De la Mesa del Altar a la Mesa de la Vida: Fiesta de Corpus
No soy tondo, “ya sé de sobra lo que necesitáis”
Jesús en la Eucaristía, Jesús en la vida:
de la mesa del altar a la mesa de la vida
No os lavéis la cara con limosnas y caridades
Lavaos la cara con justicia, con solidaridad, con igualdad, con fraternidad
No os tapéis la cara con festejos, con solemnidades, con músicas, con cantos, con peregrinaciones, con imágenes, con atuendos, con inciensos, con ayunos, con menudeo de plegarias, con peticiones y peticiones, pues parece que no sabéis más que pedir y pedir; no soy tonto, “ya sé de sobra lo que necesitáis”: necesito oraciones de compromiso con los oprimidos y maltratados del mundo, como la mía en el huerto de los olivos.
Reflexiones:
Hoy, día de la Fiesta de Corpus, nos da para hacer múltiples reflexiones: Por una lado, la presencia de Jesús en la Eucaristía, para sentarnos en torno a una misma mesa, compartir un mismo pan y amarnos como hermanos unos a otros como El nos mandó. Y por otro, analizar si la realidad de nuestra vida y de este mundo es coherente con la Eucaristía que Jesús nos mandó celebrar.
Jesús, con Isaías (ver 1,10-18), ya nos dijo entonces y nos dice hoy:
Detesto vuestras misas, vuestras custodias, vuestros ropajes, vuestras procesiones, vuestras calles cubiertas de flores, vuestras músicas, vuestras procesiones
porque:
-en 2017 llegaron a vuestras costas mediterráneas españolas más de 2500 niños africanos completamente solos, a los que no habéis prestado la más elemental atención, y en cambio gastáis todos los domingos millones en ver, por ejemplo, fútbol que no sirve para nada más que para meter muchos millones en los bolsillos de unos pocos.
-me tenéis muriendo de hambre en, Africa, América, la India, Bangladesh…, que me obliga a huir de mi casa y de mi tierra, afrontando mil abusos y peligros, mientras que acabáis de gastar 733.796 € en el desfile militar de Logroño, el doble que en 2016, a la vez que habéis reducido a una miseria la cooperación internacional, dejándola para 2018 en 553,74 millones de €, frente a los 2817 que destinasteis en 2009.
porque:
-me robáis mis minerales en el Níger para vuestras centrales nucleares de Francia, mi coltán en el Congo para nuestros móviles, ordenadores y televisores: me pagáis por un kilo 2 € y después vosotros los vendéis a 400, mientras yo aquí me muero de hambre.
porque:
-vuestras Multinacionales, vuestros bancos y sus dueños son cada vez mas ricos, y empobrecen cada vez más al resto de mis hermanos.
-compráis con vuestras multinacionales mi tierra a los gobiernos corruptos de mi país en Angola, Kenia, Zambia, Liberia, Senegal, Malí, Benín y otros muchos países de Africa o América del Sur, y a mi no me queda ni para cultivar un poco maíz para alimentar a mi familia, y el dinero de la venta va parar a vuestros paraísos fiscales, y yo tengo que abandonar la familia y emigrar. Por eso os tengo que decir “¡Ay de los que juntáis casa con casa, y campo a campo anexionáis, hasta ocupar todo el sitio y quedaros solos en medio del país!” (Isaías 5,8). Me expoliáis del derecho a la tierra y al agua, “porque tus jefes, revoltosos, se han aliado con bandidos; cada cual ama el soborno y va tras los regalos; al huérfano no hacen justicia” (Isaías 1,23).
-todavía hoy en España me seguís desahuciando de mi casa en cuatro familias por día (Según cifras del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), por no poder pagar el alquiler, y luego vuestros gobiernos presumen de recuperación (será la de los ricos; la de los pobres, no), incluso trabajando no llego fin de mes.
-me hacéis sufrir día y noche pensando si el trabajo que tengo hoy posiblemente ya no lo tendré mañana; y me hacéis firmar una nómina de 800 €, pero me pagáis solo 400 trabajando 8 ó 10 horas diarias todo el mes.
porque:
-me explotáis con mano de obra de miseria, incluso en los niños, en las maquilas textiles de Bangladesh, el norte de Africa o de América del Sur, para lucir vuestros trajes y modelitos, incluso en esto que llamáis fiesta del corpus.
