¿Por qué nos meten miedo?
| Faustino Vilabrille
Estos días nos llegan amenazas de escasez de alimentos e incluso de hambre. Creemos que se trata de campañas de las multinacionales de la alimentación para justificar la subida desmesurada de precios, porque lo cierto es que estamos en manos de 10 grandes multinacionales de la alimentación, la mayoría de EE.UU y de Europa. Son estas:
1.-Nestlé (Suiza)
Ingresos: 90.000 millones de dólares anuales aproximadamente.
2.-PepsiCo (Nueva york)
Ingresos: 63.000 millones de dólares anuales aproximadamente.
3.-Unilever (Londres y Róterdam)
Ingresos: 59.100 millones de dólares anuales aproximadamente.
4.-Coca-Cola (Atlanta. Estados Unidos)
Ingresos: 44.300 millones de dólares anuales aproximadamente.
5.-Mars (McLean, Virginia. Estados Unidos)
Ingresos: 33.000 millones de dólares anuales aproximadamente.
6.-Mondelez (Deerfield, Illinois. Estados Unidos)
Ingresos: 29.600 millones de dólares anuales aproximadamente.
7.-Danone (París)
Ingresos: 24.900 millones de dólares anuales aproximadamente.
8.-General Mills (Golden Valley, Minnesota. Estados Unidos)
Ingresos: 17.600 millones de dólares
9.-Associated British Foods (Londres)
Ingresos: 16.600 millones de dólares anuales aproximadamente.
10.-Kellogg’s (Battle Creek, Míchigan. Estados Unidos)
Ingresos: 13.500 millones de dólares anuales aproximadamente.
Entre las 10 pasan de los 390.000 millones de ingresos anuales.
Lo cierto es que sobran muchos alimentos, porque cada año se destruyen más de 1300 millones de toneladas de comida perfectamente útil.
El 25 % de la producción de alimentos se destruye cada día: en los países ricos por no aprovecharlos, o por especular con ellos: el 75% de los alimentos básicos de la humanidad son el maíz, el trigo y el arroz, que están sujetos a la especulación del mercado de valores, sobre todo en la Bolsa de Chicago. Los especuladores obtienen con ellos beneficios astronómicos cada año. La especulación bursátil tiene consecuencias mortales, sobre todo para los empobrecidos del Tercer Mundo, como que cada minuto mueren 12 niños de hambre menores de diez años.
El nivel de actividad y sus cifras de negocio de esas multinacionales crecen a un ritmo imparable, el mercado mundial de alimentos cada vez está en menos manos. De hecho, el sector agroalimentario va camino de convertirse en un oligopolio controlado por apenas una docena de sociedades tal y como demuestran los procesos de concentración empresarial llevados a cabo en los últimos años.
De las nueve mayores fusiones o absorciones industriales realizadas en el mundo desde el 2013, cinco correspondieron a firmas vinculadas a la producción o distribución de alimentos. Estas operaciones, transcontinentales y entre teóricos competidores, dieron lugar a gigantescas multinacionales cuya facturación anual conjunta supera los 390.000 millones de euros.
Se le echa la culpa al Covid 19 y a la guerra de Ucrania, al cambio climático o a la escasez de fertilizantes, pero lo cierto es que muchos expertos afirman que se producen alimentos para el doble de la humanidad actual.
Lo cierto y muy sangrante también es que sobra mucho para una minoría de millonarios y multimillonarios, y falta mucho para más de 1000 millones de habitantes de este planeta, que en los últimos tres años son cada vez más. Para muestra estos datos:
El 1% de los más ricos del mundo posee tanto como 99 % restante de la humanidad. La pandemia les sirvió para enriquecerse mucho más. En sus dos primeros años crecieron un 14 %, de tal manera que el 10 % más poderoso económicamente posee ya tres cuartas partes de todo el patrimonio mundial. Las grandes farmacéuticas ganaron 74.000 millones de euros durante el primer año de pandemia. Pfizer, Biontech y Moderna, a finales de 2021,obtuvieron unos beneficios de 65000 euros cada minuto (Fuente: Oxfam), a base de recibir miles de millones en inversiones públicas, poner precios exorbitantes a medicamentos esenciales y pagar pocos impuestos, lo cual es devastador para la sanidad pública. Al frente de Pfizer está un veterinario, Albert Bourla, que asistió a la cumbre del G7 en su jet privado, y en 2021 fue retribuido con 22,3 millones de euros, un 15 % más que el año anterior.
Hoy es la Ascensión: Jesús despareció de la vista de sus discípulos, pero no de su presencia, porque siguió estando con ellos. Hoy también sigue con nosotros, muy presente en los pobres, hambrientos, sedientos, enfermos, desnudos, encarcelados, emigrantes. Unos ángeles dijeron a los apóstoles que no se quedasen mirando al cielo. Con frecuencia miramos demasiado al cielo, y poco a la Tierra: por eso tenemos tan abandonado a Jesucristo en los oprimidos de este mundo, sin darnos cuenta de que estos son el camino de Dios que lo construimos con materiales de amor, justicia, fraternidad, igualdad, solidaridad, respeto, comprensión, bondad, misericordia: solo con estos materiales construiremos caminos de alegría y felicidad en este mundo .
Feliz domingo a tod@s.-Faustino