Hay obispos que se mueven tras Amoris Laetitia

El obispo de San Diego, Robert McElroy, ha convocado el 11 de mayo un sínodo diocesano que se celebrará en octubre 28- 29 pata tratar el tema de la familia y el matrimonio después de haberlo discutido con el consejo prebisterial, los canónigos de la diócesis y los líderes laicos. Todos ellos han coincidido en la necesidad de una nueva lectura, tras la exhortación del Papa, Amoris Laetitia, sobre estos temas en su diócesis.

El título de su mensaje pastoral me parece muy atractivo “Abrazando el gozo del amor” en el que menciona las realidades con las que se enfrentan las parejas en nuestro tiempo y que matizan los grandes ideales del matrimonio que ha defendido siempre la Iglesia. Pretende incorporar una antigua enseñanza de nuestro credo, el discernimiento de la conciencia de cada individuo sobre su participación en la Iglesia, que quedó sepultada bajo otras ideas que lo recortaban. Francisco, dice McElroy “ha ampliado esta reflexión interna de la conciencia”.

Menciona cinco áreas que se discutirán: El desafío de ser testigos de la belleza y el realismo de la visión católica del matrimonio y la familia, el desafío de ofrecer una cultura de hospitalidad a los parejas no casadas, el desafío de acoger, nutrir y formar a los niños; el desafío de proveer una pastoral auténtica a los divorciados y el desafío de suministrar hondura espiritual a la vida de las familias. La preparación la realizarán cinco grupos distintos. Lo que salga del sínodo no se quedará en palabras sino que crearán estructuras formadas por sacerdotes y laicos para su seguimiento.

Es mi esperanza, escribe McElroy, “que este sínodo represente una genuina reflexión sobre la Misericordia y la Compasión de Dios en este año dedicado a la Misericordia”. Recomiendo la lectura de esta carta pastoral a sus diocesanos a todos los obispos que quieran tratar de estos temas porque está lleno de esperanza dentro de las dificultades con las que se enfrentan las familias de nuestro tiempo.

Tengo que reconocer que me ha dado envidia al leer esta noticia en el National Catholic Reporter ¿No tendrán Mulllers en su diócesis o lefebvrianos?
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