"Nada ni nadie podrá quitarnos el amor de Jesucristo" Osoro propone a San Vicente Mártir como ejemplo de "coherencia hasta las últimas consecuencias"

El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ha alentado este sábado a cientos de peregrinos de Polonia, Italia, Reino Unido, Brasil, Venezuela y Francia, entre otros países, que van a acudir a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) a tomar como ejemplo de "coherencia en la fe hasta las últimas consecuencias" a San Vicente Mártir, patrón de Valencia.

Durante la homilía en la última de las tres misas internacionales que ha presidido en la Catedral de Valencia, el prelado ha incidido en que "la experiencia que vivió San Vicente Mártir también se tiene que dar en nuestras vidas", porque "ni nada, ni nadie, ni las aflicciones, ni el hambre, ni la desnudez ni la espada podrán quitarnos el amor de Jesucristo", ha informado el Arzobispado en un comunicado.

Asimismo, Osoro ha resaltado que "durante estos días tenemos entre nosotros a muchos jóvenes que están viviendo persecución y hambre, y que están padeciendo peligros diversos por seguir a nuestro Señor Jesucristo". A su juicio, sus testimonios demuestran que "el amor nos ha de impulsar a anunciar al Señor" y al mismo tiempo "a vivir firmemente la fe, como la que tuvo San Vicente Mártir".

Por último, el prelado valenciano ha apuntado "dos tareas fundamentales y necesarias" para llegar a tener el mismo servicio y seguimiento que tuvo San Vicente Mártir. La primera, "morir a nosotros mismos, dejar nuestros gustos y lo que queremos y vivir con lo que quiere Cristo", y, en segundo lugar, "dar a la vida a los demás, porque el que se ama a sí mismo vive al margen de Nuestro Señor".

La ceremonia ha sido concelebrada por el obispo auxiliar monseñor Enrique Benavent, el deán del cabildo catedralicio, Emilio Aliaga, y más de medio centenar de sacerdotes, entre ellos diversos miembros del cabildo y sacerdotes de diferentes nacionalidades.

En la última misa internacional, las lecturas han sido proclamadas en italiano y español, y voluntarios valencianos, franceses, italianos e ingleses han realizado las preces, mientras que un grupo de peregrinos polacos han ofrecido el pan y del vino.

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