¿Cómo buscar "mayor" perfección? ¿En la vida conventual? ¡¡Y una m...!!



¿Puede haber algo más explícito que estas citas?:

1ª) Si quieres ser perfecto, ve, vende cuanto tienes, dáselo a los pobres, después ven y sígueme...
2ª) ...es más fácil que entre un camello por el ojo de una aguja que un rico en el reino de los cielos.



¿Y qué dicen "ellos", los que buscan la perfección? Interpretan como quieren lo que quieren.

Conste que muchos como yo no queremos ser perfectos: sí buenas personas, honrados, felices con lo que hacemos y en el medio en que vivimos, austeros, deseosos de cambiar la sociedad, amantes de la paz, solidarios... Creo que aquí está englobado el 90% de la población mundial.


Pero volviendo al asunto de "la perfección", la concreción histórica de dicho ideal se ha basado en hacer suya una recomendación de Pablo de Tarso (1Cor 7, 25-40). Así, cientos, miles de órdenes religiosas la han buscado preservando indemne, virgado e impoluto, el “virgo", el himen, la telilla, la membrana himenea de sus mujeres. Frente a "eso", de nuevo las palabras "del mismísimo Maestro" respecto al reparto de bienes.

¿No está la perfección en desprenderse y repartir los bienes y seguirle?
Otro asunto "colateral" estriba en destripar lo que quiere decir "seguirle"


¿Cuántas Ordenes se han constituido para trabajar, obtener pingües beneficios, recabar del rico y luego ¡repartir ese dinero a los pobres!? Como mucho han seguido los pasos de Robin Hood o Dick Turpin: robar a unos --hay muchas maneras de robar-- para dar parte de ello como "sopa boba".

¿Qué forma han tenido de interpretar y llevar a efecto esa recomendación? ¿Se conoce alguna Orden Religosa --fuera de sus interpretaciones-- que literalmente haya puesto en práctica el lema del "Maestrísimo"?

El sibilino engaño con que ya no engañan pasa por esta interpretación: los individuos “consagrados” al Señor entregan el trabajo y los bienes a la “Orden” colectiva que así los acoge “pobres” de polvo y paja. Es el perfecto sistema comunista... "avant et derrière la lettre".

Arcana manera de dar sin dar y de recibir guardando, dando y quedándose a la vez con todo: son a la vez el rico que da y el pobre que recibe. El siervo de Dios no tiene nada, pero a la vez recibe el ciento por uno en esta vida...

¡Qué miserable pobreza la de quien no tiene preocupación alguna a la que atender a diario!
Ni facturas de la luz,
ni roturas de lavadora,
ni declaraciones de hacienda,
ni búsqueda de trabajo,
ni el dogal de una hipoteca,
ni el sufrimiento con el hijo que suspende,
ni el gozo de la hija enamorada,
ni los afanes del que se casa,
ni el hospital con la mujer que agoniza,
ni contratar unas vacaciones,
ni el taller de reparación del coche...
¡Todo lo tienen y dicen que no tienen nada!
¿Son seres de este mundo?

El círculo vicioso de la perfección o las contradicciones del ignorante. Quizá para ellos el ignorante soy yo, que elegí preocuparme por todo eso, pero al menos mi mirada y mi risa chocan con la apatía "bueyina" de su lánguido sobrevivir.
Volver arriba