La pelotita del Niño Jesús

“Yo soy la pelotita del Niño Jesús; si Él quiere romper su juguete, es muy dueño de hacerlo. Sí, acepto todo lo que Él quiera.” Sta. Teresa de Lisieux


Desde no hace muchos años "Teresita" me tiene el corazón robado y eso que soy dominica, ¡pero qué le hace!, ante una santa tan universal.

No digo que sea una mujer sencilla, o una muchacha, pues murió bien joven. Me refiero a sencilla de seguir, de imitar... ojalá pudiésemos vivir con su sencillez de alma, con la exquisitez de su pensamiento infantil, que no simplista.

Ser "la pelotita del Niño Jesús", esta era una de sus filosofías que más me ha impactado. ¡Dice tanto! ¡Parece tan fácil y es tan difícil! ¿Qué hace un niño con una pelota? La tira, la bota, la abandona, la chuta, juega con ella, la aborrece... Esto es lo que ella deseaba, devenir la pelota del Niño Jesús.

En resumen, que el Señor hiciera de ella lo que quisiese y así encontraba la máxima felicidad, en el gozo y en la tristeza. Que teología más elevada, dirán unos, y al tiempo tan "ridícula", pueden decir otros.

Si nuestra alma, si nuestro corazón, se dejase empapar de esta espiritualidad tan suprema: ¡El hágase en mi según tu Palabra! Cómo sería diferente nuestra vida diaria, en cualquier estado de vida... todo tendría otro color porque sabríamos que somos el juguete precioso de un niño que se ha encaprichado con nosotros. Pero ya sabemos como son los niños, a veces la pelota queda en un rincón y otras, la llevan siempre en el bolsillo.

En la vida tendremos momentos de estar en un rincón y momentos que iremos protegidos en el bolsillo de Dios Nuestro Señor. Pero de una manera u otra, somos de Él, el que más nos ama. Texto: Sor Gemma Morató - www.mivocacion.com
Volver arriba