“Sed perfectos como vuestro Padre”

Amar
En una conferencia del que fue maestro general de los dominicos, fray Thimothy Raddcliffe, comentó, citando a un autor inglés, que Jesús se rodeó de malas compañías mientras enseñaba buenos principios morales. Comía y bebía con prostitutas, tenía amigos de mala fama y sin embargo predicó el Sermón de la Montaña y nos pidió ser perfectos como nuestro Padre Celestial es perfecto. Jesús se rodeó de estas personas porque su amor por ellas era como el del Padre Celestial que ama, a cada uno, por encima de todo. Está tiene que ser nuestra norma de vida, amar.

Cuanto más auténtico es el amor, más las personas se sentirán llamadas a ser mejores. Tenemos un ejemplo de ello en el capítulo cuatro del Evangelio de San Juan: La mujer samaritana. No se sintió juzgada, y sin embargo Jesús le dijo la verdad de su vida: “Bien dices que no tienes marido, porque has tenido cinco maridos y el que ahora tienes no es tu marido. Es cierto lo que has dicho” (18-19).Ya dijo Benedicto XVI “Sólo en la verdad resplandece la caridad. La verdad es la luz que da sentido y valor a la caridad” (Caritas in Veritate). Y San Agustín dice: Ama y haz lo que quieras. Si amas, ¿cómo vas a ofender al amado? Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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