. Eso y la satisfacción de tener dos niñas pequeñas de China que le llenan la vida de "dibujos y preguntas".



Su última hazaña ha sido el primer transplante facial español, y el primero en el mundo de mandíbula y lengua, en el que se ha desgañitado por proteger la identidad de su paciente y del donante. Él se mantiene en su intento de ser 'normal', lo que precisamente le convierte en una 'rara avis'.



- Pero ser el primero en realizar un trasplante de cara en España da prestigio

- "Esto no es una carrera. En todo caso, es una carrera entre comunidades autónomas de signos políticos distintos. La medicina es procurar mejorar la calidad de vida de una persona. Y eso no tiene nada que ver con carreritas, a ver quién mea más lejos. La vanidad profesional es un motor muy peligroso. Es como la fisión nuclear. Bien controladita, genera electricidad; pero si fallan los mecanismos de control, catástrofe."



- O sea, no sólo opera en África gratis, sino que además pone usted el dinero

- "Toda la gente se gasta el dinero en lo que más le gusta, en lo que le hace ilusión. Y a mí este proyecto me hace mucha ilusión".



- "Nadie ha pagado una entrada más cara por nacer en el hemisferio Norte"

- "En las zonas duras del planeta, la gente no está de malhumor todo el día. Al revés, lo pasan mal, pero los ratitos en que no lo pasan mal están alegres. Bailan, cantan. ¿Cómo es esto posible? En Occidente lo tenemos casi todo, o eso nos hacen creer, y estamos de mala leche todo el tiempo".



"Es la cirugía de las sociedades saciadas. Cuando alguien está saciado, tiene más comida de la que puede comer, más música de la que puede oír, más placer del que puede experimentar, entonces se empieza a preocupar por la puntita de la nariz o el michelín. Cuando la gente tiene vidas duras, y la mayoría de la humanidad las tiene, no se preocupa de eso. Y no es tan infeliz. AL REVÉS".





Un saludo a todos, Esther López(micooperacion@hotmail.com)








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