-no pensáis en mi cuando leéis esto: En Guatemala uno de cada dos niños y niñas menores de cinco años padecen desnutrición crónica; en un solo año (2015) quedaron embarazadas 83.483 niñas y adolescentes de entre 10 y 17 años, la mayoría de ellas producto de una violación, incluso de su padre o su hermano. En el 2016 hubo 7. 338 denuncias por violencia sexual en personas menores de edad, y 14.698 por maltrato físico.
porque:
-llenáis mis costas de residuos radiactivos en Somalia y por eso me estoy muriendo de cáncer en el 40 % de sus habitantes, y llenáis de basura plástica continentes y mares, eliminando cada día unas 150 especies animales.
porque:
-me matáis con vuestras armas en Siria, R.D. del Congo, Afganistán, Sudán, Irak...,destruyendo mi casa, mi escuela, dedicando en 2017 nada menos 1,7 billones de € a gastos militares para matar, en vez de dedicarlos para la vida de los 795 millones de personas en las que paso hambre todos los días.
“Por eso me tapo los ojos para no veros, detesto vuestros solemnidades, aunque elevéis las manos y menudeéis la plegaria yo no oigo, porque vuestras manos están de sangre llenas” (Isaías 1,13-15). Me recibís en vuestra comunión y luego me vomitáis con vuestras injusticias contra los más pobres de la tierra.
porque:
-me da asco la corrupción de vuestros políticos y empresarios, de vuestros corruptos y corruptores, de vuestras casas de lujo, de vuestras lujosas oficinas y sedes bancarias, mientras que yo tengo que vivir en millones de casas del Tercer Mundo sin agua, sin luz, sin ventanas. Por eso os tengo que decir “¡Ay de los que juntáis casa con casa, y campo a campo anexionáis, hasta ocupar todo el sitio y quedaros solos en medio del país!
-no puedo ver vuestras pompas, báculos, ropas, mitras y solemnidades; vuestros órganos, altares, sagrarios e iglesias lujosas, porque me tenéis abandonado y lleno de miseria en los basureros de las ciudades del Tercer Mundo o en los campos de refugiados: ¿no veis que es ahí donde yo necesito realmente de vuestra justicia?
-porque hay unos 250 clérigos de todo el mundo, 11 de ellos españoles, junto con algunos obispos y algún cardenal, todos ellos ultraconservadores, que no siguen al hermano Francisco en su lucha por renovar mi iglesia contra la corrupción de la pederastia y el poder del dinero para hacerla coherente con mi Evangelio, y así poder alzar con dignidad su voz contra las injusticias y los injustos de este mundo (Ver Religión Digital 29/05/18).
porque:
-tiráis millones de toneladas de comida (1.400.00 toneladas) y ropa (1.500.000 toneladas), a la basura mientras millones de hermanos y hermanas míos se mueren de hambre y frío. No necesito de vuestras caridades, sino de vuestra justicia.
porque:
- cada día maltratáis cada vez más a la Madre Tierra: la contamináis, la deforestáis, la alteráis genéticamente, matáis su vida, no os consideráis sus hijos ni la cuidáis como Buena Madre. Cuando gastáis más de lo necesario estáis siendo injustos conmigo y con ella.
porque:
-acudís presurosos a lo que llamáis peregrinaciones para visitar santuarios y lugares de culto, pero no acudís a verme en el santuario de los pobres del Tercer Mundo donde el hambre y la sed me llevan todos los días a la muerte en muchos miles de personas.
Por todo eso, vuestras fiestas, misas y solemnidades, no son mis misas, ni mis fiestas, ni mis solemnidades. Con ellas fomentáis adoración y devoción, pero yo no necesito eso: lo que necesito es vuestra lucha y compromiso para renovar y transformar mi iglesia, construir una sociedad más humana y un mundo más igual, justo y fraterno. No necesito tantas oraciones de petición, pues parece que no sabéis más que pedir y pedir; no soy tonto, “ya sé de sobra lo que necesitáis”(Mateo 6, 32-33): necesito oraciones de compromiso con los oprimidos y maltratados del mundo.
Por eso os digo: “Lavaos, limpiaos, quitad vuestras fechorías de delante de mi vista, desistid de hacer el mal, aprended a hacer el bien, buscad lo justo, defended el derecho del pobre, haced justicia al abandonado” (Isaías 1,16-17), devolvedle lo que le habéis robado, compartid vuestros bienes. Construid una sociedad nueva inundada de justicia, de amor, de igualdad, de fraternidad: eso es lo que yo os he enseñado. Entonces vuestra luz brillará como el sol del mediodía, seréis hijos de mi Padre, y así nadie vivirá indignamente de vuestras caridades, ni de lo que tiráis como basura en los contenedores de vuestras calles.
¿Cuándo llegaremos por lo menos a una elemental coherencia entre lo que celebramos y lo que hacemos? Ojalá sea pronto. Y así la vida en este mundo sea digna y gratificante para tod@s). Ojalá haya cada vez más personas comprometidas, de palabra y de obra, con la liberación de los oprimidos del mundo.
