Devolver bien por mal

Crucifixión
El salmo 108 nos lleva a reflexionar en Jesús durante su pasión pero con un cambio substancial ya que él no se defendió contra sus acusadores. En sus primeros versículos el salmista invoca al Señor para que lo defienda: “Dios de mi alabanza, no estés callado, que una boca perversa y traicionera se abre contra mí; me hablan con lengua mentirosa, me rodean con palabras de odio, me combaten sin motivo” (v 1-3). Jesús ante el tribunal no se defendió de los falsos testigos que se presentaron acusándole, sino que callaba (Cfr. Ma 26, 63). Bien hubiera podido exclamar el Salvador como el autor del salmo: “En pago de mi amor me acusan, mientras yo rezo; me devuelven mal por bien, odio por amor” (v 4-5).

“Nombra contra él un malvado, un acusador que esté a su derecha; -(“a la derecha se coloca el abogado defensor, ellos piden un acusador”. Alonso Schökel)- salga condenado del juicio, que su defensa no atine; que sus días sean breves,…” (v 7-8). En realidad el proceso de Jesús fue precipitado e injusto. Se percibe claramente el deseo de las autoridades religiosas de sacárselo de delante lo antes posible, y lo lograron.

“Ellos hacen burla de mí, al verme menean la cabeza” (v 25). Los evangelios narran: “Los soldados arrodillándose delante de él y burlándose, le decían: Viva el rey de los judíos” (Ma 27, 29). Del mismo modo se burlaban de él al pie de la cruz, los sacerdotes y los maestros de la ley: “Salvó a otros, pues que baje de la cruz y creeremos en él” (Ma 27, 42). “Jesús dando un fuerte grito expiró” (Ma 27, 50).Grito de Cristo en la cruz, grito de la humanidad sufriente de nuestro mundo.

En este tiempo de Cuaresma seamos asiduos a leer y meditar la Palabra de Dios como nos recomienda el Papa: Llevad la Palabra de Dios cerca de vosotros, no la olvidéis como no olvidáis de llevar el móvil. Texto: Hna. María Nuria Gaza.
Volver arriba