Un año de Germinans

Parecía una empresa imposible. Algo así como que un recién nacido sobreviva en la selva. Pues ha superado ya, cum laude, su primer año de vida.Y es la esperanza del catolicismo que renace en Cataluña.

Ha pasado a ser un referente en aquella región tan descristianizada. Un referente de catolicidad y de valentía. Por esa página habla la Cataluña que fue hasta hace bien poco tierra de santos y con la voz recia y sonora de la verdad.

La pretensión suicida de que la Iglesia predicara a Cataluña en lugar de Cristo ha conducido a la casi desaparición de la Iglesia. Adoraron un becerro de hojalata y se han encontrado sin Cataluña y sin Dios.

Porque la Cataluña inventada no tiene nada que ver con aquella región que no puede entenderse sin sus catedrales, sus monasterios y sus santos.

Los responsables de la descristianización agonizan ya también como su sueño. Muchos han muerto ya, bien todavía como sacerdotes o como secularizados. Tal vez el suicidio del desdichado Xirinacs sea la mejor representación de su fracaso. Los que quedan, jubilados en buena parte o en puertas de ello, ya casi ni se atreven a hablar. No tienen generación de relevo y comprueban, supongo que algunos avergonzados aunque lo callen, que su logro último es que haya curas que paguen abortos y obispos que lo consientan.

La Cataluña que propiciaron no quiere saber de Dios ni de sus sacerdotes. Le sobran el uno y los otros.

Pues ante ese monumental fracaso se ha levantado clara, firme, sin engaño, la voz de Germinans. Y en apenas un año ha acallado las mortecinas voces que todavía se empeñaban en vender la burra averiada.

Es curiosa la acogida que han tenido empeños individuales que han nacido a la intemperie, sin apoyos institucionales y remando contra corriente. Bien podríamos decir aquello de la primavera ha venido, nadie sabe como ha sido.

No hay Blog religioso en Cataluña que tenga el eco y el seguimiento de Germinans. Nadie habla de lo que dice un Llisterri, aunque sea la voz de amos poderosos. Un tal Eloi ha desaparecido y nadie se ha enterado. Se han reunido todos los de determinado sector y juntos tampoco son nadie. Lo único que se comenta, a favor o en contra, es Germinans.

Ha conseguido animar a quienes se sentían abandonados y desesperanzados. Y ha callado a los únicos que antes hablaban. Que ya no saben que hacer. Porque lo de no hablar de ellos para no hacerles propaganda no ha dado el menor resultado. Y el criticarles, salvo con tópicos, es imposible. Porque dicen la verdad. Así, el campo es de ellos. Son ya prácticamente la única voz de Cataluña. Los demás se lamen las heridas en silencio.

Y es que no pueden hablar. ¿Quién se atreve a defender, desde la Iglesia, a un cura que paga abortos? ¿O cómo hablar del éxito de una pastoral que ha llevado a la descristianización de Cataluña?

La importancia de lo que Germinans significa ha hecho que Religión en Libertad les haya abierto sus páginas reproduciendo todos sus artículos. Con lo que se han multiplicado sus lectores.

Yo, que desde su nacimiento, me di cuenta de que aparecía un ariete formidable contra esa vergüenza que se había hecho con la Iglesia de Cataluña, quiero hoy felicitarles por su primer año de vida en el que han superado con mucho todo lo que me prometía que no era poco.

En el día de la Venida del Espíritu Santo debemos congratularnos de que el la hermosa y antaño fidelísima Cataluña no se infunda ya en las catacumbas sino en plena calle. A la luz del día. A nada que desde el Vaticano no lo impidan con el nombramiento de malos obispos, la faz de la Iglesia catalana por fin comienza a renovarse.
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