Un cordial abrazo a tod@s y a la Madre Tierra.-Faustino
Jesús en la Eucaristía, Jesús en la vida:
de la mesa del altar a la mesa de la vida
No os lavéis la cara con limosnas y caridades
Lavaos la cara con justicia, con solidaridad, con igualdad, con fraternidad
No os tapéis la cara con festejos, con solemnidades, con músicas, con cantos, con peregrinaciones, con imágenes, con atuendos, con inciensos, con ayunos, con menudeo de plegarias, con peticiones y peticiones, pues parece que no sabéis más que pedir y pedir; no soy tonto, “ya sé de sobra lo que necesitáis”: necesito oraciones de compromiso con los oprimidos y maltratados del mundo, como la mía en el huerto de los olivos.
Reflexiones:
Hoy, día de la Fiesta de Corpus, nos da para hacer múltiples reflexiones: Por una lado, la presencia de Jesús en la Eucaristía, para sentarnos en torno a una misma mesa, compartir un mismo pan y amarnos como hermanos unos a otros como El nos mandó. Y por otro, analizar si la realidad de nuestra vida y de este mundo es coherente con la Eucaristía que Jesús nos mandó celebrar.
Jesús, con Isaías (ver 1,10-18), ya nos dijo entonces y nos dice hoy:
Detesto vuestras misas, vuestras custodias, vuestros ropajes, vuestras procesiones, vuestras calles cubiertas de flores, vuestras músicas, vuestras procesiones
porque:
-en 2017 llegaron a vuestras costas mediterráneas españolas más de 2500 niños africanos completamente solos, a los que no habéis prestado la más elemental atención, y en cambio gastáis todos los domingos millones en ver, por ejemplo, fútbol que no sirve para nada más que para meter muchos millones en los bolsillos de unos pocos.
-me tenéis muriendo de hambre en, Africa, América, la India, Bangladesh…, que me obliga a huir de mi casa y de mi tierra, afrontando mil abusos y peligros, mientras que acabáis de gastar 733.796 € en el desfile militar de Logroño, el doble que en 2016, a la vez que habéis reducido a una miseria la cooperación internacional, dejándola para 2018 en 553,74 millones de €, frente a los 2817 que destinasteis en 2009.
porque:
-me robáis mis minerales en el Níger para vuestras centrales nucleares de Francia, mi coltán en el Congo para nuestros móviles, ordenadores y televisores: me pagáis por un kilo 2 € y después vosotros los vendéis a 400, mientras yo aquí me muero de hambre.
porque:
-vuestras Multinacionales, vuestros bancos y sus dueños son cada vez mas ricos, y empobrecen cada vez más al resto de mis hermanos.
-compráis con vuestras multinacionales mi tierra a los gobiernos corruptos de mi país en Angola, Kenia, Zambia, Liberia, Senegal, Malí, Benín y otros muchos países de Africa o América del Sur, y a mi no me queda ni para cultivar un poco maíz para alimentar a mi familia, y el dinero de la venta va parar a vuestros paraísos fiscales, y yo tengo que abandonar la familia y emigrar. Por eso os tengo que decir “¡Ay de los que juntáis casa con casa, y campo a campo anexionáis, hasta ocupar todo el sitio y quedaros solos en medio del país!” (Isaías 5,8). Me expoliáis del derecho a la tierra y al agua, “porque tus jefes, revoltosos, se han aliado con bandidos; cada cual ama el soborno y va tras los regalos; al huérfano no hacen justicia” (Isaías 1,23).
-todavía hoy en España me seguís desahuciando de mi casa en cuatro familias por día (Según cifras del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), por no poder pagar el alquiler, y luego vuestros gobiernos presumen de recuperación (será la de los ricos; la de los pobres, no), incluso trabajando no llego fin de mes.
-me hacéis sufrir día y noche pensando si el trabajo que tengo hoy posiblemente ya no lo tendré mañana; y me hacéis firmar una nómina de 800 €, pero me pagáis solo 400 trabajando 8 ó 10 horas diarias todo el mes.
porque:
-me explotáis con mano de obra de miseria, incluso en los niños, en las maquilas textiles de Bangladesh, el norte de Africa o de América del Sur, para lucir vuestros trajes y modelitos, incluso en esto que llamáis fiesta del corpus.
