Droga adulterada mata 23 personas y lleva decenas al hospital Obispos de la Región Pastoral Buenos Aires: “Lloremos juntos, la droga mata”

“Hacer memoria y aprender juntos a convivir con este dolor, allí donde hay heridas, que no van a cerrar nunca”
“Una familia con problemas de consumo es una familia quebrada, pero no vencida, Dios es la fortaleza de los débiles, y allí donde hay una necesidad siempre aparece un corazón abierto y compasivo”
Llaman “a toda la sociedad para trabajar juntos fuertemente en la prevención de las adicciones”, insistiendo en la necesidad de “ser una comunidad que asuma el dolor y sane las heridas de los otros”
Llaman “a toda la sociedad para trabajar juntos fuertemente en la prevención de las adicciones”, insistiendo en la necesidad de “ser una comunidad que asuma el dolor y sane las heridas de los otros”
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe

La muerte de al menos 23 personas, a las que se unen decenas de hospitalizadas, como consecuencia del consumo de droga adulterada, ha provocado la reacción de los Obispos de la Región Pastoral Buenos Aires, que en un comunicado se han manifestado ante esta tragedia, que según ellos no se puede pasar por alto.
Los prelados comienzan diciendo: “Sí, la droga mata”, llamando a “hacer memoria y aprender juntos a convivir con este dolor, allí donde hay heridas, que no van a cerrar nunca”. Ellos muestran su conmoción y lloran “juntos con sus familiares y amigos por tanto dolor e impotencia, acompañamos tantas luchas con nuestra oración y cercanía”.
La Iglesia argentina, junto con otros cristianos y de otras confesiones, muestra su compromiso, con muchos centros dedicados al tema de las drogas. De hecho, afirma el texto, “la drogodependencia se ha ido extendiendo, profundizando y complejizando”. Ante ello, “es imprescindible asumir y hacer propio el dolor”, reclamando como algo imprescindible una “Ley de Emergencia en Adicciones”.

Son muchas las familias que sufren con el problema de las drogas, como relata el escrito con ejemplos concretos. De hecho, se afirma que “una familia con problemas de consumo es una familia quebrada, pero no vencida, Dios es la fortaleza de los débiles, y allí donde hay una necesidad siempre aparece un corazón abierto y compasivo”.
En ese contexto cita lo dicho por el papa Francisco en el Mensaje de la LVI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2022, donde llama a reflexionar sobre la poca capacidad para escuchar. Al mismo tiempo se posicionan claramente contra el pedido de algunos de legalizar las drogas, pues eso, “solo traerá más consumo y marginalidad”, insistiendo en que “las drogas matan siempre”.
Los obispos denuncian la indiferencia, ante la pandemia, ante la droga adulterada, ante el hecho de que “nos desconectamos y naturalizamos todo tipo de violencia, nada ya nos llama la atención”, citando varios ejemplos de “injusticas con las que nos enfrentamos a diario”. Por ello insisten en que “los Derechos Humanos vulnerados nos tienen que conmover y movilizar”.

En esa tesitura llaman “a toda la sociedad para trabajar juntos fuertemente en la prevención de las adicciones”, insistiendo en la necesidad de “ser una comunidad que asuma el dolor y sane las heridas de los otros”. Para ello proponen algo cada vez más presente en Argentina: abrir más espacios de “Capillas, Clubes y Colegios, dándole lugar al que no lo tiene, apoyando la Obra de los Hogares de Cristo: centros donde se recibe la vida como viene, generando un espacio comunitario para la contención, sanación y reinserción social”.
También llaman a combatir la corrupción en todos los niveles, que alimenta el narcotráfico y genera destrucción de barrios, comunidades, familias, hermanos. Junto con ello a crear espacios de contención e internación, que acojan a los más pobres, siguiendo el pedido del papa Francisco a situar “a la persona humana en el centro del discurso socioeconómico y cultural; un humanismo que tenga como fundamento el Evangelio de la Misericordia”.
Pidiendo llorar juntos y salir de la droga, piden la intercesión de la Virgen de Luján, patrona del país, e invitan a todos los sacerdotes para que en las Misas de este fin de semana recen “por los fallecidos, sus familiares y quienes todavía se encuentran en grave estado de salud”.
