Otro titular impresentable.

. Este me duele especialmente porque es de la página en la que escribo. Y no de un Blogger más o menos desafecto con la Iglesia sino en el espacio que podríamos llamar institucional. Creo, queridos José Manuel y Jesús, que se debería cuidar más eso. Me consta que no queréis una publicación antieclesial pero cosas como ésta refuerzan a quienes sostienen que Religión Digital lo es.

"Tavernes paraliza las obras del chalé del obispo de Ibiza en la playa". Con lo que todo el mundo entenderá que monseñor Juan se está haciendo un chalet y que un tal Tavernes le ha impedido la obra. Que debía ser ilegal pues en otro caso no habría motivo para paralizar la construcción.

Pues no hay nada de eso. El obispo de Ibiza no se está construyendo ningún chalet en la playa. El tal Tavernes no es ningún alcalde o gerente de urbanismo ibicenco que haya impedido los deseos del obispo de construirse un chalet. Es un pueblo de Valencia donde la familia Juan Segura tiene un chalet que con el tiempo se ha deteriorado y en el que se han emprendido obras de mantenimiento.

No sabemos si viven los padres del obispo que en ese caso serían los propietarios del chalet sin que el obispo tenga parte en ella salvo un posible derecho hereditario, si la herencia ya ha tenido lugar y ahora la propiedad es un indiviso del obispo y sus hermanos, si los herederos son sólo los hermanos o si dicho chalet es únicamente propiedad del obispo. El periódico del que se toma la noticia descarta la propiedad exclusiva del obispo pues dice que el propietario es la familia Segura.

Parece que por la proximidad al mar se ha deteriorado la fachada y se han emprendido unas obras de rehabilitación. Había licencia para una de esas fachadas y, concluidas las obras en la misma, se emprendió restauración de otra. Y el Ayuntamiento ha paralizado las obras hasta que no se obtenga esa nueva licencia. Y eso es todo.

Una nimiedad de la que todos los meses se producen miles en España. Y en la que el obispo seguramente ni tuvo conocimiento. Y hasta puede ocurrir que ni tenga parte alícuota en la propiedad. No reside ahí y, como mucho, pasará unos días de sus vacaciones con su familia.

Creo que se ha desorbitado una noticia que no lo es y que incide en una campaña que va dirigida contra la Iglesia. Porque no faltará quien niegue su apoyo económico si esos dineros van para que los obispos se construyan chalets, que ya estaría mal, y además ilegales. Que es lo que cualquiera entiende al leer el titular.
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