Trabajar por amor
Todas las personas acogidas cuando ven llegar a dicha señora se ponen contentas y le piden mil pequeños servicios o no tan pequeños que ella presta con cariño y competencia. El problema que tiene esta trabajadora es que sus compañeras, que la mayoría trabaja por un salario, se mueren de envidia al ver como todos los acogidos en el centro la quieren y por este motivo le hacen la vida imposible. Le esconden el material para hacer manualidades o lo que es peor se lo tiran. Como dice una amiga mía, la envidia es muy mala y ni que ella hace como si nada y no lo hace sentir a sus compañeras, éstas no cambian de actitud. Y lo peor del caso, es que como dice Russel, la envidia es una de las más potentes causas de infelicidad. Así que las más perjudicadas son las mismas envidiosas.Texto. María Nuria Gaza.