-no pensáis en mi cuando leéis esto: En Guatemala uno de cada dos niños y niñas menores de cinco años padecen desnutrición crónica; en un solo año (2015) quedaron embarazadas 83.483 niñas y adolescentes de entre 10 y 17 años, la mayoría de ellas producto de una violación, incluso de su padre o su hermano. En el 2016 hubo 7. 338 denuncias por violencia sexual en personas menores de edad, y 14.698 por maltrato físico.
porque:
-llenáis mis costas de residuos radiactivos en Somalia y por eso me estoy muriendo de cáncer en el 40 % de sus habitantes, y llenáis de basura plástica continentes y mares, eliminando cada día unas 150 especies animales.
porque:
-me matáis con vuestras armas en Siria, R.D. del Congo, Afganistán, Sudán, Irak...,destruyendo mi casa, mi escuela, dedicando en 2017 nada menos 1,7 billones de € a gastos militares para matar, en vez de dedicarlos para la vida de los 795 millones de personas en las que paso hambre todos los días.
“Por eso me tapo los ojos para no veros, detesto vuestros solemnidades, aunque elevéis las manos y menudeéis la plegaria yo no oigo, porque vuestras manos están de sangre llenas” (Isaías 1,13-15). Me recibís en vuestra comunión y luego me vomitáis con vuestras injusticias contra los más pobres de la tierra.
porque:
-me da asco la corrupción de vuestros políticos y empresarios, de vuestros corruptos y corruptores, de vuestras casas de lujo, de vuestras lujosas oficinas y sedes bancarias, mientras que yo tengo que vivir en millones de casas del Tercer Mundo sin agua, sin luz, sin ventanas. Por eso os tengo que decir “¡Ay de los que juntáis casa con casa, y campo a campo anexionáis, hasta ocupar todo el sitio y quedaros solos en medio del país!
-no puedo ver vuestras pompas, báculos, ropas, mitras y solemnidades; vuestros órganos, altares, sagrarios e iglesias lujosas, porque me tenéis abandonado y lleno de miseria en los basureros de las ciudades del Tercer Mundo o en los campos de refugiados: ¿no veis que es ahí donde yo necesito realmente de vuestra justicia?
-porque hay unos 250 clérigos de todo el mundo, 11 de ellos españoles, junto con algunos obispos y algún cardenal, todos ellos ultraconservadores, que no siguen al hermano Francisco en su lucha por renovar mi iglesia contra la corrupción de la pederastia y el poder del dinero para hacerla coherente con mi Evangelio, y así poder alzar con dignidad su voz contra las injusticias y los injustos de este mundo (Ver Religión Digital 29/05/18).
porque:
-tiráis millones de toneladas de comida (1.400.00 toneladas) y ropa (1.500.000 toneladas), a la basura mientras millones de hermanos y hermanas míos se mueren de hambre y frío. No necesito de vuestras caridades, sino de vuestra justicia.
porque:
- cada día maltratáis cada vez más a la Madre Tierra: la contamináis, la deforestáis, la alteráis genéticamente, matáis su vida, no os consideráis sus hijos ni la cuidáis como Buena Madre. Cuando gastáis más de lo necesario estáis siendo injustos conmigo y con ella.
porque:
-acudís presurosos a lo que llamáis peregrinaciones para visitar santuarios y lugares de culto, pero no acudís a verme en el santuario de los pobres del Tercer Mundo donde el hambre y la sed me llevan todos los días a la muerte en muchos miles de personas.
Por todo eso, vuestras fiestas, misas y solemnidades, no son mis misas, ni mis fiestas, ni mis solemnidades. Con ellas fomentáis adoración y devoción, pero yo no necesito eso: lo que necesito es vuestra lucha y compromiso para renovar y transformar mi iglesia, construir una sociedad más humana y un mundo más igual, justo y fraterno. No necesito tantas oraciones de petición, pues parece que no sabéis más que pedir y pedir; no soy tonto, “ya sé de sobra lo que necesitáis”(Mateo 6, 32-33): necesito oraciones de compromiso con los oprimidos y maltratados del mundo.
Por eso os digo: “Lavaos, limpiaos, quitad vuestras fechorías de delante de mi vista, desistid de hacer el mal, aprended a hacer el bien, buscad lo justo, defended el derecho del pobre, haced justicia al abandonado” (Isaías 1,16-17), devolvedle lo que le habéis robado, compartid vuestros bienes. Construid una sociedad nueva inundada de justicia, de amor, de igualdad, de fraternidad: eso es lo que yo os he enseñado. Entonces vuestra luz brillará como el sol del mediodía, seréis hijos de mi Padre, y así nadie vivirá indignamente de vuestras caridades, ni de lo que tiráis como basura en los contenedores de vuestras calles.
¿Cuándo llegaremos por lo menos a una elemental coherencia entre lo que celebramos y lo que hacemos? Ojalá sea pronto. Y así la vida en este mundo sea digna y gratificante para tod@s). Ojalá haya cada vez más personas comprometidas, de palabra y de obra, con la liberación de los oprimidos del mundo.
Un cordial abrazo a tod@s y a la Madre Tierra.-Faustino