30. La novísima credulidad basa el conocimiento de Dios en la “vivencia”. Certificado nuevo de un acta de nacimiento: Dios existe para quien lo vive. ¿Qué clase de Dios es ése?
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31. Los nuevos creyentes fervorosos dicen: Dios existe porque lo siento. Y los razonantes les contestamos con un retruécano: Lo siento, pero ese Dios no existe. Lo que existe es un sentimiento de algo a lo que quieres llamar Dios.
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32. Cuando el fervor religioso sonríe quema el corazón pero seca el cerebro.
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33. Hay creyentes que son expertos en medicina, leyes, arquitectura... pero patanes en pensamiento y reflexión.
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34. La lógica progresiva del creyente: No lo sé; dudo; lo presiento; lo siento; lo necesito; estoy convencido...; ¡existe! ¡Ha creado a Dios!
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35. No lo dudes, Dios es tu propia conciencia. ¿Tan pobre estás de tí mismo que necesitas oraciones o ritos para oírla?
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36. Dios es una contradicción tan grande que, cuanto más piensa el hombre, más se evapora.
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37. Dios es un fruto maduro de la ceguera de la razón.
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38. [Del cielo] No sé si ese lugar existe, pero lo tengo que creer; no sé cómo es, pero ya otros me lo describen; allí hay algo que ahora no conozco; tampoco sé si está allí. Así de sencillo es Dios.
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39.La existencia de Dios no justifica la de los sacerdotes, pero éstos sí justifican la de Dios.