...no admisibles, entre muchas.
El hombre es historia y la religión “está” en el hombre.
No deja de ser una afirmación gratuita, capciosa y hasta engañosa. La historia es el pasado del hombre y la religión no es que “esté” en el hombre, simplemente “ha estado”, pero no es connatural al hombre.
Lo humano, lo natural y lo santo corren paralelos; ciertas partes de la historia son historia de “lo santo” influyendo en la naturaleza.
No hay tal paralelismo “esencial”, aunque sí fenomenológico y como tal la creencia hace también historia. La aparición simultánea de algo no indica ni co-esencia ni causalidad. Poner en parangón cosas tan distintas es muestra de cerrilismo mental.
...porque lo natural se incardina a lo santo en conocimiento, sentimiento y voluntad.
Podríamos decir otro tanto, palabras que se agotan en sí mismas. Ganas de contentar a la audiencia sacando conclusiones de un fárrago erudito anterior.