El soborno dogmático. Verano del 431.


Hoy son de rabiosa actualidad las “mordidas” y los sobornos: políticos de toda laya y condición, ayuntamientos destripados, constructores desesperados, dádivas, exacciones, cohecho, corrupción...

Como tal práctica parece entroncar en lo recóndito del ser humano, no es de extrañar que sea rutina atemporal. La táctica del soborno siempre ha dado resultado.

En nuestros días nos parecería cuando menos curioso que el soborno se extendiera a definiciones doctrinales, a cuestiones dogmáticas. Pues también. A este respecto , traemos a colación un episodio sabroso de la historia eclesiástica, el sucedido en el verano del año 431 en Éfeso, ciudad situada en la costa Oeste de Turquía, frente a la isla de Samos.


Protagonistas, Cirilo y Nestorio. Cierto, no todo eran dimes y diretes doctrinales; estaba en juego la preponderancia espiritual de Constantinopla, Alejandría y Roma.

Los resultados son bien conocidos y la ocultación del proceso también. Se han llegado a conocer las personas compradas, principalmente eunucos que manejaban los resortes imperiales, y cuánto dinero costó aquella verdad.

Es cierto que, desde entonces, tenemos la inmensa “dicha” de conocer que la Virgen María es madre de Dios y que en Jesucristo hay dos naturalezas pero una sola persona.

Creo en un solo Dios en tres Personas distintas... Las llamo distintas según la propiedad, pero unidas según la substancia. La misma es Trinidad toda entera y la misma toda entera es unidad. Unidad, según la substancia, la naturaleza y la forma. Trinidad según la propiedad y el nombre, porque uno es llamado Padre, otro Hijo y otro Espíritu Santo... Creo también que el Padre es principio del Hijo y del Espíritu Santo: del Hijo por generación, del Espíritu Santo por procesión; y creo que no hay entre ellos ninguna distinción o diferencia, sino la distinción de las propiedades hipostáticas... Profeso también que el Hijo es principio trascendental al tiempo, y que es infinito: no como principio de las creaturas: como si fuera el primer ser creado. Profesión de fe ortodoxa.


El término “cirílico” debiera haber pasado a la historia como sinónimo de corrupción, extorsión, chantaje y compra de voluntades. El método, lo que en latín se llamaron “bendiciones” y en griego “euloguiai”. Para otro día dejaremos las mesnadas de monjes urbanos presentes en determinados concilios con su gran poder de convicción.

Quedan testimonios de personas que no comulgaban con el santo Cirilo y que vieron la injusticia cometida con Nestorio:
El “egipcio” [Cirilo] ha podido así cegar a todo el mundo con sus regalos, de tal manera que él, que ha cometido mil fechorías, puede volver a sentarse en su trono y el hombre inocente [Nestorio] ha sido enviado a un monasterio.


También se ha llegado a conocer el costo que dejó exhaustas las arcas de la Iglesia de Alejandría. Como anécdota curiosa aporto aquí la Factura de proclamar a María Madre de Dios:

-16 struthiones (¿relacionado con diminutivo de avestruz?)
–10 persoina (¿regalos persas?)
–6 mesas grandes (tabulae maiores)
-22 juegos de mesa (mensalia)
–12 juegos para puertas (in osteis)
–30 velos para asientos (in cathedris)
–14 sillas tronos (cathedrae eburneae)
–4 scamna, 28 scamnalia y 8 scamna ebúrnea (taburetes, algunos de marfil)
–24 alfombras (tapeta)
–25 alfombras de lana (nacotapites)
–24 velos (bila)
–18 cortinae
–14 bilatapeta
–22 cojines (acubatilia)
–100 solidi, monedas de oro (en total 455 g. de oro).
-1.380 libras de oro, cantidad ya para aquel tiempo exorbitante (cálculo actual: 1 libra=453,6 g=16 onzas x 332$/onza. Si mis cuentas no están mal, hoy serían unos 13 millones de dólares)


Cierto es que no se deben enjuiciar estos hechos con nuestros criterios, pero no somos nosotros sino sus mismos contemporáneos quienes emitieron juicio: a nosotros nos toca dilucidar la verdad entre varios testimonios.

Hay historiadores eclesiásticos benevolentes con Cirilo:“Un historiador imparcial –dice uno de ellos-- no debería reprochar a Cirilo tanto esfuerzo para hacer triunfar la ortodoxia”.

¿Qué responder? Pues que,
1º) el juicio se debería dejar al lector crítico y nunca debería ser inducido.
2º) la ortodoxia a que se refiere la define el vencedor
3º) no se sabe bien a qué ortodoxia se refiere, ya que ésta se definió “a posteriori”. Podría haber sido la de Nestorio.

Para ser positivos, como algún comentarista me ha sugerido, aquí les dejo algunos apotegmas, aforismos, moralejas o refranes:
1) Para hacer un buen soborno, se requiere mucho fondo. Ésa es nuestra ventaja pues la "buena gente" no caerás jamás en abominaciones.
2) Por tonelada de historia sale un buen gramo de gloria. O lo que es lo mismo, que no importa tergiversar los hechos si con ello se engrandece al señor, el que sea (lo dijo Pablo de Tarso), incluso el nieto del capitán Rodríguez.
3) Duda mucho de lo santo, que no lo parece tanto.

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