Pero, ¿quién es Chamizo?

Chamizo como cura es un don nadie. Uno más entre los miles de sacerdotes españoles. Sólo eso. Como defensor del pueblo me trae sin cuidado. Es un cargo político que no me interesa nada. Y que personalmente pienso que vale para poquísimo. Aunque no he terminado de entender por qué unos curas pueden tener cargos políticos y otros no.Se ve que los obispos tienen distintas varas de medir.
Pues Don Francisco Javier Martínez hará muy bien en ni darse por aludido ante la petición de ese peculiar cura. Que se mete en lo que no le corresponde ni como sacerdote ni como defensor del pueblo. Por supuesto que puede pedir eso o cualquier otra cosa. Igual que un vecino de Almuñécar, Isabel Pantoja o Chiquito de la Calzada. Por pedir que no quede.
Sería un error garrafal del arzobispo hacer caso a un Chamizo que para la Iglesia no es nadie. La archidiócesis la gobierna él por mandato de Cristo. Lo hará bien, mal o regular. Y cualquier católico podrá opinar sobre eso. Con razón o sin ella. Pero como católico. No como defensor del pueblo andaluz. Ese cargo no existe en la Iglesia. Ni para la Iglesia.
En la Iglesia andaluza, hace ya muchos años, alguien, un gobernador civil y en días en los que esos señores eran casi de horca y cuchillo, o sin casi, quiso poner en la catedral de Sevilla la inscripción de los Gloriosos Caídos. Y el arzobispo de entonces, que era nada menos que el cardenal Segura, dijo que nanay del Paraguay. Que la Iglesia no sabía lo que eran los Caídos. Qué para ella solo existían los fieles difuntos. Pues tampoco debe saber quien es esa persona, además sacerdote, que dice llamarse defensor del pueblo. Y que a saber si lo defiende o no. Supongo que estarán divididas las opiniones. Aunque pienso que todos los niños asesinados en el vientre de sus madres en Andalucía no se han sentido muy defendidos. Ni los padres que no quieren Educación para la Ciudadanía. Ni...
Yo he criticado algunas actuaciones de monseñor Martínez. Últimamente me parece que está donde debe estar. Si sigue así, como es de esperar, Chamizo tendrá que dedicarse a otros menesteres. El gobierno de la Iglesia, afortunadamente, no depende de ese cargo que hoy desempeña el cura Chamizo y mañana puede recaer en Carmen Calvo o en Paquirrín.