- “Es que en esta Diócesis, Txenti, ya sabes lo difícil que es mover a la gente.”
Carroza de la parroquia de San Deaquí, otra carroza del Colegio Bendito Docente, otra del movimiento juvenil Palmonte, amén de las carrozas de Casas regionales, Asociaciones Varias y Grupos ciudadanos que aprovechan una vez más las fiestas del calendario litúrgico para montar una fiestuqui chula y divertida, desinhibida y atrevida hasta donde el frio de Siberia – Gasteiz puede permitirlo. Pero, peor que el frio o la nieve es la lluvia. La que decide, y no Podemos, si la Semana Santa en Andalucía sale o no sale.
Pero no. Aquí no. Que somos” vascos pues” y ni lluvia ni leches, después de la pasta que la peña se ha gastado y de las horas para ensayar los pasos de baile que han tenido que emplear, Así caigan chuzos de punta ¡se sale! ¡Y se sale!
Pues qué quieren que les diga… ¡que me descubro ante tal fidelidad al compromiso adquirido!. Los comparseros responden por sí mismos, por su grupo y por el público valiente que, paraguas en mano, participa de ese sacrificio espartano y, a ritmo de samba, batucada o swing, menea manos pies y caderas y reparten sonrisas y caramelos.
Y luego me dicen que en Vitoria es difícil mover a la gente. Según para qué y quién, diría yo.
Y en lo que a los actos de la Iglesia se refiere pues será cuestión de analizar si falla el mensaje, el mensajero, el canal o el receptor.
¡Que viene Migueli este viernes a Solasean! Pero si no lo he leído en la prensa, ni lo he oído en la radio, dónde han puesto los carteles, en cuantas parroquias se viene anunciando. Y ¿Dónde dices? En el teatro de Hegoalde, a las 19:30, dentro del proyecto Solasean. Por cierto, y ¿Quién es Migueli? Búscalo en internet, no te lo voy a dar todo hecho.
Y al día siguiente la Cena Solidaria a favor de Manos Unidas organizada por Berakah, y vienen Carmen Sara, que cuenta cuentos divinamente y Jota Llorente un sacerdote salesiano que es un artista que le pega a todo, la música, la fotografía, la pintura. El sábado a las 20 horas en Betania en la calle las escuelas.
Y para julio algunos quieren traer el Multifestival David a Vitoria. Hay una reunión para todo aquel que quiera colaborar el sábado 21 a las 10 de la mañana en los Desamparados.
Aquí, y allá, y allí, se mueve la gente que quiere moverse. Y quien quiere moverse de verdad aguanta lo que le echen, desde jarros de indiferencia hasta chubascos intermitentes. Y si la carroza se moja, pues es una lástima, y si al santo hay que llevarlo con chubasquero pues se le busca uno a medida en los chinos si es preciso, y el resto de la comparsa y la cofradía chubasquero en mano y a salir a la calle que es donde se da el testimonio, de la alegría que uno quiere llevar en el cuerpo y hasta de la fe que a uno le mueve el alma.
Non solum sed etiam
En Vitoria es difícil mover a la gente... ¿Seguro? Lo difícil es esperar masas si las convocas en locales pequeños, lo difícil es informar a la gente solo a través de tus canales, lo complicado es promocionar algo que tú mismo no publicitas, lo imposible es ilusionar a los demás si tú no estás ilusionado de antemano.
Los Carnavales ofrecen una inversión en diversión garantizada, y si llueve no le devolvemos el dinero porque también vamos a salir a divertirnos.
Desde la Iglesia ¿qué emoción tangible garantizada ofrecemos? … pues esa que tenga gancho es la que hay que gritar en los medios y por todos los medios, y la gente se moverá, claro que se mueve.
- “Es que en esta Diócesis, Txenti, ya sabes lo difícil que es mover a la gente”. Y como Galileo se puede responder “Eppur si muove”, y sin embargo, se mueve.
