Mi sobrina Maica de la Carrera vive entre Senegal y Madrid. Diseña ropa africana para europeos y escoge personalmente los tejidos (artesanales, de algodón), los tintes (naturales), la estampación (crea sus propios dibujos)... Sigue acariciando mi retina el paisaje rural de la India y sus elegantes muchachas de ceñidos saris y cuerpos de llama. También en Senegal, en toda África.

"Me encanta la gente –declara mi ahijada en El País–, su amabilidad, su autenticidad. Allá el tiempo se para, es otra realidad. El estrés es una noción ajena a la vida cotidiana. Me impresiona cómo los africanos se enfrentan a sus problemas. Mientras los niños mueren irremisiblemente de hambre, los adultos tienen la capacidad de seguir viviendo con dignidad...” Con bella metáfora la articulista Muriel Rivault define a Maica como “joven de tez blanca, pero con corazón negro".

Alguien describió así, después de una presentación de modelos, el trabajo de Maica:

“Una colección muy alegre que mezcla ingredientes de la vida cotidiana senegalesa : serenidad, optimismo, esperanza... Colores muy vivos como el verde pistacho, el azul cobalto y el naranja se encuentran y se resaltan con el negro. Tejidos " basin" damasquinados, mezclados con telas industriales de figuras geométricas y telas de visillo casi transparentes, que envuelven de un misterio sencillo y sin alardes cuerpos ceñidos con muchas curvas y movimiento.”

Si sentís cierta curiosidad por saber más de esta original diseñadora podéis enlazar con su web Mamah-Africa pulsando aquí.