Dios ama... a imagen y semejanza de los hombres.

Quizás; pero, por aquello de concedernos el mínimo y reconocido por todos beneficio de la duda, diríamos que lo hace a su manera, de un modo un tanto parcial y poco consecuente.
No vamos a ir tan lejos como para aludir al Edén perdido o a Diluvios genocidas: todo eso queda en la noche de los tiempos. Aun así, si Dios envió un Diluvio Universal para castigar a la Humanidad por haberse alejado de él ¿qué culpa tenían los animales terrestres? ¿Por qué benefició a los peces en perjuicio de los fieles perrillos? ¿Acaso las ardillas y las vacas que según la leyenda perecieron bajo las aguas no eran criaturas de ese Dios? Ya, es una leyenda, un mito para explicar otras cosas. Si, por supuesto que es una leyenda, pero ¿por qué no inventaronn otras leyendas más amorosas de un Dios que no necesita echar a nadie del Edén?
¿Por qué hay tantos predicadores que hablan de la ira de Dios si la ira es un pecado… y además capital? ¿Puede Dios pecar? ¿Con quien se confiesa?
Claro, lo que pasa es que yo no entiendo estas cosas de la Teología; debe ser porque no tengo fe y para entender vaya usted a saber qué cosas hay que tener fe.
Como le oí una vez a un crío afirmar con total seriedad: La fe es eso que nos da Dios para entender a los curas. “Dejad que los niños se acerquen a mí.”
Yo lo que veo es que si hacemos caso a la voz de Dios en la Tierra siempre hablando por boca de las Iglesias monoteístas, este Dios debe ser un chapucero o injusto o muy poco inteligente.
Porque las tres confesiones marginan a las mujeres y, claro, si actúan en nombre de Dios, es que o Dios es misógino o las mujeres no deben ser criaturas suyas.
Las tres les dicen a los pobres que hay que ser resignados, humildes y confiar en la vida eterna, en un supuesto Paraíso; pero ninguna les dice seriamente a los ricos que basta ya de vivir a costa de los pobres o, si lo dice, ninguna consigue que repartan un poco más. Por lo que deduzco que a Dios le debe gustar la pasta gansa y cuando hay pobres, mira para otro lado.
Las tres, ante las injusticias que padecen sus acólitos, elevan preces al Altísimo sin osasr enfrentarse a los verdaderos responsables, menos si éstos son ser sus “justos” gobernantes que tanto les aman. En realidad, el mal les viene de ellos mismos, que son pecadores, que han abandonado las leyes de Dios y zarandajas por el estilo. O sea, que Dios les engaña.
Y, claro, que a nadie se le ocurra ir contra la palabra de Dios o la palabra de la Iglesia, cualesquiera de ellas, porque entonces lanzan toda una campaña mediática, que ya le gustaría controlar a cualquier ejecutivo de marketing, con el fin de condenarte al ostracismo en el mejor y más humano de los casos.
Para ejemplo, recuerdo esta perla extraída de uno de los libros --¿o fue sólo uno?-- de Juan Pablo II: Todos los males de Europa vienen del Siglo de las Luces. ¡Cómo se nota el pelo de la dehesa histórica! Siempre Voltaire, Descartes y Cía.
Y para colmo la injusticia de Dios contra una gran parte de su Humanidad: de entre todos los pueblos, sólo uno elegido. ¿Por qué fue Israel su pueblo escogido? Quizás sea porque el autor de un libro siempre suele hablar a su favor.
Claro que, vistas así las cosas, quizás resulta que un día el hombre hizo a Dios a su imagen y semejanza.
Sí. Ahora sí me explico la irracionalidad de los fundamentalismos en nombre de algo que llaman Dios. O así se expresa Alah por boca… perdón, por las gumías de sus prosélitos.