Juan Moreno: adiós, muy buenas. Con gran alegría.

Me parece que usted, señor Moreno, ha protagonizado uno de los más penosos sucesos de la Iglesia en Córdoba de los últimos años. Su vergonzosa retirada de una cruz le va a acaompañar hasta su muerte. Como muestra de indignidad. Su dignidad personal, sacerdotal y capitular me trae sin cuidado. Usted era el que tenía que velar por ella. Y si a usted no le importa, fíjese usted lo que me va a importar a mí.
Pero aquel acto indigno, impresentable, no sólo afectaba a su persona. Dejó a su Iglesia, y a su obispo, a los pies de los caballos. Entre las cagarrutas de los caballos.
No sé, ni me importa en absoluto, si ha sido usted un buen presidente de CajaSur. Esos no son mis intereses. Pero sí sé que ha sido usted un penoso presidente del Cabildo de la catedral de Córdoba. Y eso sí me importa. Porque la Iglesia católica en Córdoba es mi Iglesia.
Se va usted del cargo de relumbrón. Del dinero. Eso no es lo mío. Ni lo de la Iglesia. Espero que el obispo de Córdoba, al que usted y algún otro, incluso con mitra, han dejado en situación dificilísima, le mande de una vez a hacer puñetas en sus cargos eclesiales.
Usted se ha inutilizado para siempre al servicio de la Iglesia. En cargos distinguidos. Como simple canónigo no digo nada. Y ahora ya no tiene las pesetas para comprar voluntades.
No sabe como me alegra su cese como presidente de CajaSur. Se dice que a todo cochino le llega su San Martín. Pues, sin llamáselo, mi enhorabuena a la Iglesia católica en Córdoba porque Juan Moreno no presida esa Caja. Y espero, por el honor del señor obispo, que en unos días no presida nada. Como mucho, su propia indignidad.
Estamos en días de Navidad. Me encantaría una nota del tal Moreno en la que diga, sin paliativos, que fue un estúpido en el acto del Crucifijo. Que no lo pensó, que no se dio cuenta. Nos olvidaríamos de él, aunque no del hecho. Pero a sus declaraciones estamos. Y esperando a lo que hace el obispo respecto al presidente de su cabildo.
Porque si se puede retirar la Cruz, qué importan las esterillas de los mahometanos.