Salmo para pedir a Dios un buen gobernante

Gobierno
La falta de buenos gobernantes no es cosa de hoy. Ya el autor del salmo 71 deseaba que el nuevo rey tuviera una serie de cualidades que no eran las más comunes entre los dirigentes del pueblo.

Por esta razón podemos convertir este salmo en una oración para que el Señor nos conceda gente de gobierno clarividente y que sea amante del bien común de su pueblo.

“Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes”.


Sí, lo primero que hay que pedir por quien tiene que regir el destino de un pueblo es que tenga buen juicio y que sea justo. Es decir que mire por los intereses de todos y no sólo de unos pocos. Ahí tiene ya una buena tarea para poner en práctica.

Y el salmista continúa:

“Que defienda al humilde del pueblo,
socorra a los hijos del pobre
y quebrante al explotador”.


Con frecuencia los hombres de gobierno se fijan en la gente que tiene prestigio o poder económico y poco en los sencillos, los insignificantes. Y éstos en una nación son numerosos; éstos deben tener los mismos derechos que todos los demás ciudadanos, y por supuesto también los mismos deberes. No debe tolerar los abusos ni las injusticias.

“Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre indigente,
y salvará la vida de los pobres,
él rescatará sus vidas de la violencia”.


Ciertamente es pedir un gobernante ideal pero siempre es mejor tender a la utopia o mejor que el que gobierne tienda a ella. Tiene que poner el listón alto porque por debilidad humana ya lo rebajará y si lo pone bajo será el desastre del pueblo.

San Pablo decía que había que pedir por los gobernantes. Pues ahora que se aproximarán elecciones hagamos realidad esta petición del Apóstol de las Gentes. Texto: Hna. María Nuria Gaza.Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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