Vanidad de Vanidades

. Felíz, buena y santa costumbre la del alcalde ,socialista por más señas, de un pueblo -2.200 habitantes-, que visité recientemente, quien asiste sistemáticamente al entierro de todos sus vecinos. Unos, que no siempre tienen limpios los ojos y las
intenciones, aseguran que lo hace por aquello de los votos. Otos, que también los tienen sucios, se ufanan al asegurar que el cura también asiste, pero que esto es parte de su oficio, y además cobra por hacerlo.

. Al curiosear en otro pueblo las lápidas conmemorativas ubicadas en determinados lugares estratégicos, descubrí el hecho siguiente: el nombre de un sacerdote, canónigo por más señas, esculpido en mármol, se encuentra en la casa donde nació, en la calle a él dedicada, en el santuario –Vía Crucis que restauró, en un monumento erigido al Sagrado Corazón de Jesús, en la sacristía de la iglesia parroquial y junto a uno de sus retablos por el hecho de haber sido él quien le inspiró su acción a la donante…En el panteón familiar del cementerio se le recuerda con su título sacerdotal. No discutiré jamás los méritos de tal benefactor eclesiástico, pero comprendo que no pocos se pregunten, sin aviesas intenciones, y atentos tan solo a la historia y a la pastoral, si no se está corriendo ya el riesgo inútil de que algún día a los iconoclastas de turno se les tenga que justificar, y aún alabar algunas de sus determinaciones personales, y más las decididas en las sesiones municipales y consejos pastorales, con aprobación de unos y reprobación ,o abstención, de otros A quienes piensen y manifiesten que también los nombres de los ediles municipales destacan en la obras públicas promocionadas por ellos, me conformo con referirles que la Iglesia es otra cosa bastante distinta, y que también a los ex munícipes les suele llegar la hora de la verdad de la humildosa y purificadora piqueta.

. La del “Vía Crucis”es devoción popular muy arraigada. Así se tuvo ocasión de comprobarlo oficialmente, también al amparo y consideración de las siglas de JMJ. Para muchos, el “Vía Crucis” es el catecismo de la Iglesia y síntesis de su doctrina y misterio. Para otros, al “Vía Crucis” y a su Iglesia les falta el elemento esencial del Resucitado, sin cuya presencia y actividad no sería Iglesia de Cristo la Iglesia. La mayoría de las paredes de los templos están y son recorridos por las 14 estampas dolorosas de la Pasión del Señor. ¿No resultaría más teológico y devocional que a todas ellas. y en conjunto, les fuera dedicada -consagrada- una capilla, y no hacer de todo el templo un cenotafio-Calvario?

. Sin ecología no hay religión. Ni Iglesia. O esta no sería la Iglesia de Cristo. La ecología es de por sí religión e Iglesia, con cuantos aditamentos teológicos esta precisa para ser verdadera. Reviso la letanía de las advocaciones marianas de los lugares campestres de España y, entre otras, estas acaparan la atención con mayor compromiso popular y devoción piadosa:, Nuestra Señora de la Sierra, del Collado, de los Llanos, de la Muela, del Valle, del Espino, de la Encina, de la Aurora, del Manzano, del Brezo, del Madroño ,del Castañar, de la Fuensanta, de la Vid, del Olivar, del Robledal, de Flores, de la Cueva Santa, de la Vega …”Ora pro nobis, Amén”.

. Del archivo de estampas- recuerdos píos sociales que sirvieron para comunicar el fallecimiento de una feligresa ”María del Sagrario”, destaca la de XX ,que “ el día 25 de agosto de 1971 fue llamada a glorificar a Dios Nuestro Señor “, con referencias detalladas y concretas a las indulgencias concedidas en sufragio de su alma por los “Eminentísimos y Reverendísimos Señores Cardenales de Toledo, Sevilla y Santiago de Compostela, idem idem Arzobipos de Tarragona y Valencia, Excelentísimos y Reverendídimos Prior de las Órdenes Militares –Ciudad Real-, Badajoz, Málaga. Madrid-Alcalá y otros…” ¿Hay quien dé más?
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