Agradecidos. No dejar lo importante para el final

Siempre pienso que en nuestra vida hemos de saber apreciar y agradecer todo lo que recibimos de los demás, que es mucho, aunque no sepamos verlo e incluso, reconocerlo. Desde nuestra propia familia, porque es con ellos que nos hemos hecho y hemos crecido, hasta nuestros amigos, porque son los que nos ayudan a seguir creciendo y descubriendo juntos la vida.

¿Por qué no reconocer y valorar lo que tenemos? Creo que no deberíamos perder el tiempo en buscar cosas que no construyen, en fijarnos sólo en lo negativo de las personas y no ser capaces de apreciar todo lo bueno que poseen.

Podemos ser merecedores de algo cuando hemos realizado un esfuerzo para conseguirlo, pero por supuesto, no lo somos cuando gira en torno y es debido a algo que ya tenemos, a algo que se nos ha dado desde el principio. Los dones que cada persona posee no son una victoria personal sino una gracia, un regalo.

Aprender a apreciar el gesto del otro, su atención, su delicadeza… es mostrar interés y ser conscientes de que también necesitamos que se nos mire de una manera distinta, es decir, necesitamos ser queridos.

Tenemos mucho que aprender, es un camino para toda la vida, pero no dejemos las cosas más importantes para el final, digamos gracias de corazón por aquello que nos dan, con gratitud, las personas que nos rodean. Texto: Hna. Conchi García.
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